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¿Por qué renuncia Juan Arango?

El mejor jugador venezolano de todos los tiempos, al menos para quien escribe, deja la selección venezolana. Según él, ya había tomado la decisión luego de la Copa América, pero no es así. Despedirse en un amistoso intrascendente no era su intención inicial.

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No hay dudas de que Juan Arango marcó un antes y un después del fútbol venezolano. Su pierna izquierda, educada como ninguna otra; lo logrado en España y Alemania, y sus goles de antología, lo ubican en un podio difícil de igualar. Sin embargo, es obvio, al menos por lo visto, que despedirse en un amistoso ante Panamá, en un estadio semivacío, no era el lugar ni el momento. ¿Qué pasó entonces? El Estímulo cuenta la historia puertas adentro de esta abrupta salida.

1- No había sintonía con Noel Sanvicente. Arango siente una identificación total con César Farías. De hecho ambos comparten intereses en el actual Zulia FC. «Tarde o temprano Juan terminará jugando en Zulia», ha dicho el exseleccionador de la Vinotinto, que declara como si fuera el presidente de la entidad que juega en la primera división de Venezuela. La llegada de «Chita» -antagonista del estilo de Farías- no fue bien recibida por el capitán.  No se trata de un tema de profesionalismo. El mediocampista ha seguido trabjando. Tiene que ver con formas y estilos. La evolución del jugador, su etiqueta de inamovible, le llevó a sentir que estaba por encima de bien y del mal. Desde el inicio del nuevo proceso, sin embargo le hicieron sentir que era un jugador igual a sus compañeros, algo difícil de asimilar una vez que has tenido un status diferente.

2- La edad y su ritmo. Arango esperaba que en el nuevo proceso se apreciara lo que él estaba dispuesto a entregar: experiencia y pierna educada, mas no un gran despliegue físico. De hecho, esto último nunca ha sido su fortaleza. En México sucede así. Creía pues que cualquier técnico que llegara a la selección después de Farías sabría administrarlo. Sanvicente lo intentó en algunos amistosos, pero el resultado no fue positivo. Es más, contra Honduras fue catastrófico (el equipo se desmoronó en la zona de recuperación). Entonces sonaron las alarmas. Este experimento había culminado. Si se quedaba, tendría otra función.

3- Aún no se ve como suplente. A pesar de que entiende que ya no es un joven, el jugador de Xolos cree que puede aportar desde el primer minuto. Aceptaba no abrir todos los juegos, pero tampoco se veía como revulsivo o un salvador cuando el marcador era adverso.

4- La influencia en el grupo disminuye. Había jugadores que no comían o que no se reunían hasta que no estuviera el capitán. El cuerpo técnico actual empezó a trabajar para disminuir esa influencia.

5- Las desventajas en el mediocampo. El cuerpo técnico no está seguro de que Venezuela mejore con Arango en cancha. Por el contrario, siente que todos deben doblar sus obligaciones para que el «18» pueda desplegar todas sus capacidades, lo que obviamente incide en un desgaste general. Por lo tanto, las comunicaciones y las responsabilidades fueron mermando. El mediocampista y el cuerpo técnico apostaron en silencio por un salida salomónica. Si Juan quería apartarse, le abrirían la puerta. En la otra esquina, la falta de motivación -que en efecto existe- era una razón suficiente para apurar la decisión.

6- Los señalamientos de la prensa. Con César Farías y Rafael Esquivel como censores de los medios de comunicación del país, las criticas se minimizaban si el equipo perdía o los jugadores no estaban en su día. Tras la salida del DT y la detención del ex presidente de la FVF,  todo cambió. Viéndose señalado con insistencia, sobre todo en partidos contra rivales menores como Honduras, Juan sintió que no había necesidad de pasar por eso a sus 35 años. A esto se suma las dudas que tiene sobre el método del cuerpo técnico para alcanzar la clasificación a Rusia 2018. Basa este último punto en los resultados durante la Copa América y los amistosos. Es por eso que adelantó su salida.

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