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Brasil se queda sin X a un mes de significativas elecciones municipales

La disputa pública de Elon Musk, propietario de la red social X, con el Tribunal Supremo de Brasil, y en particular con el magistrado Alexandre de Moraes, está lejos de resolverse. Entretanto se sopesa el impacto político que puede tener la ausencia de este foro de debate, principalmente político, a escasas semanas de unas elecciones municipales muy importantes

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El 6 de octubre, unos 153 millones de brasileños están convocados a votar para escoger a sus alcaldes e integrantes de las cámaras municipales en 5.569 ciudades de este país de enormes dimensiones, conocido como el gigante sudamericano y cuya economía es la octava del mundo por sus dimensiones.

Aunque no tienen impacto en la correlación del Congreso, estas elecciones a ojos de analistas constituyen una suerte de termómetro y tras asentarse los resultados prácticamente comenzará la carrera para las elecciones presidenciales de finales del año entrante.

Pero, además, en estas elecciones municipales podrían definirse las venideras candidaturas presidenciales. El ex presidente Jair Bolsonaro está inhabilitado hasta 2030, y por tanto no podrá competir, y entretanto el mandatario Luiz Inácio Lula da Silva tendrá 80 años en octubre de 2025, cuando se celebren las próximas elecciones, por lo que un escenario es que nombre a un heredero político.

La disputa por la alcaldía de São Paulo es un claro ejemplo del poder de las redes sociales y de X en particular, en la discusión pública de Brasil.

El outsider ultra conservador Pablo Marçal irrumpió en la disputa por la alcaldía de la ciudad más grande y rica del país, robando votos al candidato al que apoya Bolsonaro, de acuerdo con analistas. Según los últimos sondeos, Marçal está técnicamente empatado en el primer puesto con el candidato de izquierdas Guilherme Boulos, respaldado por el presidente Lula da Silva, y con Ricardo Nunes, actual alcalde de São Paulo, avalado por Bolsonaro.

Devenido en el gran fenómeno electoral de este 2024, la justicia electoral obligó a Marçal a cerrar sus cuentas en redes sociales. “El resultado fue que las búsquedas, para ver qué estaba diciendo, se triplicaron”, apunta el consultor político Guillermo Raffo. Por otro lado, según El País, el bolsonarismo ha usado también las redes para torpedear la candidatura de Marçal.

La suspensión de X, que comenzó a entrar en vigor el 31 de agosto y que fue ratificada este 2 de septiembre, se ha insertado en una recrudecida ola de polarización política, y afectará principalmente al ex presidente Jair Bolsonaro (2019-2022), cuya acción política privilegia la comunicación por redes sociales, las cuales fueron determinantes para que ganara las elecciones de 2018 y quedara en segundo lugar en 2022, cuando buscó la reelección en unas elecciones en las que se impuso por estrecho margen el referente de la izquierda latinoamericana, Luiz Inácio Lula da Silva, para cumplir un tercer período de cuatro años.

Además, toda esta disputa que claramente divide a Brasil entre el bolsonarismo (a favor de Musk) y partidarios del presidente Lula da Silva, en respaldo del magistrado de Moraes.

La decisión, entretanto, no tiene vuelta atrás. Este lunes 2 de septiembre, de forma unánime, los cinco magistrados de la primera sala del Tribunal Supremo de Brasil ratificaron la suspensión temporal de X en el país, al avalar la decisión preliminar del magistrado Alexandre de Moraes, quien ha tenido una larga temporada de agrias disputas públicas con el propietario de esta red social, Elon Musk.

Al inicio, el juez del supremo ordenó suspender decenas de perfiles en esa plataforma, en el marco de un proceso sobre una masiva difusión de noticias falsas y ataques a la democracia y sus instituciones. La respuesta de Musk fue llamarlo dictador a través de la propia X y se negó a acatar las decisiones del magistrado, bajo el argumento de que cercenaban la libertad de expresión.

Este lunes, la sala en pleno respaldó al magistrado redactor de la sentencia, que entró en vigor gradualmente desde la madrugada del pasado sábado y se mantendrá hasta que la red social cumpla “todas” las decisiones de la corte, que “valen para todas las empresas que operan en Brasil”. La situación parece haber llegado a un punto ciego.

De forma previa a la suspensión, el máximo tribunal brasileño había ordenado a X a designar un representante legal en Brasil y cumplir una serie de órdenes para bloquear contenidos y usuarios. Pero Musk se negó cumplir con los pedidos, bajo el argumento de eso viola la libertad de expresión y sostuvo, además, que el magistrado de Moraes es una amenaza para la democracia.

Para Pablo Ortellado, profesor de Gestión de Políticas Públicas de la Universidad de São Paulo (USP), quien fue entrevistado por la versión en portugués de la BBC, la suspensión de la red social que funciona como un catalizador de las opiniones políticas, era “inevitable”, porque considera que la postura de Musk al desobedecer órdenes judiciales terminó constituyendo una “afrenta a la Justicia”.

Pero el profesor de la USP critica la forma en que el magistrado ha conducido el caso. “Creo que la forma en que Moraes está manejando todo esto es arrogante. Hay facultades excepcionales que no se justifican en estas actuaciones”, afirma el académico.

Ortellado analizó varias solicitudes de Moraes para eliminar perfiles en la plataforma X y concluyó que “pedir la eliminación de una cuenta a causa de una publicación es censura previa”.

“Es una disputa tan polarizada que a la gente le cuesta encontrar los matices. Quienes ven con preocupación la postura de Musk tienden a justificar todas las medidas de Moraes y viceversa”, precisa el profesor de la USP.

La medida, como se ha señalado, terminó por insertarse en un agrio debate político pre electoral, en el que abundan las acusaciones, las noticias falsas y las descalificaciones, teniendo como principal soporte la difusión de contenidos políticos en redes sociales.

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