Venezuela

Habitantes y familiares hablan: Lo de Tumeremo fue una masacre

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Familiares y allegados aseguran que 17 personas de Tumeremo han desaparecido, mientras que informantes de otras poblaciones aún esperan por el regreso de 11 mineros. En total, 28 venezolanos no han regresado a sus hogares. Mientras que testigos aseveran que fueron asesinados, autoridades gubernamentales lo desmienten.

La mañana del viernes, la mayoría de mineros que entraron a la Atenas, frente al fundo Kaballape en la carretera entre Tumeremo y El Callao (al sur del estado Bolívar), regresaron a sus casas luego de una nueva jornada en búsqueda de oro. La suerte, sin embargo, no fue igual para todos.

“Fue como a las ocho de la mañana cuando se armó la bulla (como se conoce al descubrimiento importante de un yacimiento de oro, generalmente de forma superficial), y no fue como hasta las ocho de la noche que los dejaron salir a los que quedaron vivos”, relata una fuente que por su seguridad prefirió mantener su nombre en anonimato.

Por la cercanía de la mina, muchos de los trabajadores acudían la mañana y al caer la noche regresaban a sus casas. No obstante, ese día esa rutina cambió: 28 desaparecieron y sus familias exigen justicia. Los sobrevivientes aseguran que a todo aquel que veían “nervioso o que intentaba huir » le disparaban.

Lo que relatan algunos testigos es que en la entrada de dicha mina había una falsa alcabala. Un hombre que jamás podría pasar desapercibido la atravesó. A este lo identificaron como: «El Topo», alias de Hendry Norberto Bonalde. Diferentes fuentes aseguran que desde ese momento comenzó la pesadilla.

El Topo, tercer delincuente más buscado en el estado Bolívar, no estaba solo. Le acompañaban otros secuaces algunos encapuchados y con chalecos antibalas. Muchos llevan fusiles y AR-15.

Esos testigos no dudan: las víctimas fueron asesinadas y descuartizadas. Posteriormente, los cadáveres fueron montados en un camión azul verdoso, y trasladados hasta el sector del Nuevo Callao, liderado por Bonalde.

Larga espera

Fuentes policiales informaron que el rumor llegó rápido a la población y poco a poco las familias de los trabajadores de la mina empezaron a reunirse a las afueras del hospital José Gregorio Hernández de Tumeremo. Allí, la espera por alguna información duró varias horas. Y en efecto, ningún minero llegó.

No fue hasta la madrugada del sábado 05 de marzo que algunos buscadores de oro dieron señales de vida. Sus relatos revelarían  lo que sucedió. Se contaron y concluyeron que faltaban 17 compañeros, entre ellos Roger Romero, José Romero, Gregorio Romero-los tres son hermanos-, José Gregorio Nieves, Jesús Aguinagalde, Keiner Zambrano, Gustavo Guevara, Luis Díaz, Armando; Jairo Rodríguez y Ángel Ignacio Trejo Sosa.

Otros de los desaparecidos eran José Ángel Luis Montilla, Néstor de Jesús Ruiz Montilla, José Armando Ruíz Montilla y dos hermanas: Marieli y Daila Ruiz. Otras 11 personas tampoco podían ser localizadas. Según los sobrevivientes, pertenecen a otras zonas y también fueron víctimas en el suceso.

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Una fuente le confirmó a El Estímulo que una de las víctimas era Ángel Ignacio Trejo Sosa, estudiante del tercer año de Derecho en la Universidad Gran Mariscal de Ayacucho (UGMA). Tenía 30 años. “Él no era minero. Junto a su hermano tenía un molino allá y el viernes iba en su moto para ver cómo iba el negocio. Cuando iba a entrar a la zona estaba la “alcabala” y allí lo interceptaron. Intentó encender la moto para huir pero le dispararon”, explicó el informante.

“Un testigo vio todo lo que hicieron con él. Cómo lo montaban en el camión que pasó por enfrente de la sede del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC), y hasta por el punto de control Casa Blanca perteneciente a la Guardia Nacional Bolivariana (GNB)”, añadió el testigo.

Los sobrevivientes, cuando llegaron a su pueblo, lo primero que hicieron fue obligar a las familias a trancar la Troncal 10 -entrada de Tumeremo-, medida que aún mantienen.

Por seguridad, en este reportaje usaremos el nombre de Carlos Pérez para referirnos a la persona que nos ofreció información de lo sucedido. “Todo aquel que entraba era detenido en la falsa alcabala. Retuvieron aproximadamente a 700 mineros. Ellos (liderados por «El Topo») querían apoderarse de la mina, contando con el respaldo de la gente del Gobierno”.

Carlos Pérez asegura que lo alarmante es que “ellos («El Topo» y sus cómplices) se hicieron pasar por una comisión mixta. A Ángel lo mató un funcionario del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) porque «El Topo» estaba con ellos así como efectivos del Cicpc”.

Castrenses del Ejército, GNB y Cicpc realizaron un recorrido tanto por la mina donde presuntamente se desarrolló la bulla, así como por minas cercanas. No obstante, aseguran que no encontraron cadáveres, ni pruebas de homicidio.

Mientras, las familias de los desaparecidos afirman que los cuerpos fueron llevados hasta la mina Hoja Lata, y lanzados por una farallón de aproximadamente 51 metros.

«No hubo masacre»

A pesar de que las familias dieron nombres y aseguraron que sus parientes fueron asesinados, el Gobernador del estado Bolívar, Francisco Rangel Gómez, desmintió en entrevista a Venezolana de Televisión (VTV) que en Tumeremo se diera “habido una masacre”.

“Cuerpos de seguridad efectuaron la revisión del lugar donde presuntamente ocurrió ‘la masacre’ y no fue encontrado indicio o prueba del hecho”, expresó. “Una vez más, politiqueros irresponsables pretenden generar zozobra en el sur de Bolívar con falsas informaciones sobre mineros asesinados”, acotó.

Sin embargo, para el alcalde de Tumeremo, Carlos Chancellor, existe una evidente seguridad en los testimonios de quienes han realizado la denuncia.“Los padres, los hermanos, los hijos, las madres, trancaron la vía exigiendo una investigación de la desaparición de sus familiares. Son 17 de este municipio y con los de las otras poblaciones serían 28”.

“Me sumo al clamor popular y exijo una investigación rápida, que tenga resultados inmediatos sobre la situación que ha generado desesperanza en el pueblo y entre los familiares de los desaparecidos”, comentó Chancellor. Aseguró, además, que los familiares de los mineros no han tenido contacto con el Gobernador.  “Lamentamos las declaraciones (del Gobernador), si bien es cierto que hasta ahora no hay evidencia de cadáveres, es notorio y público que están desaparecidos. Este pueblo está denunciando un grupo de desaparecidos”.

El diputado a la Asamblea Nacional por el estado Bolívar, Américo De Grazia, expresó que “el Gobernador niega tal acontecimiento, pero tampoco da esperanzas de que puedan abrirse las averiguaciones al respecto. Salió diciendo que la mina Hoja Lata -donde las familias aseguran que fueron llevados los cuerpos- fue entregada a alguna cooperativa, algo totalmente falso, porque esa mina es operada por el Pran colombiano «El Topo». Después de más de 24 horas, en vez de abrir la averiguación pertinente, se pretende criminalizar al mensajero y no al contenido del mensaje. Amenaza con enjuiciarme por hablar en nombre de los ciudadanos”.

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“Yo quisiera que el ciudadano Gobernador le dijera a Yosleisa Montilla, madre de 52 años, dónde están sus tres hijos: José Ángel Luis Montilla de 31 años, Néstor de Jesús Ruiz Montilla de 37, y José Armando Ruíz Montilla de 21 (este último tiene 12 hijos). Y esta mina tiene una particularidad: la gente va a trabajar y regresa. Ya tienen 72 horas allá y no han regresado”, sostuvo De Grazia.

¿Quién es «El Topo»?

El líder minero había sido detenido por funcionarios de la Policía del Estado Bolívar (PEB), en mayo del año pasado en la Plaza La Cuka, en la población de El Dorado junto a dos integrantes de la banda apodados «El Coco» y «El Brayam». Según la PEB, la banda del hombre se dedica al robo y hurto de vehículos.

«El Topo»  presenta cuatro solicitudes ante la justicia: tres por robo de vehículo y una por lesiones. Además cuenta con dos registros policiales: uno por el homicidio de un expolicía de la PEB (el 11 de julio de 2013) y el segundo por aprovechamiento ilícito de cosas provenientes del delito (el 6 de noviembre de 2010).

Para ese entonces el director de la policía, general Juvenal Villega Torrealba, indicó que la banda decidió migrar al sur del estado para ser reclutada por otras organizaciones armadas, que operan en la población de El Dorado.

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