FOTOS | Caballos de carrera, otras víctimas de la escasez en Venezuela
El dolor es tan agudo que se revuelcan. Adoptan posturas peculiares como tirarse al piso y levantarse repetidamente o sentarse y estirarse. Gimen, escarban, aumenta la sudoración. Se vuelven inapetentes. La angustia y la ansiedad se apoderan de ellos, y hasta buscan morder o arañarse el estómago. Estos son algunos de los síntomas en un caballo con cólicos, el asesino número uno de los equinos.