En el edificio donde viven los padres de Sven Silva Perugini, Giovanina y Asdrubal, ubicado en San Antonio de los Altos, reina la consternación. Los vecinos no salen del asombro luego de que se confirmara la muerte del joven de 29 años de edad, que falleció en los ataques terroristas ocurridos en París el pasado viernes. Fue uno de las víctimas en Bataclan.
Silva Perugini se fue del país junto a su hermana hace más de dos años. Ambos se fueron a estudiar inglés a Dublin, en Irlanda. Luego de un tiempo se separaron. Sven se fue a Palma de Mallorca, España, y su hermana a Inglaterra. Cada quien a trabajar en lo suyo, cuenta Nataly Mercado, amiga de Giovanina Perugini.
En el Centro Marzi, edificio donde creció Sven, lo recuerdan con cariño. «Lo conocí chiquito, lo vimos crecer y ahora nos enteramos de esta trágica noticia», cuenta Miguel un vecino de la familia desde hace más de 20 años. «Yo no sé ni que le voy a decir a mis vecinos cuando los vea. Cuando vi la noticia pude imaginar lo que siente Giovanina y Asdrubal. La pérdida de un hijo es lo peor que puede vivir una persona y más de una manera tan trágica como esta. Yo tengo un hijo que se fue a Chile y enseguida me sentí identificado», dijo el señor.
«Esos muchachos -refiriéndose a los hermanos Silva Perugini- se fueron de Venezuela en búsqueda de un mejor futuro. Como escape a todo lo que se vive actualmente en el país, sobre todo la inseguridad. Y ahora mira la manera en que vino a morir este joven», dice el vecino.
Nataly Mercado contó que los padres de Sven planeaban irse también en algún momento. «La intención de ellos era irse, pero el esposo de Giovanina estaba en proceso de jubilación, él es profesor universitario de la Upel. Con la nacionalidad italiana de Giovanina es más fácil dar ese paso, tal y como lo hicieron sus hijos. Como amiga que somos, ella me decía que sentía nostalgia por tener a sus hijos fuera del país, pero le daba alivio saber que en donde vivían estaban seguros», relató Mercado quien por muchos años fue compañera de trabajo de la señora Perugini en la Escuela Básica Nacional Los Salias, ubicada en San Antonio.
La madre de Silva Perugini viajó a Europa hace aproximadamente dos semanas para visitar a sus hijos. Estuvo primero en Palma de Mallorca con Sven y luego voló a Inglaterra para encontrarse con su hija. Estando con ella fue que ocurrió el atentado terrorista. Los planes de la familia era que los cuatro pasaran las navidades juntos.
«No es porque haya pasado lo que ocurrió, pero él era un muchacho tranquilo, humilde, brillante y muy pana. Así como dicen: todo happy», dijo una vecina del mismo piso donde reside la familia de Sven.
«Yo soy mayor que él, pero compartimos una vez en un local nocturno por unos amigos que teníamos en común. Conozco a su familia desde hace 16 años que tengo viviendo en este edificio», dijo la dama que fue interrumpida por otro vecino que también contó algunos de sus encuentros en las áreas comunes de la residencia.
«Cuando nos encontrábamos hablábamos de informática, que fue lo que yo estudié y también Sven. Era un muchacho tranquilo. Siempre fuimos buenos vecinos», dijo Miguel.
Cuatro pisos más abajo de donde vive los Silva Perugini, reside una familia muy amiga y cercana a la pareja de docentes. Ellos atendieron al equipo reporteril de El Estímulo, pero dijeron no querer comentar nada de lo ocurrrido hasta tanto los padres de Sven les autorizara.
«¿Qué te puedo decir? ya imaginarás lo que sentimos. Desde anoche estamos muy mal, y peor nos pusimos cuando nos llamaron de allá esta mañana. Medio hablamos con la hermana de Sven porque ella ni podía conversar. Esto es horrible», dijo la joven amiga de la familia que prefirió no identificarse.
Los ex compañeros de trabajo de la señora Giovanina mandaron a hacer una misa por el descanso del joven sanantoñero que se realizará este miércoles a las 5:30 pm en la iglesia de Los Castores.