Economía

Cifras del BCV chavista admiten desastre económico en Venezuela

Los primeros indicadores económicos reconocidos por el chavismo en años desnudan desde el Banco Central de Venezuela el profundo colapso de la economía venezolana, con una tasa de inflación oficial de 130.060% en 2018 y un derrumbe acumulado entre 2013 y 2018 del 47,6% en el Producto Interno Bruto, o suma total de riqueza producida por un país.

Publicidad
Foto: Daniel Hernández/El Estímulo (Archivo)

El Banco Central divulgó los números al final de la tarde del martes 28 de mayo, para sorpresa de economistas, académicos, periodistas, analistas y empresarios.

Desde finales de 2013, por orden de Nicolás Maduro, el BCV dejó de emitir indicadores fundamentales que son usados por empresas, sindicatos, organismos internacionales y personas comunes para trazar escenarios, exigir aumentos de salarios y precios o planificar presupuestos.

En 2016 la inflación fue de 274,4%, para saltar a 862,6% en 2017 y desacelerar hasta 130.060,2% en 2018, siempre según la versión oficial.

Estos números aunque los más altos admitidos por un organismo del Estado en años, están muy por debajo de estimaciones de economistas independientes, empresas de análisis de escenarios y estadísticas, de las previsiones del FMI y de lo que arrojan los estudios de campo de la Asamblea Nacional (Congreso) en los últimos años.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó la inflación venezolana en 1.370.000% en 2018 y la proyecta en 10 millones por ciento para 2019.

Otros indicadores divulgados en la página oficial del BCV en Internet, revelan una caída de 19,2% en el PIB en los primeros tres trimestre de 2018, que se sumó al 18,6% en 2017.

También desnuda desplomes verticales en sectores clave para la generación de empleo y  que tiene efecto multiplicador en el resto de la economía, lo que revela el grado de postración de la que solía ser la cuarta mayor economía de América latina después de Brasil, México y Argentina.

En los años del chavismo bajo la égida de Nicolás Maduro, este país rico en recursos petroleros pero quebrado financieramente, exhibe resultados tan nefastos como si hubiera sido arrasado por una guerra o un severo desastre natural.

Son resultados previos a la aplicación de sanciones por parte de Estados Unidos contra el régimen de Nicolás Maduro por sus atentados contra la Democracia y el Parlamento opositor.

También son previos al colapso de servicios públicos como electricidad, suministro de gas natural, agua y transporte público que sufre toda Venezuela en mayor o menor grado. También ocurrieron antes de que se cerraran las fuentes financieras internacionales al gobierno y antes de que se acumulara una deuda externa de unos 130.000 millones de dólares, la mayor parte en default (impago de capital e intereses por falta de divisas).

Por estas razones los expertos prevén que el desplome se acelerará en los próximos meses, en medio de una crisis política e institucional y un estado de calamidad pública que se refleja en desempleo y escasez de alimentos y medicinas.

La Construcción se derrumbó un acumulado de 95% entre 2013 y el tercer trimestre de 2018; el sector Comercio un 79%; las actividades de Instituciones Financieras 79% y la Manufactura 76%.

«La Inversión de capital cayó 45,3% en 2017 y en 47,8% hasta el tercer trimestre de 2018», destacó de la lectura la firma Ecoanalítica.

Los datos indican que el consumo se redujo 16,2% en el año 2017 y otro 18,7% hasta el tercer trimestre de 2018, casi en línea con el desplome del PIB.

Otro indicador oficial que está en línea con los cálculos independientes es el de las exportaciones petroleras, que cayeron a 29.810 millones de dólares en 2018, un abismo comparado con los $85.603 millones en 2013 y $71.732 millones en 2014.

Durante los últimos años la producción de hidrocarburos de la estatal Petróleos de Venezuela cayó en picada, y apenas fue compensada parcialmente por empresas mixtas con firmas internacionales.

«Los datos que acaba de publicar el BCV, por muy maquillados que pudieran estar, reflejan la tragedia económica nacional. Son datos espeluznantes y lo malo es que en la economía todo puede estar peor si no se toman las medidas correctas, en su orden lógico y al ritmo adecuado», destacó en su cuenta de Twitter el economista Víctor Alvarez, un ex socialista y ex ministro ex chavista.

Las estadísticas no explican por ejemplo como el saldo de la deuda pública total pudo reducirse hasta $91.962 millones en 2018, desde $128.768 millones en 2017, pese a que a finales de este último año el gobierno de Maduro dejó de pagar intereses y capital de bonos que están circulando en el mercado financiero internacional.

En este saldo el BCV dice que el valor  nominal de bonos y pagarés dentro del total de la deuda externa pública se redujo desde $49.578 millones en 2017 hasta $12.772 millones en 2018, pese a que según estudios financieros de firmas especializadas, no han sido pagados compromisos de estos papeles en los últimos 18 meses. Grupos de acreedores se organizan para emprender acciones legales contra la República de Venezuela por el default generalizado.

«Después de 3 años en la oscuridad, BCV libera estadísticas económicas de Venezuela que corroboran la más grande depresión vista alguna vez en la región, compresión de las importaciones de casi 80% en 6 años, e hiperinflación desde Dic. de 2017. La catástrofe venezolana es oficial», comenta el economista Leonardo Vera en Twitter.

«El BCV reconoce que el chavismo demolió la economía venezolana, aniquiló nuestra moneda y nos deja una fragilidad externa sin precedentes. Esto -inclusive- en una batería de archivos donde reina la mentira y los trucos contables. Bárbaro», repica el economista y profesor de la UCAB Gorka Laguna, también en Twitter.
«El BCV también confirma que la mayor parte de la destrucción de la economía ocurrió mucho antes de las sanciones», señala el experto financiero Henkel García, de la firma Econométrica.
Publicidad
Publicidad