Ciencia

Así vivió Venezuela la llegada del hombre a la Luna

Hace cinco décadas, Neil Armstrong cumplió el sueño de millones de personas cuando se convirtió en el primer hombre en pisar la luna. Quienes recuerdan la misión Apolo 11 lo hacen con nostalgia, emoción e impresión. Hoy, en su quincuagésimo aniversario, lo espectadores cuentan a Clímax sus experiencias ante este acontecimiento trascendental para la humanidad

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El evento histórico que comenzó la noche del 20 de julio de 1969 se extendió hasta entrada la madrugada del día siguiente, al menos según el tiempo universal. En Venezuela, con cuatro horas menos, aún era domingo cuando el módulo espacial Eagle se posó sobre la superficie lunar. Ya de noche, los venezolanos vieron descender lentamente por unas escalerillas de la nave a Neil Armstrong, hasta posar su pie sobre la Luna. Eran las 10:56 pm del 20 de julio cuando Radio Caracas Televisión transmitía el evento, con narración en directo y comentarios de Renny Ottolina, que aprovechaba ser bilingüe para traducir lo que la señal maestra emitía desde Estados Unidos. Fue, además, la primera transmisión satelital en las pantallas locales.

Aunque para la época algunos permanecían incrédulos o sentenciaban el fin del mundo con el alunizaje, contemplar el instante era necesario. El mundo se paralizó y las calles estaban casi vacías, algunos observaban a Armstrong caminar en suelo lunar desde sus hogares junto a sus familiares y otros se reunieron con amigos en algún restaurante caraqueño. Lo cierto es que, sin importar el lugar, la alegría, emoción y satisfacción sacudía a miles de venezolanos.

Pero no todos miraban con fruición la pantalla en blanco y negro. Oscar D’ León, por ejemplo, no le dio mayor importancia. Aún no era el sonero del mundo, ni un cantante de cartel. Era Oscar, el taxista caraqueño que consideró la hazaña del Apolo XI como «simple». Eso sí, cuenta que pasó su jornada conversando con un periodista sobre el tema, un pasajero. Desde entonces han pasado muchas lunas, y el salsero evalúa el momento de manera distinta: «fue muy importante», apostilla.

“Es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad”, fueron las palabras de Armstrong al posar su pie por primera vez sobre el satélite. Una frase célebre que definió una era de avances tecnológicos.

En todo el mundo, 600 millones de personas tuvieron la oportunidad de seguir en vivo la misión Apolo 11, que había iniciado el 16 de julio con el despegue desde Florida. Cuatro días después, ocurrió el alunizaje.

«Fue un momento tan grande que todos los países del mundo se quedaron en silencio», recuerda Luis López. «Para mí muy emocionante, al grado que me compré un modelo escala del Saturno V», recuerda Simón Villanueva. Emocionante es el término que usa Roberto Castillo para calificar el momento que aún recuerda. «Fue por RCTV, con Renny Ottolina, hasta la madrugada», añade.

Enrique Rondón Nieto entendía el significado, más allá de lo tecnológico. «Había una competencia entre la Unión Soviética y Estados Unidos, quién ponía primero a un hombre en la Luna. Lo recuerdo como una gran información», dice el devendido en periodista. «Cuando el hombre se bajó, aplaudimos emocionados».

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