Curiosidades

Sexo y muerte: la historia repetida del necrófilo de Holic

Desde 2008 el relato de una chica seducida por un galán con quien intercambia besos y fluidos para terminar infectada con una extraña bacteria ha corrido entre jóvenes de distintos países. La leyenda urbana ha sido escenificada en distintos países y contextos. Por primera vez se adaptó a Caracas en un libro de cuentos. Finalmente, fue aprovechada para impulsar el mercadeo del local nocturno de Las Mercedes

Fotografía: Ashley Hutchinson
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Sexo. Muerte. Rumba. Redes. Los factores se combinaron para hacer de un simple audio –una nota de voz entre dos jóvenes- un fenómeno viral. La historia que cuenta el narrador es sobre una muchacha que va a la discoteca Holic de Caracas, se levanta a un tipo con quien intercambia besos y se va a su casa luego de rechazar (no gustosa), una invitación a pasar la noche con el galán. Con el paso de los días, una infección crece en la boca de la chica, que se termina descubriendo es producto del roce y saliva con aquél muchacho acostumbrado a alcanzar el orgasmo con cadáveres, según se descubre cuando es atrapado por el Cicpc liderado por el papá de la víctima con las manos en la masa –bueno, en el rigor mortis.

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La necrofilia vende, y más en tiempos de The Walking Dead. Pero la historia no es real. De hecho, no solo ha sido compartida en distintos años sino que su locación ha cambiado hasta de país, y en cada ocasión agregando detalles que lo hacen más local, más verosímil, más atrayente y más narcótico.

La historia, el mito del beso y de la bacteria en la boca, viene rodando de boca en boca desde hace casi una década, al menos. En Internet, una de las primeras páginas que registra el relato es el foro de la argentina Paranormal.com.ar, donde un usuario la contó en 2008 como “la historia que contó una amiga de mi amiga sobre lo que le pasó a una excompañera de otro trabajo”. Y comienza la fábula con varios cambios: la fiesta fue en una casa y no en una discoteca y llegó hasta el sexo oral, para luego desembocar en infección, bacteria, consulta médica y revelación de que el muchacho trabajaba en una morgue. No hubo Cicpc.

En paralelo, en Goiânia corría el rumor de que tal suceso había ocurrido en ese municipio de Brasil. Ese año 2009, en noviembre, las periodistas Lorena Gonçalves y Paula Falcão investigaron el asunto, llegando a confirmar con la policía local y con un hospital de la zona que no se había recibido caso o denuncia como la comentada en relatos compartidos entre universitarios que ubicaban a la protagonista en cuidados intensivos e, incluso, “en coma”. La fábula traducida al portugués se replicó en Curitiba, Palmital y Estância Velha.

En 2010 la historia reflotó en tres países. Ahora habría ocurrido en Cancún, a donde una chica conoció a un tipo “que se veía bien”, según cuenta Chilango.com. La infortunada inexistente terminó besándolo luego de bailar y coquetear, para después hacerse de la dirección de su “depa” que el joven le pone en las manos “para que cuando quiera ella lo vaya a visitar”. Al día siguiente, la historia invariable: llaga en la boca, cita médica, revelación de la causa. Luego de una denuncia, “las autoridades llegan al departamento de este hombre para encontrar 6 cuerpos, la chica estuvo a punto de ser el séptimo”.

En paralelo, en Argentina el relato tomaba nuevos aires, ahora en un boliche de Mar del Plata. Besos y caricias y nada más, esparció el germen en la piel de la protagonista de esta versión que había intercambiado nombre y número telefónico con el hombre de gustos fríos. Luego de acudir al médico y confirmar las causas, provino una denuncia a la policía y la detención al necrófilo, descubierto con dos muertas similares a la denunciante. El  cuento, difundido en portales como Taringa, afirma que “la noticia apareció en un diario de la zona”, que nadie ha visto ni verá. Dato curioso: un usuario del foro afirma que “no es una leyenda” sino una verdad. “Lo sé de buena fuente”, remata.

En España, se difundió como algo ocurrido a una estudiante del programa Erasmus en Amsterdam, donde el baño de una discoteca era escenario para no una sino para dos felaciones de la ibérica a un holandés de buen ver que también compartía lecho con dos cadáveres cuando fue sorprendido por uniformados, según publicó un usuario en Forocoches.com.

En Caracas, en la Universidad Monteávila la leyenda urbana corrió por sus pasillos en 2010, con una variación: la chica era caraqueña y el asunto ocurrió durante un viaje al país albiceleste, de esos de “la típica muchacha turista que se levanta a un argentino que le habla con ese acento bonito”, abundantes entre la muchachada caraqueña. En 2011, de hecho, Elisa Molina, Claudina Pérez y Andreína Van den Branden, escucharon la narración de la supuesta infortunada caraqueña por la tierra de Evita Perón y lo plasmaron en un cortometraje que produjeron para la materia de Televisión, bautizado “José Cuervo”. Ahora lo buscan desesperadamente para subirlo a YouTube y darle unos tres minutos de fama.

En 2012, el escritor Manuel Gerardo Sánchez relató la historia en su cuento «El Beso«, forma parte del libro de relatos El último día de mi reinado, publicado en 2013 por Sudaquia Editores en Nueva York y luego en Caracas por Editorial Ígneo en 2014. “Con lenguaje ampuloso y engolado, ‘El Beso’ narra un anécdota cotidiana: tres amigas caraqueñas que van de viaje a París. ‘Gulusmean’ una fiesta de disfraces y una de ellas se tropieza con un hombre tan atrayente como irresoluto. Se besan y entonces comienza una tragedia que termina en llantos, enfermedad y muerte. Resuelta que la ficción también se puede convertir en mito urbano”, publicó el autor en sus redes sociales luego de escuchar el “audio de Holic”. En su fábula, que puede leerse en Ficción Breve, acaso único registro escrito, un viaje a París sirve de escenario para la tragedia que resolvió el caso del hombre que había ocasionado, al menos, tres casos similares en la ciudad de la luz.

portadaManuelGerandoSanchez

Tan solo el 31 de julio pasado, un mes antes del “audio de Holic”, el portal Oriente20.com publicó una recopilación de cinco leyendas urbanas, ubicando esta historia como la número tres -titulada “Las aficiones de un amante”– en la que la chica acude a casa del hombre y nota un olor sospechoso que no le impide entregarse a él. El portal es de Maturín, donde al parecer sí pudieran ocurrir cosas como estas y no como dice la famosa nota de voz: “eso no pasa en Valencia, bro”.

La “viralización” del audio sobre la historia que habría comenzado en la discoteca caraqueña hizo del mito un asunto local, por primera vez ocurría en Caracas. Quien subió la nota a Internet aclaró que era chiste, y el local nocturno aprovechó para hacer mercadeo.

Así corren los mitos urbanos, más rápido que cualquier zombi persiguiendo a Brad Pitt en World War Z.

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