La señora Amelia guarda los escarpines del Niño Jesús
Hay gente que vive para servir. La señora Amelia, por ejemplo, tiene 82 años, y por lo menos 70 los ha dedicado al servicio divino en la Iglesia Dulce Nombre de Jesús. Pero este año su oficio fue interrumpido por la pandemia. En su casa conserva parte de la memoria histórica de Petare, desde legajos del siglo XVIII hasta los zapatos milagrosos del Niño Jesús