Internacional

La división coreana se supera a mordiscos

Dos años de guerra a mediados del siglo pasado se tradujeron en fronteras cerradas, familias separadas y promesas rotas. La península coreana, herméticamente dividida por el paralelo 38, se desdibuja con la llegada de 186 familias surcoreanas, listas para ver caras ajadas por los años y la separación, en un encuentro que olvida latitudes y revive emociones

Fuente: EFE
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186 familias, conformadas mayoritariamente por surcoreanos de la tercera edad, han recorrido kilómetros en aire y tierra para reencontrarse con los seres queridos que, por la fuerza, jamás vieron en persona luego de 1953. A partir de la tarde de este martes y hasta el lunes próximo, décadas de historias, anécdotas y recuerdos serán el ingrediente principal de almuerzos que familias reencontradas compartirán tras más de 60 años de separación.

Como si un venezolano emigrante redescubriese una hallaca tras años en el extranjero, con sus seres más queridos y sin importar el lugar, los coreanos encontrados harán lo mismo con los platos asiáticos más típicos de la región cuando se prueben como vez primera. En un solo lugar, se agruparán las más comunes creaciones culinarias de aquellas naciones que solían ser una, acontecimiento lastimosamente pautado entre gobiernos.

Kumgang, al sureste de Corea del Norte, será el escenario de lágrimas y risas contenidas y guardadas luego de que el paralelo 38 partiese la zona como el ecuador divide hemisferios. En los últimos 30 años, 129.264 personas han solicitado asistir a este tipo de acogidas, solamente en Corea del Sur. Hoy en día, quedan vivas, aproximadamente, la mitad de los aspirantes.

Las expectativas a la apertura fronteriza siguen tan latentes como en Venezuela, salvando las distancias, literalmente. Mientras tanto, las mejoras bilaterales entre Seúl y Pyongyang de las últimas décadas han permitido que eventos como el de la vigésima edición de las reuniones familiares se lleven a cabo. La de esta semana es la primera desde febrero del año pasado, de acuerdo con el Ministerio de Unificación de Seúl. En comparación con los miles que fueron forzosamente separados tras la Guerra de Corea, parecen ser pocos los privilegiados que han vuelto a ser la familia que una vez fueron, así sea por unas pocas horas, para luego volver a sus realidades no tan distantes territorialmente.

Cientos de abuelos, padres e hijos separados revivirán sus lazos consanguíneos en encuentros cara a cara o colectivos. En 1985 tuvo lugar el primer encuentro de este tipo y desde entonces se han organizado hasta ahora 19 ediciones –casi todas la pasada década– en las que han participado unos 18.800 parientes de ambos lados, casualmente coincidiendo siempre con etapas de distensión política entre la Corea de Kim Jong-un y la de Park Geun-hye, la primera mujer presidenta de la nación del Sur.

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