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¿Cómo ayudar a los niños a superar el miedo a nadar?

Es normal ver que muchos pequeños sientan temor cuando se van a meter en una piscina o en una playa, porque temen ahogarse y que les pase algo malo. Por esa razón, muchas veces suelen meterse solo cuando están acompañador por sus padres o representantes. Sin embargo, esto le puede restar diversión a disfrutar de un momento agradable.

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Estar siempre pensando que uno se va a ahogar puede causar ansiedad en la persona que nada, y mientras más pequeño sea, menos sabrá cómo manejar ese miedo a nadar. En vista de ese temor, a continuación se dan una serie de recomendaciones orientados a los más pequeños de la casa, para que se sientan relajados en el mar o la piscina.

En primer lugar, pueden empezar nadando en aguas que no sean profundas. Una buena idea es practicar los movimientos básicos de la natación, que muchas veces tienen que ver con mover los brazos o las piernas. Aparte, es posible sumergirse de a poco y aguantar la respiración lo más posible, con el fin de sentirse a gusto bajo el agua. Asimismo, al reforzar la sensación de control, puede aportarle seguridad al nadador o a la nadadora.

¿Cuáles son los síntomas más comunes?

Las personas que sufren de un miedo intenso al agua, que se conoce de forma técnica como acuafobia, pueden sentir un deseo intenso de huir cuando ven superficies de agua, aparte de percibir una alteración importante en su estado general del cuerpo. Es posible que tiemblen o quieran correr tan pronto como ven el mar o un río. En muchas ocasiones el miedo a nadar incluye el miedo de no saber que hay debajo del agua, aparte de ahogarse, como se mencionó antes.

Muchos optan por divertirse dentro de casa, sentados frente a la computadora y conectándose a un casino online de netbet. No hay que preocuparse por tiburones ni por ningún otro riesgo. A su vez, en el hogar se tiene completa libertad de ser como uno es, sin necesidad de superar escollos producto de situaciones psicológicas o reales. Pero si de todas formas se quiere luchar contra problemas internos, hay que conocer bien la teoría.

Parte de eso es saber diferenciar entre un miedo y una fobia; el primer concepto es un temor que no limita mucho a la persona, mientras que el segundo si imposibilita muchas actividades y representa un gran obstáculo. Hay muchas fobias documentadas, como se puede ver en la siguiente lista.

¿Qué puede servir para no tener miedo?

Antes de hablar de estrategias para evitarlo, primero hay que entender que el miedo es una respuesta natural ante una situación que se percibe como peligrosa. Énfasis en la parte de “se percibe”, puesto que a veces solo es un peligro en la mente de la persona. Puede que en la realidad no sea nada peligroso.

Una forma de sentirse libre de miedo es entender que todo está en la mente y que lo que tanto atemoriza, probablemente no haga daño o ni siquiera exista. Tal vez sea solo una creación del cerebro o la imaginación. Igualmente, si se tuvo una experiencia desagradable antes, no significa que se vaya a repetir en el futuro. Las situaciones son distintas y ninguna se repite, por más que se piense lo contrario. Lo cual es bueno, ya que quiere decir que lo malo del pasado quedó atrás, y solo queda el momento presente en que se vive.

Por cierto, una técnica para superar el miedo a nadar es concentrarse en el momento actual; tomar una respiración profunda y prestar atención a los estímulos del entorno, ya sean en forma de olores, superficies, gustos, sentimientos, etc.

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