Cultura

White God, la revolución de los perros

La película ha levantado comentarios a favor y en contra desde su estreno. Fue galardonada en Cannes (Mejor película en la sección "Un Certain Regard") y en el Festival de Sevilla (Premio Eurimages). Sitios especializados como Cineflect.com  la catalogan como esencial en la lista de 2015 y otras criticas, como en El Mundo de España, la tildan de fallida por su mezcla de géneros. ¿Qué hay detrás de esta cinta donde el protagonista es un perro callejero?

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Soy de los que sospecha de la gente que quiere más a los animales que a las personas. Quererse, entre humanos, exige un esfuerzo inmenso. Conservar amistades solo es posible a través del diálogo, que permite expresar nuestras diferencias. El lenguaje afianza o distancia. Me gusta pensar que puedo contar con mis amigos y que ellos pueden contar conmigo. Y si bien no son más que un puñado, puedo decir que con esa mano me basta y sobra. No se confundan, valoro el esfuerzo de quien se preocupa por cualquier ser vivo, sin embargo creo que la comunicación con otras especies (gatos, perros, pájaros o guacamayas) se basa en el principio de la autoridad, ergo, en la subyugación.

Es el hombre el que decide las reglas: hora de comida, de baño, de sueño, de hacer pupú… A cambio se obtiene una fidelidad muy parecida a la amistad, incluso a la paternidad. Pero no nos engañemos, en tal relación no hay simetría. ¿Quién sanciona al que se olvida de alimentar a un animal? Basta ver la fiebre que se desarrolló con el Domador de Perros, un programa que hasta fue comprado por la televisión «socialista» de Venezuela, para comprender cómo creamos el vínculo. En mis fantasías, todos los «domados» por César Millán se la cobran como los alumnos a los maestros en The Wall.

Así que de cómo nos relacionamos con las personas y con los animales va White Dog, un filme que desde su título juega con el espectador. Dog (perro) es un palíndromo. Al contrario se lee God (Dios). En 1982, Sam Fuller dirigió una película de igual nombre, que partía de una idea original: la reeducación de un perro racista; un Pastor alemán, para que concluyan de una vez la analogía de la trama. En este caso, la propuesta del húngaro Kornel Mundruczó reflexiona sobre la manipulación de la naturaleza y las leyes. De inicio nos topamos con el primer mandamiento: los dueños de canes de raza no pagarán impuestos, mas aquellos que convivan con los impuros (estos son los perros cruzados o callejeros) sí deberán hacerlo. Esta es la primera referencia directa a las sociedades donde las minorías siempre llevan las de perder. Y por eso White Dog es mucho más que su apariencia.

Lili (Zsófia Psotta), con apenas 13 años, se encuentra a las puertas del segundo quiebre emocional de su vida. El primero es (y lo sabemos en una abrupta conversación entre los adultos) el divorcio de sus padres. Ahora deberá transitar el duro camino de la madurez -renunciar a esos placeres básicos como la amistad con un animal – para seguir las pautas que la sociedad le exige, como ganarse el respeto en su conservatorio musical. Cuando es obligada a romper el cordón umbilical con su mascota, comienza una historia paralela, la de Hagen, el cachorro sin pedigrí.

Estas ideas básicas se funden en un filme que olvida su lacrimoso inicio para adentrarse en algo más oscuro y profundo, con referencias a clásicos del terror, como Frankestein, Los Pájaros de Alfred Hitchcock o Cujo de Lewis Teague. Incluso hay un paralelismo entre Hagen y César, el chimpancé que inicia la rebelión de los pobres en El Planeta de los Simios. 

White Dog no es una película redonda. El ritmo puede impacientar al espectador acostumbrado a otro tipo de cine. Y, efectivamente, la combinación de géneros, como el terror, el thriller, el drama y el humor no está bien logrado. Aun así, posee una belleza extrema, sobre todo en su inicio y final, con planos y secuencias inolvidables. Destaca también su interesante banda sonora, que toca el cielo con la Rapsodia Húngara de Liszt. No obstante, el verdadero valor de la cinta reside en las preguntas que genera la relación entre dominadores y dominados. Algo que en Venezuela, día a día, tratamos de responder.

Trailer: https://www.youtube.com/watch?v=ZnXt50VouKI

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