Cultura

El lente incisivo de Manaure Quintero

El fotoperiodista participará en la edición 2017 de la revisión de portafolio que organiza The New York Times y que se realizará el 29 de abril.

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Fotografías: Manaure Quintero | Cortesía

Fue uno de los 2.900 fotógrafos que se postuló. Y fue uno de los 160 que logró su cupo. Manaure Quintero tardó dos años, dos intentos fallidos, hasta que lo logró.

El fotógrafo venezolano, colaborador de medios como la agencia EFE, tiene el talento; no así el dinero suficiente para el viaje y sus gastos. Por ello inició una campaña para recolectar dinero a través de las –ahora tan populares– plataformas crowdfunding. En tres días sobrepasó la meta propuesta: 3.000 dólares.

“Cuando recibo la grata sorpresa de que quedo seleccionado, me encuentro con serias dificultades para lograr el cometido. Hablando con colegas que han estado pendiente de mí me dijeron que armara la campaña. Porque no solo voy a participar en la revisión de portafolio, fui invitado por una profesora de la Universidad de Harvard por un trabajo que realicé sobre el zika y mostraré mi obra en el Massachusetts Institute of Technology (MIT)”.

Abrumado –“No me esperaba que la campaña tuviera esta trascendencia”, dice– ha recibido recomendaciones de colegas de que no cierre la página aún. Quintero es uno de los fotoperiodistas que cubre las manifestaciones de la oposición en Caracas y también ha sido víctima de la represión.

“Tengo un hematoma en el cráneo y debo verme con los médicos. Eso me ha hecho reflexionar: es necesario hacer el trabajo con la mayor seguridad posible. Y si recibo un excedente de la campaña lo usaré para adquirir los equipos. Soy fotoperiodista independiente y no cuento con el material”.

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Realidad bipolar

Patrocinado por The New York Times y la Escuela de Periodismo de la Universidad de Nueva York, la revisión de portafolio es una oportunidad para que los fotógrafos del mundo se reúnan con importantes editores, curadores, galeristas y compañías editoras para recibir críticas y evaluación de sus trabajos, además de intercambiar ideas y hacer conexiones.

“Eso tendrá un impacto positivo en mi carrera, así como para otros fotógrafos de Latinoamérica y África, a quienes cuesta llegar a los grandes medios. Puedo mostrar mi caso, decir que aquí está un fotógrafo venezolano que trata de hacer las cosas de la mejor manera. Y así se crean ventanas para mostrar lo que ocurre en el país en lo político, lo humano, lo cultural”.

Manaure trip

Por eso Quintero decidió postular su serie Juntos pero no revueltos, uno de los tres proyectos personales que comenzó hace dos años. Con una mirada político-social, muestra las disparidades de la sociedad: cómo unos se gastan cinco sueldos mínimos en una cena, mientras otros escarban en la basura para comer.

“Los proyectos a largo aliento se van desarrollando de forma progresiva. Los encuentras mientras realizas tu trabajo, te das cuenta de que ocurren cosas que no son percibidas directamente por el público. Fui hallando estas situaciones y sin darme cuenta fue tomando forma el proyecto”.

Pero la crisis económica no es el único motivo de sus proyectos, así también lo es la música y poder para reducir la violencia. Entonces trabajó en los 40 años del Sistema Nacional de Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela, creado por el maestro José Antonio Abreu.

“Me pareció que más allá de la música, la forma en que el Sistema aborda a las personas muestra que se recuperan los espacios perdidos. Brinda una alternativa de crecimiento personal. Un ejemplo es una mujer que conocí que había sido condenada por homicidio y estaba recluida en el Instituto Nacional de Orientación Femenina (Inof). Estaba siempre a la defensiva, orgullosa de lo que había hecho. Dos años después se había convertido en la persona insigne del trabajo que realiza el Sistema dentro de las cárceles”.

Periodismo con profundidad

Entre la música y la crisis, Quintero ha hecho reportajes cortos sobre distintas problemáticas, como la masacre de Tumeremo (cuando desaparecieron y fueron hallados muertos más de 25 mineros de la zona, ubicada en el estado Bolívar, en marzo de 2016).

Two boys ask for food and money in a street of Caracas.

“Creo que Venezuela atraviesa un momento histórico que debe ser registrado. Yo acudo a estos eventos por una responsabilidad como periodista; ya se encargará el público y la historia de juzgar la foto.

Por otro lado, creo que el periodismo necesita mayor profundidad, que los periodistas se involucren de una forma más humana. No es que estamos para salvar al mundo. Pero si uno trabaja con honestidad puede aportar un grano de arena a esas personas a quienes les cuentas las historias”.

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