Cultura

Megan Massacre: del otro lado de la aguja

Le negaron ser aprendiz de tatuador a los 14 años, ahora es una de las artistas más solicitadas por quienes quieren ser una obra de arte. Megan Woznicki, popularmente conocida como Megan Massacre, es sin duda un ejemplo a seguir

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Foto: Affliction Clothing

“Amo lo que hago y soy buena en ello”, dice entre risas. Explica que siempre que se hagan las cosas con pasión y dedicación, saldrán como uno quiere.
No es ajena al miedo, narra en una entrevista para varios medios. Se identifica con aquellos que tienen temor de iniciarse en un campo fuera de su zona de confort, pero ratifica que es necesario saber afrontar esos retos. “Tenemos que aprender a no tenerle miedo a los riesgos”, dice, pero sus acciones hablan más que las palabras.
Comenzó tatuando sin preámbulos o un tutorial. Nada de piel de cerdo o naranjas; su primera sesión fue con un cliente de carne y hueso que tal vez no sabía que era nueva, pero definitivamente quedó satisfecho con el resultado.
“Fui a acompañar a un amigo a que se hiciera un tatuaje y cuando llegamos a la tienda, él le dijo al encargado: ‘Ella es Megan, dibuja muy bien’», recuerda vergonzosamente.
‘Dibuja algo’, dijo su amigo. Su futuro tutor vio el resultado e instantáneamente le preguntó si quería tatuar. Woznicki, dispuesta a aprovechar cualquier oportunidad, le dijo que sí y se enfrentó a su primer lienzo, estrenándose con honores.
Poco a poco fue puliendo el don con el que nació, mejorando las increíbles piezas que dibujaba desde niña y plasmándolas permanentemente en la piel de sus clientes.
Este ‘poco a poco’ fue lo que le permitió crecer “correctamente” dentro del mundo del tatuaje. “¿Qué hacer y qué no?”, repite la pregunta que se le formuló. Segundos después, responde: “Diría que es importante dibujar; aprender a dibujar antes de tatuar y seguir practicándolo. También aconsejo aprender formas simples de tatuar al comienzo, como el estilo tradicional”.

Asimismo, recomienda que antes de desarrollar un estilo personal, el tatuador debe influenciarse por estilos de otros artistas para concentrarse en aprender las mecánicas del trabajo. “El sombreado, las líneas y el proceso en general” deberían venir antes del desarrollo de un estilo individual, explica Megan.
Confiesa que gran parte de la influencia que ha tenido su arte viene de souvenirs que rescata de cualquier parte del mundo a la que vaya. “Me gusta explorar, tomarme el tiempo de ver los paisajes y las culturas”, reconoce.
Esta recolección de memorias decora su casa, que actualmente tiene “llena de cosas de todos los lugares que he visitado”. Tal vez las conserva precisamente para adornar su hogar, o tal vez para siempre tener un recordatorio de que debe seguir practicando y desarrollando su trabajo.
Tratándose de ella, es muy probable que sean ambas opciones.
“La parte realista de mi estilo salió naturalmente”, asegura con respecto a la facilidad que tiene para tatuar. “Lo que sí se me hizo un poco difícil fue simplificar mi estilo para lograr el neo-tradicional”, que logró trabajando duro y practicando, ya que según ella “puedes hacer lo que quieras con determinación”.
Irónicamente, es el neo-tradicional el que vendría siendo uno de sus estilos favoritos, precisamente por su simplicidad -comparado con sus trabajos típicos: “Me gusta tatuar, en general, pero hay estilos en los que me va mejor y que además me gustan más”, dice, agregando las piezas a color y el estilo realista.
De igual forma, explica que hay ciertas cosas que no le gusta tatuar: “hay estilos que no me atraen. No tengo nada en contra de ellos, simplemente no son lo mío. No me gusta hacer arte japonés porque tiene demasiadas reglas y a mí no me gusta seguir las reglas”, revela riéndose.

Estas preferencias también dejan al desnudo a la verdadera Megan; detrás de la apariencia badass y su seudónimo ‘Massacre’, la artista es de buen corazón y trata de alejarse de tatuajes “odiosos, de pandillas o agresivos”, negándose rotundamente a hacer ese tipo de piezas.
Ese interior benevolente lo adereza con un activismo en pro de los derechos de los animales. No soporta el maltrato animal, y decidió que debía hacer algo para salvaguardar el bienestar de aquellos que no pueden defenderse solos y de incentivar a la adopción de mascotas rescatadas en EEUU. Actualmente trabaja en el rescate y cuidado de animales en estado de abandono.
Megan “Massacre” Woznicki es el ejemplo perfecto de un artista perseverante y dedicado. Esta actitud ante los obstáculos, que no le han faltado, le ha permitido subir hasta la cumbre del mundo de la tinta y posicionarse en una variedad de realities, incluidas las tres temporadas de Bondi Ink, que pueden ver todos los domingos en truTVa las 10:30 p.m., hora de Venezuela.]]>

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