Cultura

Gregorio Siem: “El arte es un enfrentamiento”

El artista, con más de tres décadas de trabajo en la pintura, presenta desde el domingo 2 de julio la exhibición Código variable en la Hacienda La Trinidad Parque Cultural. Ese día, habrá una performance a cargo del dúo de danza Sarta de Cuentas.

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Foto: Marlianni Heredia | Cortesía

Todo lo que existe tiene que cambiar. Es parte de la dinámica. Y en esa transformación, los códigos y numeraciones juegan con sus posibilidades estéticas para encontrar su lugar en el espacio.
Este es el proceso intelectual, artístico y humano que le interesa a Gregorio Siem; sobre el cual se fundamenta su trabajo. “Yo parto del código como materia prima para transformar: el código de barras, el ADN. Hay una numeración matemática en el Universo y nosotros formamos parte. En ello hay mucha belleza; entonces mi reflexión parte de allí: ese juego y esa codificación”, expresa.
Durante 30 años Siem fue juguetero. Su destreza comenzó con la pintura. Ese aspecto lúdico lo trasladó a las obras efímeras de grandes dimensiones (800 metros cuadrados) llenas de helio. Piezas de carácter urbano, social. Un proceso para el cual fue referencia Alexander Calder y su reflexión en torno a la obra permanente y la obra móvil.
De esta investigación pasó al ensamblaje, pues necesitaba una suerte de asidero. Se encontró con un material que considera noble: el acero y el aluminio. “Las ideas del aire las llevé al metal y al color”, expresa.
Una muestra de estas piezas da forma a la exposición SIEM. Código variable, que inaugurará el domingo 2 de julio a las 11:30 am en el Secadero 3 de la Hacienda La Trinidad Parque Cultural, que está ubicada en la urbanización Sorocaima. El horario es de martes a domingo de 12:00 m a 5:00 pm. La entrada es libre.
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La propuesta, que permanecerá abierta hasta el domingo 30 de julio, se realiza en alianza con Meraz-Aguilar. Despacho Museográfico. El día de la inauguración el dúo de danza contemporánea Sarta de Cuentas realizará una performance basada en el concepto de Código variable.
“El cambio es una necesidad; una extensión necesaria de la vida. Pienso que el arte está inserto en el cambio. La lectura de las culturas proviene de allí. Entonces la obra tiene que ser, y en mi caso lo es, una invitación a participar. En esa interrelación las formas cambian y eso te produce un estado mental y psicológico particular”, agrega el artista, que ha participado en colectivas e individuales en Venezuela, Colombia, Francia, Reino Unido e Italia.
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En el trabajo de Siem es esencial la presencia del otro (espectador), cuya mirada y análisis contribuyen a eso que él considera “enfrentarse con la vida”.
“En ese comunicar del arte, que es un enfrentamiento contigo mismo, con los demás, con tus propias reflexiones sobre la existencia y la materia que nos conforma como seres vivos”, señala.
—¿Cuáles son los cambios que experimenta la obra cuando entra en contacto con el espectador?
—La obra efímera me ha hecho pensar mucho la necesidad que tiene el hombre de intimar con la belleza; que es esa cultura secreta que llevamos todos los seres vivos. Yo creo en el arte como buen arte, en la reflexión y la necesidad de la gente de vincularse con la vida.
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