"Ellos vivieron en el país porvenir": un proyecto de la Venezuela posible

La prosa de Perella es clara, concisa y alentadora y narrada en forma de novela, en donde Alfredo e Isabel son los protagonistas de una historia en donde alienta a la sociedad a creer y trabajar en pro de tener una Venezuela próspera, pero que no olvida de dónde viene y las vicisitudes por las que tuvo que pasar para evolucionar.

Uno de los motivos que busca impulsar la publicación es la promoción de la esperanza, un estado de ánimo del que la sociedad estaría desprovista desde hace mucho tiempo, por lo que «Ellos vivieron en el país porvenir» hace un «guiño» de que la salida democrática a la crisis por la que actualmente atraviesa Venezuela sí puede ser el camino para alcanzar el cambio al que aspiran muchos ciudadanos.

El autor explica que la trama de su novela se centra después de la reconstrucción de Venezuela en una época no tan lejana, en el año 2030. Allí, Alfredo e Isabel se encuentran con una estructura de país muy distinta que afecta de cabo a rabo todos los ámbitos: cultural, social, económico y político, con el «toque mágico», que la historia va dirigida a los más jóvenes para que, si llega a caer en sus manos esta edición, se animen a ser partícipes de trabajar en pro de un proyecto «a largo plazo», es decir, al resurgir de nuestra nación.

Acotó que el venezolano está “condicionado” y ha tenido que adaptarse a su entorno para poder sobrevivir, pero a pesar de todo, sigue conversando sus virtudes, entre esas enalteció el “ser dispuesto, humilde y trabajador”. Sin embargo, esa cualidad no es suficiente para poder vivir en Venezuela actualmente, ya que un empleo no da lo suficiente para poder costear los gastos personales.»Lamentablemente tienen que recurrir a los subsidios, tener que doblegarse», hasta llegar al punto de ser mantenido por el Estado.

A su juicio, la educación será fundamental para poder hacer la transición a la Venezuela que muchos aspiran alcanzar, porque a través de la enseñanza y la recuperación de valores, se podrá formar a un «venezolano altamente funcional». Además, es de la opinión de que en los programas académicos deberán tener un contenido social para que a las generaciones posteriores se les elimine la «memoria corta» que caracterizan a los venezolanos actuales y recuerden cómo fue el pasado que «atormentó a su nación muchos años».

«Un trabajo transformador», así define los empleos que debe tener el país cuando vuelva a ser próspero. Que sean espacios de respeto, de constante aprendizaje  y que el esfuerzo laboral se vea reflejado en su vida.

El tema económico es abordado también con sutileza pero con miras a que el proyecto sea totalmente aplicable, en donde el petroleo no debería ser el único fuente de ingreso para sustentar a Venezuela, sino que se debería aprovechar de las riquezas que existen, así como las  fortalezas que nuestro país posee: desde de repotenciar el turismo y de reactivar la agronomía, lo que permitirá la generación de empleos y del aparato productivo.

Si Venezuela alcanzará a ser mejor que antes de los últimos 20 años o si se asemejará a la visión de José Antonio Perella en su libro, no lo sabemos. Lo que sí es que cada día es una nueva oportunidad para iniciar una cruzada que lleve a esta tierra a ser el «país porvenir».