Cultura

Canarios en Venezuela: extranjeros que encontraron su hogar lejos de casa

Aunque se estima que aproximadamente 60.000 canarios viven en Venezuela, el número de entrevistados son 117, quienes coinciden semanalmente en el Centro de Día Lourdes Bienes, club social de origen canario ubicado en Macuto, estado Vargas

Daniel Hernández / Referencial
Publicidad

Pese a ser la referencia actual como país que exporta migrantes, Venezuela fue en algún momento de la historia una nación que recibió a miles de nativos de otras latitudes, quienes hallaron en el territorio suramericano nuevas y mejores oportunidades de vida en comparación con sus lugares de origen.

Pero hoy la historia es diferente.

Aun entre graves problemas, están los que apostaron en algún momento por la tierra que les brindó incontables opciones, por lo que se hace difícil pensar que en otro sitio estarán mejor.

Sobre esto último se apoya la migración española, especialmente la proveniente desde las Islas Canarias, con miles de sus nativos haciendo vida en Venezuela sin importar las condiciones. Aunque su presente es distinto al de aquellos tiempos de bonanza, un grupo confía en seguir sumando.

Motivo de estudio

Frente a esto, la Universidad Católica Andrés Bellos (UCAB), a través del Instituto de Investigaciones Históricas “P. Hermann González Oropeza, SJ”, mediante un convenio con la Universidad de La Laguna, en Salamanca, dio vida a un proyecto que apunta a homenajear a estas figuras con un diccionario biográfico de canarios en Venezuela.

La profesora e investigadora de la casa de estudios venezolana, Dora Dávila, aseguró que los primeros pasos se dieron en 2017 entre vínculos institucionales, cuando en medio de encuentros con una antropóloga de La Laguna dieron vida al plan.

“Le propuse que hiciéramos algo más concreto en relación con la movilidad de los migrantes canarios”, dijo.

Aunque se estima que aproximadamente 60.000 canarios viven en Venezuela, el número de entrevistados son 117, quienes coinciden semanalmente en el Centro de Día Lourdes Bienes, club social de origen canario ubicado en Macuto, estado Vargas.

Primeros pasos

En la fase de investigaciones Dávila conoció a Isabel Jara, encargada de los servicios sociales de los inmigrantes canarios en Caracas: “ella me dijo que tenían un sitio en Macuto donde compartían adultos mayores”.

Una vez visitó Lourdes Bienes, “comenzamos a ver que había la posibilidad de hacer pequeñas historias con cada uno de ellos”.

“Generamos encuestas para tener una organización con cada personas y de allí surgió la idea de hacer unas pequeñas biografías con cada uno”, agregó.

Con tres personas trabajando en el proyecto, la primera etapa pasa por la elaboración de un artículo académico en el Anuario de Historia Canaria, publicar un boletín electrónico y hacer una página web propia, trabajo que estaría listo entre el presente mes de diciembre y enero de 2020.

Como en casa

Dávila manifestó que en las entrevistas encontró un patrón común: todos se sienten venezolanos.

Según la experta “la mayoría no quiere irse, pero la presión de sus hijos, que la mayoría ya están allá, los induce a que ellos necesariamente tengan que irse”, además, “el gobierno canario tiene una política de ayuda tiene políticas de ayuda mejores en España que aquí en Venezuela”.

El caso ha derivado en otro problema, y es que mientras ellos pasan por la etapa final de sus vidas en un lugar que consideran su hogar, su descendencia, así como lo hicieron ellos hace más de medio siglo, busca oportunidades en territorio europeo.

Envuelta en una crisis sin precedentes, Venezuela es noticia más por los errores de sus gobernantes. Con una hiperinflación que se hace sentir con fuerza desde noviembre de 2017, el bolsillo encuentra cada vez menos recursos para subsistir. Esto, sumado a periodos de escasez de alimentos y medicinas, así como altos índices de inseguridad, el resultado es un masivo éxodo que se cifra en más de cuatro millones de personas repartidas en la región desde 2013.

Eso dará vida a la segunda etapa del proyecto, el cual consiste en contactar a sus familiares que ahora viven como migrantes en las Islas Canarias con el fin de vincular cada historia.

Soledad ocasional

Parte de los 117 encuestados se encuentran solos en el país ante la salida de Venezuela a sus familiares. Eso le dio mayor importancia a cada reunión en el club social, hoy una cofradía en donde apoyarse.

“Detrás de todo esto hay una cuestión muy triste en el ámbito familiar, entonces el club, que se reúne una vez a la semana, se convierte en un paliativo. Muchos de ellos ven esa reunión con sus paisanos como un espacio para recuperar lo que no tienen dentro del ámbito familiar porque están muy solos”, indicó Dávila.

Encontrar historias tan nutritivas y con varios protagonistas podría desencadenar nuevos proyectos relacionados con otros grandes grupos migratorios instalados en Venezuela. Así lo confirmó la profesora e investigadora, quien recordó que “esto surgió con este centro, pero nos hemos dado cuenta que la metodología que estamos utilizando puede ampliarse a distintos centro canarios”.

“Ahorita estamos tratando metodológicamente de controlar lo que significó esta migración de canarios, pero si se da la oportunidad de hacer la misma metodología con los portugueses e italianos, nosotros encantados”, cerró.

Publicidad
Publicidad