Cultura

Teatro Negro de Praga exigió incluir a Venezuela en su gira por Latinoamérica

Se presentará el sábado 15 de octubre en la Sala Ríos Reyna del Teresa Carreño, en dos funciones de su espectáculo “Lo mejor del Teatro Negro de Praga”, un compendio de lo más celebrado de su repertorio desde su fundación en 1961

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Después de siete años sin presentarse en nuestro país, regresa a Venezuela el Teatro Negro de Praga, una de las compañías más prestigiosas en el ámbito de las artes escénicas mundiales, que en esta oportunidad trae su espectáculo antológico Lo mejor del Teatro Negro de Praga, de la mano de Showtime Productions, la misma empresa que tuvo a su cargo sus últimas presentaciones en Caracas y varias ciudades del interior.

Como parte de una gira que hará por Latinoamérica, el Teatro Negro de Praga incluyó en su itinerario a Venezuela. Así se lo hicieron saber sus directivos a los organizadores del que constituye su primer recorrido artístico a nuestro continente, luego de la etapa más ruda de la pandemia de covid-19.

Un mundo de imágenes alucinantes en un ambiente mágico

La razón es que consideran que aquí poseen un público devoto y multigeneracional, cultivado en las numerosas visitas efectuadas para presentarse en diversos escenarios nacionales, tanto en la capital como en la provincia, que se iniciaron a mediados de la década de los 60 del siglo pasado, cuando la compañía apenas tenía pocos años de fundada.

Ahora, coincidiendo también con la reactivación de los espectáculos artísticos internacionales en Venezuela, ya se conoce la fecha de su actuación en la Sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño, a efectuarse el 15 de octubre en dos funciones: a las 3 pm. y 7 pm. Igualmente, estará en dos ciudades del interior, en lugares y fechas que se anunciarán oportunamente.

Un alucinante espectáculo

Lo mejor del Teatro Negro de Praga reúne memorables escenas de sus más reconocidas obras, en cuadros como La lavandera, Las maletas, El fotógrafo, El violinista, El prisionero, El mago, El caballo, El pescado, El taxista y Los faroles. Todo ello, bajo la dirección de Jiri A. Srnec, hijo y heredero, en arte y talento, del fallecido Jiri Srnec, el fundador de la legendaria compañía.

400 giras internacionales y más de tres millones de espectadores en 80 países

Este montaje convierte el espacio escénico en un ilimitado lienzo oscuro, donde sus magos, mimos, payasos, acróbatas, actores, marionetistas y bailarines se expresan en el lenguaje universal del cuerpo, sin diálogos, en fascinantes sesiones del más puro arte teatral con sus característicos y fascinantes efectos visuales.

Con una trayectoria eminente llena de logros, el Teatro Negro de Praga es uno de los más importantes embajadores culturales de la República Checa. Fundado en 1961, desde entonces sus estadísticas hablan por sí solas. Han sido casi 400 giras internacionales y más de tres millones de espectadores en 80 países. Ha participado en unos 100 festivales de teatro y recibido numerosos premios del público y la crítica.

Juego de luces y sombras

La suya es una asombrosa representación escénica muda, en un ámbito negro, a oscuras, con apenas una iluminación estratégica que da lugar a un fantástico juego de luces y sombras. En el Teatro Negro de Praga todo es producto de un fenómeno de óptica. Los intérpretes se confunden con el ambiente oscuro y muestran solo lo que quieren que se vea. Los objetos móviles, que están impregnados por un líquido fluorescente, reciben luz ultravioleta y se hacen visibles. Los actores son como magos capaces de conducir al público a un mundo de ilusión, donde las cosas cobran vida. Hay personajes que aparecen volando. Hay manos ocultas que mueven mesas y sillas. El espacio se impregna de una engañosa pero cautivante realidad.

“El prisionero”, un cautivante segmento de lo que traen a Venezuela

Todo el que acude a un espectáculo deTeatro Negro en Pragalo hace con la intención de dejarse sorprender. Por mucho que le hayan contado, no es capaz de detectar dónde radica la magia. Es necesario vivir la experiencia y medir los efectos que provoca. Parece complicado, pero con apenas unos pocos elementos se obra el milagro.

Objetos que cobran vida

Entre los actores visibles y los movimientos de los objetos que hacen los actores invisibles, comienzan a crearse y construirse atrayentes historias, con un extraordinario efecto de magia y color que son del disfrute de la familia, al tratarse de un espectáculo para todas las edades.

A través de la combinación de colores y las luces ultravioletas especiales, se logra la ilusión de que los objetos cobren vida y los movimientos sean percibidos por la audiencia como algo irreal y mágico, y no como rutinas realizadas por actores ocultos tras un fondo negro que los hace invisibles.

Aplausos de parte de un público de todas las edades

“La idea principal del Teatro Negro de Praga es darle vida a los objetos que nos rodean y que utilizamos todos los días. Buscamos y tratamos que la gente sueñe cuando estamos haciendo nuestro espectáculo; porque hay situaciones inusuales en la tarima”, expresan sus creadores. “Hay sketches muy divertidos, pero de igual forma manejamos escenas más profundas, como el segmento de “Las Maletas”, donde se muestra cómo a veces lo material, se apropia de nosotros”.

En esta obra antológica, el público disfrutará de una selección de diez diferentes historias cortas, que en conjunto resumen dos horas de espectáculo en dos partes, de cincuenta minutos cada una, y un intermedio de 20 minutos. Se trata de un colorido y fantástico viaje por 61 años de trayectoria. A todo esto se agregan la proyección de imágenes y el sonido de la música, que acentúan aún más los sucesos en el escenario.

Venerable fundador

“La fantasía es una de las mayores riquezas del ser humano y no lo abandona ni con el correr de los años”.Con esta frase, Jiri Srnec, el fallecido fundador del Teatro Negro de Praga, solía explicar su motivación de sentar las bases de un nuevo género teatral en la entonces Checoslovaquia de 1961, de un teatro basado en la antigua técnica china de la cámara oscura.

Autor, guionista y artista plástico, le atraía la posibilidad de motivar la fantasía de las personas y deseaba descubrir los amplios horizontes que abría este “juego” -así lo definía- con la imaginación.

Durante su larga carrera artística, Srnec colaboró también con otras agrupaciones teatrales checas y con la Opera Estatal de Múnich. Es asimismo autor de la música de varias películas de su país. En 2011 le fue otorgada la Medalla al Mérito de la Cultura y el Arte.

Nacido el 9 de agosto de 1931 y fallecido en noviembre del año pasado, a los 91 años, su primer éxito internacional lo vivió en 1962, en el Festival de Edimburgo. Desde entonces, la innovadora compañía se ha hecho un lugar más que destacado en la historia de las artes escénicas.

Una afortunada casualidad

En una semblanza elaborada por Radio Cz, la emisora cultural checa, se destaca que su éxito fue resultado de un abnegado trabajo. “Y el camino hacia esa meta fue largo”.

Jiri Srnec, fundador y genio creador del Teatro Negro de Praga

En la misma reseña, el creador del grupo revela que el surgimiento del Teatro Negro de Praga se debió más bien a una mera casualidad: “Las positivas reacciones del público a las primeras funciones, que preparé con mis amigos, fueron para mí una gran sorpresa. Porque la verdad es que comencé a estudiar escenografía y dirección de teatro titiritero en la Escuela de Arte de Praga, no por querer hacerlo realmente, sino por no tener que cumplir el servicio militar. Entonces nada sabía yo de teatro. No obstante, durante el estudio quedé muy pronto verdaderamente fascinado, por las posibilidades que ofrecía el teatro de títeres. Fue cuando comencé a realizar mis primeros experimentos en ese terreno”.

Auspicioso debut

Su primer espectáculo lo estrenó en el teatro Radost de la ciudad de Brno y resultó muy bien recibido por el público. Una muestra de ese programa era La lavandera, que fue tan celebrado que ha tenido que incluirlo en posteriores montajes de lo más celebrado de su obra.

Aquí en Caracas tendremos la oportunidad de verlo una vez más, el próximo 15 de octubre en el Teatro Teresa Carreño, ya que forma parte esencial de Lo mejor del Teatro Negro, junto a otras nueve historias, surgidas a lo largo de su existencia.

“Fue precisamente gracias a ese fantástico recibimiento de mi primera obra, que el teatro se convirtió para mí, no en la meta principal de mi vida, sino en la mayor pasión de mi vida”,afirmaba constantemente el director cada vez que se refería a aquellos inicios.

En 2011 le otorgaron en su país la medalla al mérito en el campo de la cultura y en 2018 recibió el prestigioso premio Thalie por su extraordinario aporte artístico al arte teatral.

Entrañable Latinoamérica

En estas más de seis décadas de trayectoria, el Teatro Negro de Praga ha venido numerosas veces a Latinoamérica, cuyas audiencias eran calificadas de “extraordinarias” por el creador de la compañía.

“El público de América Latina es muy receptivo y abierto a mis espectáculos. Recuerdo que durante las giras en las que participé, me fascinaba que, independientemente de la hora de presentación de nuestro espectáculo, podía ser incluso a medianoche, llegaban familias enteras a verlo, adultos y niños”.

Vuelven a Venezuela después de 7 años

“Para mí, una de las mayores diferencias entre un latinoamericano y un europeo en cuanto a cómo conciben el arte, es que los latinoamericanos comparten sus vivencias con los demás y son capaces de identificarse y disfrutar de lleno del espectáculo al que asisten. Eso es fantástico. Tener un público así es la mayor recompensa para un artista”,decía Jiri Srnec.

Nueva generación heredera

Desde principios de los años noventa, el Teatro Negro de Praga es una empresa privada, ya que hasta entonces, en la época del régimen comunista, era un elenco estatal. Fue a partir de allí cuando se amplió la compañía, para así darle oportunidad a la joven generación. De esta manera llegó el hijo del director, Jiri A. Srnec, egresado de la Escuela de Arte, de Praga, quien a la muerte de su padre en 2021 asumió la conducción de la agrupación.

Según Jirí A. Srnec -de acuerdo a lo que menciona la semblanza ya mencionada de Radio Cz-, para poder actuar en el Teatro Negro de Praga es necesario que el actor sea capaz de “volverse loco” en el escenario, de dejarse llevar plenamente por la fantasía. Y afirma estar convencido de que su generación dispone de esa capacidad”.

Imágenes divertidas e imborrables

Por esta misma razón, y coincidiendo con la opinión de su fallecido padre sobre la orientación artística de la compañía, tiene una visión clara del futuro de la empresa que ahora gerencia.

“Queremos seguir haciendo teatro y repartir la alegría entre la gente. Queremos que los espectadores sientan que estamos allí para ellos, que tengan la sensación de encontrarse en un sueño, de asistir a algo que nunca antes habían presenciado. Y que, al finalizar la función, se vayan a casa enriquecidos de nuevas vivencias y felices de haber visto el Teatro Negro de Praga, que hace más de sesenta años fundara Jiri Srnec, mi padre”

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