La violinista venezolana Carmen Zambrano, radicada en Madrid, sigue cosechando éxitos en su carrera de talento, disciplina y empeño. Acaba de obtener el primer lugar en el Charleston European Internacional Music Competition 2022. Es otro ejemplo inspirador del lado positivo de la diáspora y del impacto del Sistema de Orquestas en la vida de miles de personas.
Es guariqueña, de San Juan de los Morros, la ciudad conocida por sus majestuosos Morros y que es la puerta de entrada a los llanos venezolanos. Carmen Victoria Zambrano, de 28 años, creció en un hogar repleto de amor, conocimiento, literatura, política y música. Sus padres le enseñaron a tener su propio criterio, ser libre de pensamiento, solidaria y decisiva, lo que le ha llevado a superar situaciones de la vida.
Siempre quiso llegar al público europeo, estudiar y hacer su vida allí, estuvo siempre en sus metas, todos sus profesores lo sabían y por la motivación y el apoyo constante, hoy dice «lo logramos».
Con el apoyo en la dirección y enseñanza de su actual maestra de música, la moldava Valeria Zorina, prestigiosa solista internacional y gran pedagoga, ha logrado ganar cinco importantes premios: el primero en 2020, the Night of Madrid, ganó con la Sinfonía Española de Edward Lalo, Ysayë y obtuvo una mención honorífica como la mejor pieza del país de origen del participante, con una composición suyainspirada en El Pajarillo, tema muy venezolano, muy llanero.
Ganó en Italia su segundo premio en el 4th Làszlò Spezzaferri International Music Competition, también el 2do premio de Makeer and Pioneer Music en Estados Unidos, en julio obtuvo el tercer premio en el Beethoven Hoven Young Music Competition, en Vienna y acaba de ganar el primer lugar en el Charleston European Internacional Music Competition 2022.
El premio Charleston, se esfuerza por descubrir y promover músicos talentosos de todas las edades y nacionalidades.
El estar en Europa, ha llevado a Carmen conocer diferentes culturas. España es un país con una preparación musical excelente y ha aprendido mucho, dice en entrevista para El Estímulo. Más allá de todo, considera que el Sistema de Orquestas de Venezuela, el que ella vivió, fue de muchas oportunidades, de esas que no en todos los sitios se tiene al alcance.
Cuando llegó a España en busca de asilo político hace cuatro años, esta abogada y artista de altos quilates llevó su talento, su preparación, su empeño y su violín en el equipaje.
Comenzó tocando para los apresurados viandantes en las calles de Madrid, en los vagones de El Metro, en La Puerta del Sol. Esta virtuosa prosiguió su preparación sin perder su norte: crecer cada día como ejecutante del violín.
En Venezuela hoy tenemos grandes ejemplos de amor y expresión a través de la música y el éxito como resultado de la disciplina y constancia. Entre Gustavo Dudamel, uno de los directores de orquestas más conocidos en el mundo, y Carmen Zambrano, que con su carisma y dones cada año llega más lejos en España.
Carmen Zambrano nos cuenta de su niñez, cuando sus padres la llevaron a inscribirse en la escuela de música en San Juan de Los Morros el director de la Orquesta, le dijo a su madre que la niña no tenía edad para entrar, porque no sabía escribir aún. La pequeña Carmen le contestó al maestro de música: «Si quieres te escribo mi nombre, que lo sé escribir».
Desde ese día quedó inscrita y su mundo comenzó a ser la música.
A los cinco años empezó a estudiar flauta dulce y lenguaje musical, luego a los ocho años empezó con el violín.
¿Por qué enfocaron a Carmen en la música y no una disciplina deportiva, o quizás la pintura?
Y es que su papá era guitarrista, autodidacta, lo que llevó a sus padres a inscribirla en la escuela de música. Además, querían que llevara una disciplina, que practicara algo, aparte de la escuela.
Años más tarde su padre caería asesinado por la violencia criminal tan común en Venezuela. Hoy el recuerdo de este guitarrista de pueblo es un estímulo adicional para la exitosa Carmen Zambrano en su vida profesional.
Ha sido un largo camino recorrido entre melodías. Primero, estudió en el Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, ahí tuvo la oportunidad de participar en muchísimos de sus proyectos. Desde hace algunos años ha participado en giras en Europa y América con diversas orquestas a las que ha pertenecido.
«Me formé como solista desde muy temprana edad, estudié con grandes maestros: Beatriz Velasco, Heemath Jahoor, Luis Miguel González. También me preparé como pedagoga, es un sistema bastante completo que te permite tomar muchas ramas de la música, y así lo hice. Aproveché al máximo mi andar, ahora mismo estoy haciendo un máster en Interpretación Solista en el Centro Superior de Música Katarina Gurska en Madrid, que pretendo terminar este mismo año y haciendo concursos internacionales de violín», nos cuenta esta amante del más dulce instrumento de cuerdas.
Carmen observa que hay personas que consideran a la música clásica como una disciplina muy rígida. Pero la verdad es que los que escribieron todo lo que hoy en día interpretan los ejecutantes como ella eran personas que expresaban su más profundo ser de manera sensitiva, física, también libertaria, lo que hace ver entonces a la libertad como lo más grande de un ser.
Ella, la joven violinista, identifica esa libertad con sus grandes amores, sus padres, quienes plasmaban la educación desde sus gustos, ideas y planteamientos más claros.
La profesión de Carmen, no es solo la música, es abogado y define esa carrera como algo maravilloso que le sucedió y lo que la ha orientado a ver la vida desde diversas perspectivas. Ella quisoestudiar al más que la música, porque le gusta siempre tener otros planes.
«Elegí el derecho, porque es una carrera que te hace pensar en muchas posibilidades de respuestas, y en eso se basa mi filosofía de vida (más respuestas, más posibilidades)».
Carmen Victoria Zambrano
Al terminar su máster de música, retomará sus estudios de Derecho en España.
Carmen Zambrano piensa, que la inspiración es algo que va y viene. Para ella hay días en los que está muy inspirada, tanto que estudia seis horascorridas. Pero hay otros días en los que no quiere ni abrir el violín, a pesar de eso, la constancia y disciplina la hacen seguir siempre. Le gusta todo en la música, aunque en ocasiones se orienta por lo romántico de grandes como Tchaikovsky, Rachmaninov, Brahms, y actualmente, dice tener una obsesión con la música de Piazzolla.
Entre sus planes, Carmen se quiere preparar más para concursos de alto rendimiento, y para uno en especial en Brescia, Italia el año que viene.
Con el pasar del tiempo, se ve más tranquila, segura de lo que quiere como parte de la madurez, le gusta su capacidad que quitarse lo que no le gusta de encima, debido a que antes le costaba mucho.
Siempre se imaginó estar donde hoy está, tenía la convicción. Su propósito es ir siempre hacia adelante, aprendiendo cada día, «como los deportistas, que aunque tengan muchas medallas, estan entrenando día a día, porque hay mucho más que medallas».
Y para todos los músicos en Venezuela, Carmen Zambrano les envía un mensaje:
«Los proyectos son líneas ininterrumpidas de constancia, si quieren seguir esa línea que les dirige a lo que desean, deben cambiarla despacio, para que no se caigan y se mantengan pisando fuerte».
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