Cultura

Nani Quinteros enciende con su pintura

¿Has sentido que después de un momento de oscuridad afloran tus mejores talentos? Eso fue justo lo que le pasó con la pintura a Nani Quinteros, comunicadora social y artista venezolana a quien los lienzos le dieron una oportunidad de mostrar de qué está realmente hecha. Hoy nos revela cómo fue su proceso de encuentro con este arte a propósito de su próxima exposición en Madrid este 20 de septiembre

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Fotografía: Daniella Yanez

Nani es de esa gente effortless que irradia luz. No importa si se retocó sus highlights en el pelo o no, hay algo en su rostro que se ilumina cuando habla. Le queda bien el beige, el amarillo, el rosa y el naranja. Colores que se repiten en sus cuadros. Sonríe cada tres o cuatro palabras y comenta que justo eso busca transmitir en su pintura, alegría. Dice que su curiosidad (y destrezas) en las artes las aprendió de su mamá, Isabel García, pero que nació con una sensibilidad que va más allá de sus genes. Es piscis, capaz viene de su alma.

Nació en Venezuela pero desde muy joven se mudó a España. Se graduó de comunicadora social en Madrid y se halla muy bien dentro del vibe europeo. No pierde su acento natal. Tampoco el carisma del venezolano. Confiesa que en su último viaje al país en agosto del 2022 visitó Canaima y siente que eso la conectó con su tierra. “Recordé lo agradable que es la gente aquí, sin duda me conecté con quien soy. Recordé por qué soy como soy” comenta Quinteros.

Fue justo en ese viaje donde las semillas de empezar a comunicar lo que siente por medios artísticos empezaron a aflorar. Después de eso, al regresar a España, tuvo que pasar por un proceso clínico que la obligó a estar en reposo en casa. La pintura fue su escape, pero no uno oscuro, más bien uno que evocaba esa felicidad que tanto quería sacar a pasear.

Hoy en día, lo que comenzó como una forma de sanarse se ha convertido en algo más que un hobbie y que ha podido llevar a una exposición abierta al público español. Justo este 20 de septiembre tendrá su segunda exposición en Espattio, una galería o lugar de encuentro cultural, en donde tendrá su colección The journey of ideas.

Fotografía: Daniella Yanez

Sus manos le hablaron

Quien escucha su cuerpo sabe que él habla, a veces susurra en otras ocasiones grita. El de Nani le pedía a gritos que pintara. Quinteros mueve y estira sus manos cuando dice esto: “Desde hace unos meses quería hacer algo con mis manos, de sacar eso que sentía y expresarlo de alguna manera. No lograba determinar si era la escritura, la música o la pintura”. Y escuchó. Un lienzo era lo que necesitaba para iniciar.

Comenzó jugando a dibujar en una hoja de papel. No fue lo elaborado del dibujo sino los mensajes claros que plasmaba lo que hizo click. “Recuerdo ese dibujo, no tenía nada especial pero para mí estaba muy claro lo que quería decir”. Agrega: “Y es que veía las pinturas en distintos escenarios. Para mí todo empezó a ser un lienzo, veía las líneas, los colores y las figuras”.

Confiesa entre risas, asegurando que no se trataba de alguna droga rara, que mientras hablaba con alguien o veía un paisaje, se imaginaba cómo sería en versión pintura. Delimitaba algunas líneas y colores. Se iluminaban los trazos alrededor de la gente y ella tenía claro cómo pintar lo que estaba viendo. Todo en su mente. Es como si la pintura la estuviera buscando. Entonces lo decidió: fue a la tienda de pinturas y se armó un kit. “Mi reposo terminó siendo un espacio para pintar y recrearme haciendo esto”.

Estudió cinco años en la Academia de Artes en la Parroquia San Antonio, en Venezuela, allí los ejercicios se enfocaban en recrear fotografías en pintura y en aprender la técnica. Eso la ayudó a soltar la mano en aquel entonces. Pero fue en el 2023 que lo hizo de manera profesional. Hasta ahora cuenta que uno de sus mayores logros ha sido realizar su primera exposición en julio de este año en Espattio, en donde logró mostrarle a sus seres queridos, amigos y conocidos 18 obras.

“Siempre que pasaba por Espattio decía: yo voy a exponer en esa galería”. Cuenta que envió un correo y nadie le respondió. Sin embargo, unos meses después le escribió una conocida diciendo que sabía de un espacio donde podría presentar sus primeras obras ¿Adivinen en donde era? Sí, de todo Madrid justo era en la galería por la que ella pasaba a diario afirmando que allí estaría.

“Fue un éxito. De verdad. La gente se paraba frente a las obras y me decían qué sentían, a qué episodio de su vida les recordaba”. Ese día logró vender 9 de las 18 obras. “El orgullo más grande para mi es que alguien me abra las puertas de su casa. En serio. Pensar que en una pared de un tercero, esté guindado algo que salió de mi inspiración y creatividad es muy valioso”.

The Journey of ideas

Nani dice que ha tenido suerte en la vida pero que eso no la exime de momentos duros. No por eso ha tenido la necesidad de comunicar algo más denso u oscuro, pero sí admite que tiene unas ganas inmensas de expresar lo que siente. Una especie de conexión entre sus manos y su mente. Por eso hace una invitación a quienes vayan a conocer The journey of ideas a “explorar lo que está dentro de su cabeza”.

Los cuadros que componen esta exposición buscan representar cómo se vería la mente ante ciertas ideas y momentos. Estados de la mente, podríamos llamarle. Pero los de Nani buscan ser momentos positivos. También la sencillez. “Los mensajes que están en mis cuadros son universales y eso es justo lo que quiero, que muchos conecten con ella y que no sientan que es un cuadro que les grita, más bien que los recibe y conecta con algún momento de sus vidas en los que hayan sentido paz, incluso después de una ruptura”.

Ahora, Nani no se queda allí. Su concepto de arte va más allá. Ella quiere crear espacios de inclusión, nada de cosas exclusivas para cierta gente. “No importa si no me compras el cuadro, yo lo que quiero es que la gente venga, hable de lo que sienten y conozcan a otros como ellos” dice.

“Mis cuadros conectan con mucha gente. Me gustaría crear espacios para quienes estén dispuestos a sentirse. A futuro quisiera organizar eventos, que la gente se conozca… Mi arte tiene que salir a ser una experiencia. Quitarle las “distancias” que pueden tener algunas galerías y que todo el mundo se sienta incluido”.

Diciendo esto, Nani Quinteros invita a quienes estén en Madrid a asistir a la exposición este 20 de septiembre en Espattio, ubicado en Calle Monte Esquinza 8, Madrid.

Esta es su página web y su cuenta de Instagram para mayor información.

Fotografía: Daniella Yanez
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