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¿La fotografía hecha con IA es realmente fotografía?

"Imagen y (falsa) memoria", en la Marión Art Gallery –Panamá– es la primera muestra de fotografía hecha con Inteligencia Artificial que se expone en Latinoamérica. Y con “Pseudomnesia: The Electrician", trabajo del artista alemán Boris Eldgansen, se abre la conversación sobre esta nueva forma de arte

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Hay que aceptarlo, no somos los primeros en la historia de la humanidad teniendo esta conversación. Tampoco seremos los últimos. Sucedió en su momento con la pintura y la fotografía, con la imprenta y lo digital. Ahora con los algoritmos y la Inteligencia Artificial. Nos llenamos de incertidumbre cada vez que pasa, no importa si estamos en 1440 o en el 2023, la evolución nos eriza la piel y nos deja esa incertidumbre agridulce sobre el futuro ¿Nos destruirá o nos salvará? Y no dejamos de preguntarnos si una vez más nos encontramos en ese momento de la historia en el que nada volverá a ser igual.

¿Una fotografía hecha con Inteligencia Artificial sigue siendo fotografía? o ¿será otra cosa? ¿Merece, incluso, que no se llame así? ¿Por qué no le buscamos otro nombre? El debate se pone sobre la mesa por primera vez en Latinoamérica, específicamente en la Marión Art Gallery en Ciudad de Panamá, con la obra de Boris Eldgansen, un experto internacionalmente reconocido en imágenes generadas por IA que reside en Berlín. Su «Pseudomnesia: The Electrician» se convirtió en «La imagen que detuvo al mundo» según The Guardian. La pieza está exhibida en la galería junto a otras del autor y tiene una visual inspirada en la década de 1940 y la fotografía de posguerra.

“El arte es una forma de expresión humana que crea obras para transmitir ideas y emociones a través de medios visuales, auditivos o performativos. La discusión sobre si la Inteligencia Artificial puede ser parte del arte se centra en si las obras generadas por lA pueden ser consideradas expresiones creativas legítimas, a pesar de la ausencia de emociones humanas en el proceso. La opinión varía según si se ve a la lA como una herramienta ampliadora de la creatividad o si se cuestiona su capacidad para reflejar la intención artística» dice Boris Eldgansen.

Si el arte describe o documenta nuestra realidad, ¿podría suceder lo contrario con la Inteligencia Artificial? ¿Seremos capaces de invertir la ecuación? ¿Lograremos que a partir de lo que se genere en la IA se cree nuestra realidad? Son muchas las preguntas que tiene el público sobre el tema, sin embargo, nuevas preguntas siempre son refrescantes para el arte.

Si la IA no es fotografía, ¿qué es?

Boris dice que “la fotografía es pintar con luz y yo estoy pintando con palabras”. Con esto, abre un debate y un nuevo espacio para crear. Llegar con imágenes a donde la luz no llegó, pero sí la palabra. Para ser más específicos y usar los términos correctos, la imagen de Boris Eldgansen es una “Promptografía” que viene de la combinación de «prompt», una instrucción dada por un humano a una herramienta de IA y fotografía. Por otro lado, “Pseudomnesia” nombre de la pieza de Eldgansen, es el término clásico griego para una falsa memoria, un recuerdo falso, como una recuerdo espurio de eventos que nunca ocurrieron, en contraste con una memoria que simplemente es inexacta.

Justo por esta linea delgada para definir lo que hace, Eldgansen rechazó al Premio Sony World Photo en abril de 2023 y desencadenó un debate global sobre la relación entre la fotografía y las imágenes generadas por la IA.

Pseudomnesia: The Electrician. A quien mira esa mujer ¿de qué se está escondiendo o protegiendo la señora de atrás? ¿Qué fue lo que pudo haber escrito Boris para crear esa imagen? ¿Qué tipo de preocupación tuvo que describir para lograr esos rostros?

«Mi rechazo al premio Sony World Photo fue motivado por el deseo de distinguir más claramente entre fotografía e imágenes generadas por Inteligencia Artificial (promptografía) e iniciar una discusión sobre la futura relación entre ambas. Tanto la fotografía como la promptografía son hijas de la creación de imágenes: la primera surge de la relación con la luz, la segunda de la relación con redes neuronales artificiales o, para decirlo simplemente: probabilidad calculada matemáticamente. Esto hace que la fotografía y la promptografía sean medios hermanos, comparten algunos de sus genes, pero también difieren en muchos rasgos hereditarios. Ya es hora de trabajar en las motivaciones, flujos de trabajo y fortalezas individuales, para que puedan ser debidamente apreciadas».

La IA es inteligente, no creativa

Algo interesante con todo el tema de la IA es que el trabajo del artista tiene un nuevo reto: indicar a la herramienta con las palabras exactas lo que se quiere ver. Es decir, aquí gana el que sepa darle mejores instrucciones a esta inteligencia. El más exacto, el más preciso. El que pueda comunicar lo que quiere.

Gabriel Cruz, quien es el responsable de traer esta exposición a Marión Art Gallery, se encuentra fascinado con presentar esta propuesta a Latinoamérica. Le dice a la prensa: “No podíamos perder esta oportunidad, quería traer esa fotografía a Panamá. Imagínense, era la primera vez que en nuestro presente íbamos a tener una modificación artística y tecnológica tan cerca“.

Cruz llegó a Boris a través de una entrevista que le hizo y después de eso cuenta que “quedó fascinado con el hecho de que un artista pusiera en la misma mesa al arte, fotografía y tecnología”.Así que acordaron presentar su trabajo en tierras más calientes.

Entre los espectadores la mayoría se sorprende con lo que ve. Las imágenes -cuyos valores oscilan entre los 1.200 y hasta 9.300 dólares- son tan reales pero a la vez hay algo que te dice que no lo son. Están siendo testigos de una nueva forma de hacer las cosas. Le preguntamos a algunos de los asistentes a la inauguración sobre qué pensaban sobre la promptografía y esto fue lo que dijeron:

“Amo que podamos ver en una galería de arte la incorporación de la tecnología. Es el ejemplo perfecto de que estamos viviendo nuestros tiempos modernos. Dicen que el coleccionismo es ser testigo de nuestra época y si hay algo que es protagonista en este momento es la IA. Siempre se necesitará a un humano inteligente que sepa incorporar la tecnología para hacer cosas maravillosas” dijo Alejandra Oraa, periodista y presentadora venezolana.

“Sé que es un tema controversial porque las personas están acostumbradas a lo tradicional, pero me parece maravilloso que se puedan integrar estas dos. Hay obras que aunque uno quisiera, sería muy difícil lograrlas con la fotografía tradicional. Esto en definitiva es ampliar la creatividad”, comentó Valentina González, fotógrafa panameña.

Y para quienes se muestran un poco más tímidos con el tema, Gabriel Cruz también trae esto a la conversación: “Todo arte siempre ha sido tecnológico, desde el uso del lápiz, los materiales de la pintura, el canvas… lo que pasa es que eso ya no nos sorprende, pero en su momento todas esas herramientas fueron innovadoras”.

The Collector, 2023

Cruz-Diez en Blanco y Negro

Además de las obras de Boris Eldgansen, quienes asistan a la galería también podrán ver dos exhibiciones de Carlos Cruz-Diez. La primera, justo en la planta baja, llamada “RGB, los colores del siglo”, que incluye piezas cinéticas del artista venezolano y en el piso de arriba, “Cruz-Diez en Blanco y Negro” un seriado de fotografías tomadas por el maestro en la década de 1940, que sirven como testimonio y documentación del realismo social de aquella época.

“A mi abuelo le interesaban los temas sociales del país. La desigualdad y el realismo social de su época. Él también era un buen fotógrafo pero en algún momento decidió que no quería darle tanto peso a esta faceta de su carrera para que las personas no lo confundieran y se enfocaran en sus obras cinéticas”, explicó su nieto Gabriel Cruz.

Entre las fotos se encuentran escenas de trabajadores, personas sentadas en el piso, otros en hospitales, hombres en un velorio tocando maracas y cuatro. En blanco y negro se retrata un momento de la historia y la desigualdad del momento. “Mi abuelo, un hombre sensible por la desigualdad social, en algún punto se dio cuenta de que sus obras las estaban comprando justamente las personas que creaban esa disparidad. En vez de luchar contra esa idea se propuso a inmiscuirse entre ellos y lograr que a través de sus piezas contribuyeran con quienes lo necesitaban”, agregó Gabriel Cruz.

Para quienes estén interesados en conocer la exposición, estará abierta al público desde el 7 de septiembre hasta 5 de noviembre en Marión Art Gallery, en San Francisco, Ciudad de Panamá.

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