Cine y TV

Saltburn: final explicado de la película más viral de TikTok

"Saltburn" es la segunda película de la directora Emerald Fennell y se estrenó el pasado 22 de diciembre en Amazon Prime. Desde entonces nadie en la redes sociales ha podido dejar de hablar de ella. ¿Por qué? Aquí te explicamos de qué trata la historia y su final

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En estas fiestas, las películas navideñas donde los buenos triunfan y celebran la llegada de Santa Claus quedaron en el olvido. En cambio, la directora y guionista Emerald Fennell, de la mano de Amazon Prime, trae a la mesa navideña una propuesta cargada de suspenso, extravagancia, seducción y riqueza en lo que lo se catalogó con una comedia dramática: Saltburn.

Saltburn narra la historia de Oliver Quick (Barry Keoghan), un joven becario en la Universidad de Oxford que lucha por hacer amigos y sentirse incluido dentro de este nuevo mundo. Esto es hasta que se hace amigo de Félix Catton (Jacob Elordi), un aristócrata que lo invita a pasar las vacaciones de verano en su excéntrica mansión familiar llamada Saltburn.

Hasta este punto del filme es difícil deducir de que va la historia: ¿es un romance gay? ¿Cuáles son las intenciones de los protagonistas? Es con la llegada de Oliver a Saltburn que la trama toma un giro cuando porque se muestra al protagonista interactuando con el resto de la familia Catton.

Barry Keoghan interpretando a Oliver Quick. Foto extraída de la web

Ya en la mansión la directora sumerge al espectador en la extravagancia y la opulencia del mundo aristocrático inglés, donde es completamente normal jugar tenis con un traje de vestir y que haya un laberinto en el jardín o tener un cuadro original de Rubens en el castillo familiar. Escenas que resultan poco escandalosas en comparación con el resto de la película, que minuto a minuto devela las verdaderas intenciones de un siniestro pero brillante Oliver.

Saltburn es un filme bajo la temática “eat the rich” o mejor dicho “fuck the rich”, que no se esconde de la perversidad, el ingenio, la maldad y lo prohibido para contar una historia de odio y obsesión. Una película con una cinematografía gótica, situada en el 2006 y con una banda sonora que revive los éxitos pop de los 2000 y que se contrapone a la verdadera montaña rusa de confusión, asco y asombro en la cual la directora lleva a los espectadores.

¿Por qué se hizo viral?

Desde su estreno en Amazon Prime, el pasado 22 de diciembre, Saltburn se ha hecho viral en redes sociales como Tiktok y X (antiguo Twitter) por varias razones: sus escenas grotescas y escandalosas, los cientos de usuarios analizando, comentado y criticando la película y por los edits de Jacob Elordi protagonizando a Félix Catton.

A lo mejor Saltburn ya era un estreno que esperabas con ansias o tropezaste con ella por casualidad e influenciado por las redes sociales y los edits de Jacob Elordi, pero lo cierto que es nadie queda indiferente luego de dos horas de locura, perversión y comedia.

Félix Cotton interpretado por Jacob Elordi. Foto extraída de la web

En las redes sociales, los espectadoresno paran de comentar sobre tres escenas en específico: la de la bañera, la de la sangre y la de la tumba, las cuales destacan por ser grotescas, obscenas y sexuales.Sin hacerspoilers, estas partes de la película muestran al protagonista, Oliver, dejándose llevar por sus deseos más profundos con los fluidos corporales de varios miembros de la familia.

¿Son obscenas las escenas? Sí. ¿Es lo más impactante que vas a ver en el cine? No necesariamente. Sin embargo, la impresión que causa en los espectadores, me atrevo a decir, no es tanto por las escenas, sino más bien por lo inesperado de las mismas.

Barry Keoghan interpretando a Oliver Quick. Foto extraída de la web

Al inicio de la película es difícil imaginarse hacia donde va la historia, por eso estos momentos oscuros y sexuales son necesarios y claves, ya que encaminan el filme hacia lo que realmente es. Cuando ves la escena de la bañera, como espectador comienzas a entender que Oliver no es solo un hombre raro y desadaptado, sino obsesivo. Con la secuencia de la sangre queda claro que es manipulador y que sus intenciones no son tan inocentes como inicialmente se cree.

¿Qué dice la directora sobre estas escenas?

Emerald Fennell, directora de la cinta, dijo en una entrevista con Backstage que no está interesada en que las personas se sientan cómodas con sus películas. «No se trata de ser provocativa, se trata de comprender por qué algunas cosas nos hacen sentir incómodos. A la gente no le gustan ciertos momentos de la película. Muchas veces, cuando lo investigas, es porque se excitan», añadió la directora.

Y si algo hace bien Saltburn es poner incómodos a los espectadores de principio a fin, ya sea por la opulencia que exhiben la familia de Félix, por las escenas grotescas, los silencios incomodos y las dinámicas de poder que cambian según avanza la historia.

Escenas improvisadas

Ya hacia el final del largometraje, falsamente los espectadores se podrían sentir acostumbrados a lo que presenta el universo de Saltburn. Sin embargo, la escena de la tumba vuelve a dejar incomoda y asqueada a la audiencia. Al respecto, Barry Keoghan comentó en el estreno de la película que esa parte fue totalmente improvisada, porque él quería ver “hasta donde llegaría su personaje y que haría Oliver en esa situación”.

Final explicado

La escena final, ahora sí con spoilers, nos muestra un Oliver triunfante y feliz que baila desnudo por los pasillos de la mansión Saltburn, al mejor ritmo de Murder On The Dancefloor de Sophie Ellis-Bextor, luego de matar a todos los miembros de la familia y quedarse como único propietario del castillo.

Esta escena es tan excéntrica como la película misma y muestra la victoria total de Oliver sobre la familia Catton, los cuales fueron manipulados como marionetas por el protagonista, tal y como se enseña en el corte, pero que estuvieron muy ensimismados como para notarlo.

Barry Keoghan interpretando a Oliver Quick. Foto extraída de la web

La directora expresó en una entrevista con la revista GQ que siempre supo que ese era el final que le quería dar a la historia, pero que en el camino le fue añadiendo elementos. “Siempre tuve claro que iba a darse un paseo, exactamente a la inversa del recorrido que Félix realiza al principio de la película, pero desnudo. Luego, a mitad de rodaje, sentí que sin el baile no expresaría ese regodeo malvado que buscaba. Tenía que ser un acto de profanación, de toma de territorio. Ahora es su propiedad. ‘Todo esto es ahora mío. Hago lo que me da la gana”, comentó Fennell.

En la escena final resulta imposible apartar la mirada ante tal desborde de locura y genialidad de Barry Keoghan. En Saltburn “los buenos” no tienen un final feliz, en ese universo ganó la perversión, la inteligencia y la astucia. Ganó el lobo vestido de cordero.

¿La familia Cotton merecía ese final?

A diferencia de otras películas con la temática de eat the rich en Saltburn la trama va más allá y hace que el espectador se cuestione: ¿por qué realmente odiamos a los ricos? ¿Realmente los odiamos o solo queremos lo que ellos tienen? De estas interrogantes surge la premisa conductora de la historia, que no es más que el odio transformado en una obsesión. Eso es lo que personifica Oliver, la perversión humana que se desata cuando se da rienda suelta al odio y la obsesión.

Ahora, ¿la familia se merecía ese final? Objetivamente no, pero tampoco era muy difícil darse cuenta de las intenciones del protagonista si se prestaba atención. De hecho, algunos personajes lo hicieron, sin poder lograr excluir a Oliver de la familia. El secreto del éxito del personaje de Oliver fue manipular a la familia usando su vanidad, su complejo de salvadores y su ignorancia total del mundo real en su contra.

Durante la promoción de la película, la directora mencionó que este filme es una historia de vampiros aunque no haya elementos sobrenaturales. Si analizamos este simbolismo, queda claro que Oliver es el vampiro que le chupa la sangre a la familia Catton hasta convertirse, en esencia, en ellos.

Como otra incógnita queda: ¿estaba Oliver enamorado de Félix? Desde mi perspectiva no, solo estaba obsesionado con él y con su vida. Oliver odiaba a Félix, pero quería ser él. Aunque las escenas sexuales parezcan contradictorias, el protagonista deja claro en su monólogo final que no estaba enamorado de él.

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