Moda

Stéphane Rolland y su París entre Prévert y Brassaï

La paleta de color se centró en el negro y el blanco en todas sus texturas, a la que Rolland se refirió como “una colección de invierno, con el negro como su más pura esencia, el blanco manchado de negro y dibujada bajo la mirada lejana de estos dos grandes poetas"

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stéphane rolland
Foto cortesía |Composición de imagen Alejandro Cremades

En plena Semana de la Alta Costura de París, el diseñador francés Stéphane Rolland nos volvió a cautivar con su sensibilidad artística y grandes referencias intelectuales.

La emblemática Salle Pleyel se convirtió en el escenario ideal para mostrar su última colección Otoño-Invierno 2024/25, con una pasarela inmaculada, vestida en blanco con enormes cortinas negras para añadir todavía más dramatismo, poesía y lirismo, a su vez, inspirados en las icónicas fotografías de Brassaï en blanco y negro, una oda a París con los poemas y canciones de Jacques Prèvert como sonidos de fondo, como La Seine, Cet Amour y Las hojas muertas.

La paleta de color se centró en el negro y el blanco en todas sus texturas, a la que Rolland se refirió como “una colección de invierno, con el negro como su más pura esencia, el blanco manchado de negro y dibujada bajo la mirada lejana de estos dos grandes poetas”.

Las siluetas esculturales a las que nos tiene acostumbrados este gran couturier fueron cada una más fabulosa que la otra, llenas de esa elegancia parisina, pureza y toneladas de sensualidad.

Siluetas perfectas como el demi-smoking, vestidos tipo tailleur, vestidos que flotan como la túnica en blanco bordada con cubos negros de porcelana, cuellos gigantes moldeados en satén duquesa desde el que sobresale un hombro en perfecta asimetría, espaldas con escotes vertiginosos ultrasexys, transparencias que descubren las caderas o el vientre y minúsculas cinturas adornadas con finos cinturones de brillantes o sobre los escotes collares magníficos.

Uno de los modelos que más gustó fue el abrigo largo con capucha y debajo del mismo la larga falda en corte trapecio negra bordada con cabochones de zafiros y diamantes, así como el vestido negro con corazón en raso de seda blanco digno de un museo.

stéphane rolland
Foto cortesía de Stéphane Rolland

Stephane Rolland nos transportó a su universo íntimo y a su París romántico, misterioso y nostálgico.

Uno de los momentos más conmovedores fue el de los trajes bordados en plumas largas haciendo un guiño a los pájaros de Prèvert y el traje de novia modelado por Coco Rocha, quien caminó a través de una bruma misteriosa y, de fondo, la voz de Jeanne Moreau recitando “Cet Amour” (Este amor) de Jean Prèvert sobre el adagio de Samuel Barber. Sencillamente mágico y perfecto. ¡Bravo al escultor de la moda Stéphane Rolland!

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