Economía

Lo que se respira en supermercados de Venezuela es tensión

El desabastecimiento se produce, además, en un escenario de recesión económica, con una inflación de más del 60 %, según el Banco Central de Venezuela.

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El 2015 empezó en Venezuela con grandes filas en los abastos y supermercados a lo que llegó algún producto escaso, como el jabón de lavar ropa o los pañales, un problema que, según empresarios y productores, ya tiene un par de años pero que este enero tocó niveles críticos.

Las causas de esta escasez de artículos básicos, una lista que incluye productos como la carne, la leche y los medicamentos, varían según la fuente y se mencionan, entre otras razones, la intermitencia en la entrega de divisas en el marco del control de cambio, el contrabando y el desabastecimiento natural de principios de año.

El desabastecimiento se produce, además, en un escenario de recesión económica, con una inflación de más del 60 %, según el Banco Central de Venezuela, y con el precio del barril del petróleo, principal fuente de ingreso de Venezuela, en 47 dólares con tendencia a la baja.

La atmósfera que se respira en los supermercados es de tensión, ya sea en las largas «colas» o filas o cuando se está a la expectativa de la apertura de cajas con productos escasos y las multitudes de compradores se apuran y empujan para poder obtener alguno de los artículos.

La ministra del Interior, Carmen Meléndez, anunció este jueves la instalación de un operativo para resguardar la seguridad de los venezolanos que se encuentran en abastos y supermercados y, tras negar que existe escasez de productos, pidió a los consumidores que «dejen la desesperación» pues hay productos para todos.

El economista y presidente de la firma encuestadora Datanálisis, Luis Vicente León, ha dicho sobre las filas en los supermercados y redes de comercios que el responsable de las «súper colas» no es el contrabandista ni es el empresario, sino el modelo de control que impide una oferta plena.

Asegura que la mayoría de esas filas corresponden principalmente a desplazamientos masivos de personas que trabajan comprando productos regulados para venderlos a precios más altos en el mercado informal.

Asimismo, señala que «el espectáculo visual» de las filas altera el mercado completo y estimula las compras «nerviosas», pues se trata de una reacción natural de protección de los consumidores.

El primer vicepresidente de Fedecámaras, la mayor patronal de Venezuela, Francisco Martínez, dijo a Efe que si bien es normal que exista algún porcentaje de desabastecimiento cuando se inicia un nuevo año, la principal causa de la escasez en el país es el sistema de control de cambio de divisas que funciona desde 2003.

A su juicio, Venezuela no tiene un sistema de divisas que sea confiable, transparente ni constante, que le permita el acceso de las divisas a los ciudadanos y sobre todo a las empresas para poder adquirir los bienes intermedios y las materias primas necesarias para producir los bienes y servicios.

El empresario señala, además, que hay fallas progresivas de abastecimiento que se vienen arrastrando desde 2013 lo que ha impedido una eficaz reposición de mercancía en los comercios.

Para la patronal, dijo Martínez, la solución al problema pasa por la implementación de un sistema que unifique los tres tipos de cambio de la moneda que actualmente funcionan en el país, al señalar que cada vez que escasean las divisas, escasean los bienes y servicios.

Fedecámaras espera que sus sugerencias sean escuchadas al atender a una convocatoria que el presidente Nicolás Maduro dijo que haría en los próximos días a los empresarios para impulsar el aparato productivo.

Las fallas en la entrega de divisas sería también la causa del desabastecimiento de medicamentos, de acuerdo con el presidente de la Federación Farmacéutica Venezolana, Freddy Ceballos, que aseguró a Efe que el sector reporta hasta un 70 % de fallas de distribución de fármacos.

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