Alí Primera: 38 años muerto y su denuncia está más viva que en la era democrática
En un nuevo aniversario de su muerte Alí Primera es visitado por quienes detentan el poder. Pero hoy Venezuela sufre injusticias sociales que hacen palidecer a las denunciadas en las canciones del Cantor del Pueblo.
Para los que nunca lo conocieron o no lo recuerdan, el cantautor Alí Primera fue icono de la canción popular y de protesta. Su legado también fue uno de los primeros patrimonios culturales venezolanos confiscados por el discurso incendiario de los militares que llegaron al poder hace más de dos décadas de la mano de Hugo Chávez. Cada aniversario de su desaparición física, le llueven los homenajes desde la propaganda oficial. Su música es usada en cada acto oficial chavista como si hubiera sido escrita para el comandante galáctico y su doctrina.
Conocido hoy por algunos jóvenes simplemente como el padre de Servando y Florentino, Alí Primera fue un maestro de la música folklórica venezolana y cultor de ritmos regionales, pero con letras cargadas de profunda denuncia contra las injusticias sociales de la Venezuela que era rica y no lo sabía.
Sus canciones sonaban en la radio (cosa que posiblemente hoy estaría prohibida por la censura oficial y la autocensura de los medios tradicionales), vendía miles de discos con su propio sello «Cimarrón», llenaba enormes espacios con sus conciertos en vivo y era militante de la izquierda romántica en los años de la Guerra Fría.
Su figura es equiparable a la de otros íconos de América Latina, como Mercedes Sosa, Víctor Jara, o Atahualpa Yupanqui.
Lejas estuvo de sospechar Alí Primera que unos militares y sus comparsas civiles pseudo intelectuales instaurarían en Venezuela un régimen autoritario, sin estado de derecho, que coarta las libertades civiles y de pensamiento, y que exhibe como su gran triunfo un sistema donde las grandes desigualdades sociales y las fortunas personales mal habidas llegan a ser escandalosas.
Un sistema corrupto e incompetente que ha llevado la pobreza extrema a niveles históricos y que ha dejado a la Salud, la Educación y la protección del medio ambiente en el sótano de las prioridades.
Pero los militares y civiles en el poder pasan de largo por las evidencias de que las «Casas de cartón» se derrumban sin esperanza y que «Ruperto» sufre hambre y falta de medicinas como nunca antes, en su rancho, con su mujer y sus tres muchachos.
En el pasado, algunos de los dogmáticos civiles sumisos hoy dentro del gobierno a la bota militar, también cultivaron desde el radicalismo una cierta afición hacia el cantor del pueblo, aunque muchos de ellos lo deploraban por considerarlo «demasiado panfletario».
Pero por aquellas curiosas vueltas de la historia, en esta Venezuela de economía en quiebra y política de albañal, es fácil verificar cómo las puntillosas letras de Alí cobran cada vez mayor vigencia, pues las injusticias del pasado, cuando la llamada “democracia civil” palidecen. Hoy más bien se han agravado, se han multiplicado en esta época de militarismo e impunidad con camuflaje de socialismo y retroceso en todos los indicadores sociales medidos por la ONU.
El naufragio del populismo petrolero chavista justamente deja el mayor número de víctimas entre los más pobres, mientras el gobierno y la «nomeklatura» en la cúpula del poder se escuda en un discurso lleno de mentiras, habla de una supuesta defensa de los más débiles mientras encadena mortales secuencias de errores y excesos.
Hoy el gobierno sigue agitando las banderas de la justicia social, la soberanía, la ecología y “el hombre nuevo”, mientras parece hacer todo lo contrario. Aquí, algunos retazos, escogidos al azar de la solitaria denuncia de Alí Primera, a través de la música y el canto.
Se acercan las elecciones otra vez, otra vez si gana la misma gente ‘tamos jodío otra vez otra vez, otra vez eje, eje, otra vez eje, eje, otra vez eje, eje, otra vez eje, eje, otra veeeeeeeez
Empezó el peo en Caracas otra vez, otra vez que mata la policía a los estudiantes otra vez otra vez, otra vez eje, eje, otra vez eje, eje, otra vez eje, eje, otra vez eje, eje, otra veeeeeeeez
«Cuando el soldado no sirva a la Patria en el jardín de un general cuando las águilas se arrastren cuando no se hable por hablar cuando no existan oprimidos entonces, le cantaré a la paz».
Yo se que un día tuviste sueños no viste un río cuando pequeño pero tu alma se te alegraba con la llegada del vendaval
huellas cansadas tienen tus pasos pero aunque el río sea muy manso poquito a poco se enfrenta al mar
vuelve a tu canto de turpial llena de gritos el cardonal que hay semerucos allá en el cerro y un canto hermoso para cantar que hay semerucos allá en el cerro y ya la gente empezó a sembrar
A veces pienso que todo el pueblo es un muchacho que va corriendo tras la esperanza que se le va
la sangre joven y al sueño viejo pero dejando de ser pendejo esa esperanza será verdad
la chinita allá en la orilla que no es una pesadilla despierto tu puedes ver que somos nosotros los que lo están matando, si
Qué molleja primo, tan cristalino que estaba el lago ayer no es palafito lo que esta matando todo lo que hay en él
Pare primo la canoa que me parece que llora el pescador allá en la orilla si le matan la semilla ¡qué la vida le dará! no hay flores en la ribera solo peces muertos hay
La guitarra enamorada de Armando llorando su cocotero cuando en la rada se puso negro el lago estando azulito el cielo
la inocencia no mata al pueblo pero tampoco lo salva lo salvara su conciencia y en eso me ha puesto el alma
sucede algo que da dolor yo vi a mi hermano en el desamparo sin que vinieran a darle amor
Y en el momento no tuve a mano sino el recurso de una canción que lo ayudara en su llamado de que no hay fruto si no hay la flor la flor del hombre, la más hermosa y dolorosa es su corazón
Porque esta vida que me están dando no se parece a la que soñé soñé primero en mi derecho a que me dijeran la verdad y que no mientan cuando prometen que pronto ayuda me llegará
Así dijeron y mi muchacho de esa promesa tiene la edad y mi muchacho que ya está grande de esa promesa tiene la edad y mi muchacho que ya está grande de esa promesa tiene la edad
Oye, Tía Juana, mi amor cómo te causan dolor oye, Tía Juana, mi amor te parten el corazón
Qué triste, se oye la lluvia en los techos de cartón qué triste vive mi gente en las casas de cartón
Viene bajando el obrero casi arrastrando los pasos por el peso del sufrir ¡mira que es mucho el sufrir! ¡mira que pesa el sufrir!
Arriba, deja la mujer preñada abajo está la ciudad y se pierde en su maraña hoy es lo mismo que ayer es su vida sin mañana«Cae y cae la lluvia, viene, viene el sufrimiento pero si la lluvia pasa, ¿cuándo pasa el sufrimiento? ¿cuándo viene la esperanza?»
La curiara río abajo un indio y un guacamayo cuatro monos y un tucán
Se los compran baratos porque en nombre del estado esa es la ayuda que le dan
A un guarara, a un guarao A un guarara, a un guarao
El guarao compañeros con flechas y cerbatanas la tierra venezolana fue el primero en defender
Hoy les dan en recompensa un número y un retrato también un nombre cristiano y el derecho a comulgar
Se me olvidaba decirles que también pueden votar se me olvidaba decirles que también pueden votar
Como no todo es tan malo yo le nombro cuatro cosas que el guarao le agradece a la civilización:
Ropas viejas, indios rubios un jefe llamado Julio y un samán de sarampión un jefe llamado Julio y un samán de sarampión
Si tú también descubrieras que el llanto de aquellos niños es igual de los nuestros y más parecido aún al llanto que hay en los cerros no tratara de buscar indulgencias terrenales por un caminito al cielo
Yo vengo de donde usted no ha ido yo he visto las cosas que no ha visto en mi Patria al turista se le agrada la vista con las cosas bonitas la Venezuela rica pero a los cerros donde se rumia la miseria y se aleja la esperanza nadie los lleva les esconden con vergüenza a la otra Venezuela la Venezuela del pobre la Venezuela sin razón sin razón para que exista pero que existe señor
La verdad de Venezuela no se ve en el Country club la verdad se ve en los cerros con su gente y su inquietud venga, lo llevaré de la mano allí vera a los niños a esos niños terrosos que son niños venezolanos venga, antes de que usted se vaya subiremos a los cerros luego diremos con rabia que está sufriendo mi pueblo
Yo vengo de donde usted no ha ido yo he visto las cosas que no ha visto
Yo he visto a los hombres de los que se dicen «y que» tienen libertad mas cuando busco la verdad de lo dicho concluyo diciendo que tienen, que tienen libertad libertad para sufrir»
(Una primera versión de este artículo fue publicada inicialmente el 16 de junio de 2016. Ha sido actualizado el 25 de septiembre de 2018 y ahora este 16 de febrero de 2022)
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