El decálogo de Pedro y Leo para ganar la Copa Venezuela

Tres títulos en cinco finales de Copa Venezuela disputadas en los últimos siete años. En un fútbol con tan poca continuidad como el nuestro, éste dato tiene que ser relevante. Leonardo González y Pedro Vera forman un dúo de trabajo que hoy presume de ser, números a la mano, el cuerpo técnico más exitoso de la actualidad.

No tienen una receta ni guardan un secreto para este curioso logro, pero el día a día de lo que muy bien hacen, permite revelar diez puntos básicos sobre cómo ganar la Copa:

1. Cooperativismo: Los equipos del tándem Vera – González son una máxima demostración de trabajo en conjunto. Todos atacan, todos defienden. Cada elemento sabe qué rol cumplir y cómo cumplirlo en la cancha para el beneficio del colectivo.

2. No hay margen de error: No dan ventaja. El orden en la cancha es la premisa y las distracciones no están permitidas. La seguridad defensiva es la base del andamio que construyen en el rectángulo de juego. No suelen arriesgar y pocas veces se ven variantes en la zaga durante un partido. Les gusta contar con zagueros experimentados (Édixon Cuevas, Rolando “Koyac” Álvarez, Daniel Benítez, Jorge González) que se encarguen de dirigir la orquesta desde atrás.

3. La figura es el grupo: En planteles modestos como el de Trujillanos, destacaba la labor colectiva por encima de las individualidades. Ahora en La Guaira, con nombres importantes como Luciano Ursino, Edgar Pérez Greco, Freddys Arrieta o Arquímedes Figuera, la premisa sigue siendo el desempeño grupal, ninguno despunta sobre el resto.

4. Paciencia: Juegan a aprovechar el error del rival. El desempeño en la cancha no irradia a la vista del espectador pero su índice de efectividad es enorme. Manejan con sosiego el partido esperando la desatención del contrario como momento cumbre para asestarle el golpe de gracia.

5. Uno basta: En ninguna de las finales ganadas por Pedro y Leo sus equipos marcaron más de un gol por encuentro. Cuatro tantos fueron suficientes para alcanzar tres títulos. Les basta encontrarse con las redes una vez para controlar los partidos a su antojo, un elemento fundamental para superar eliminatorias de ida y vuelta.

6. Luis Rojas: El guardameta del Morro de Puerto Santo ha sido su santo y seña en el arco. Ha coincidido con Pedro y Leo en las plantillas de las tres finales coperas ganadas. Fue titular en dos de ellas y en la de 2014 con Deportivo La Guaira protagonizó una jugada maestra del dúo de técnicos valeranos: ingresó en la tanda de penales y se convirtió en la figura al detener la ejecución de James Cabezas, su ex compañero en Trujillanos.

7. Humildad: Pedro y Leo no son mediáticos. Sus palabras no generan grandes titulares y prefieren asumir la carga dinamitera de la presión y dejar que sus jugadores solo se preocupen por dar lo mejor de sí en la cancha. No alardean de ser el mejor cuerpo técnico de la actualidad en el fútbol nacional, perfil que también trasladan a sus dirigidos.

8. Variantes: Sus equipos mutan en la cancha durante los noventa minutos. Pueden jugar en un mismo partido con un punta o dos, o con un solo medio de recuperación o tres. El equipo interpreta a la perfección lo que quieren los técnicos y se adaptan fácilmente a los momentos y necesidades del partido.

9. Unión: Pedro y Leo son amigos de sus jugadores. Hay una relación de confianza que no violenta el respeto mutuo. Los miembros del plantel están a muerte con su cuerpo técnico y éste con ellos. Los camerinos no dan espacio a debates internos. Todos asumen su cuota de importancia en el grupo y todos se matan por alcanzar los objetivos planteados. La diferencia entre titulares y suplentes solo la dictamina una hoja de alineación.

10. Dios: Como la suerte, es un elemento que siempre tiene algo que ver. No en vano, las súplicas que diariamente dirigen en la iglesia estos dos fieles católicos, evidentemente, han tenido respuesta.