Hedwig Eva Mariam nació en Viena el 9 de noviembre de 1914 en Austria. En 1933 su carrera despega cuando aparece diez minutos desnuda en “Éxtasis” una película que cambiará los paradigmas del séptimo arte de la época. Hoy estaría cumpliendo 101 años y Google lo celebra con un doodle sobre su carrera y su relevancia en el mundo de la ingeniería y la actuación.
Se casó con el magnate de la industria armamentística Friedrich ‘Fritz’ Mandl, en un matrimonio arreglado y de conveniencia en contra de su voluntad. Pero fue gracias a el y a su condición judía que conoció los horrores del régimen nazi y se ve impulsada a ofrecer al gobierno de los Estados Unidos toda la información confidencial de la que disponía, gracias a los contactos de su ex marido. Esta belleza del cine se puso a trabajar para la consecución de nuevas tecnologías militares.
Hedy Lamarr y el compositor George Antheil recibieron el número de patente 2.292.387 por su sistema de comunicaciones «secreto». Esta versión temprana del salto en frecuencia (una técnica de modulación de señales en espectro expandido) usaba un par de tambores perforados y sincronizados (a modo de pianola) para cambiar entre 88 frecuencias y se diseñó para construir torpedos teledirigidos por radio que no pudieran detectar los enemigos.
El primer uso conocido de la patente fue en la crisis de los misiles de Cuba. Durante esta crisis de 1962 se usó este sistema en el control remoto de boyas rastreadoras marinas. La misma técnica se incorporó en alguno de los ingenios utilizados en la guerra de Vietnam. .
Durante su carrera en Hollywood compartió pantalla con Lana Turner, Clark Gable y otras leyendas.Es conocida como la mujer más hermosa de la historia del cine y es la prueba viviente de que la inteligencia y la belleza pueden coexistir a la perfección.
Avanzando en sus trabajos como ingeniera desarrolló un sistema de detección de torpedos teledirigidos, que podría ser considerado un precursor de lo que actualmente conocemos como “wi-fi”.