Samba Macuto Show: el décimo jugador celebra con los Tiburones de La Guaira

La agrupación nació en 1978. Según cuenta Cesar Barrios, el fundador y ahora director de La Samba, el grupo surgió cuando un político local de AD les dio 5 instrumentos y los invitó a animar sus caminatas y mítines políticos. Entonces, un grupo de jóvenes varguenses tomaron un bombo, dos granaderos y dos redoblantes para animar en cuanto lugar les pareciera indicado. Las playas del litoral varguenses eran los sitios más adecuados y donde los muchachos recolectaban además una “platica”.

Siguiendo con esas andanzas, se toparon con Carlos “Morocho” Moreno, infielder de Los Tiburones para la época, quien les pidió que fueran al estadio a animar al equipo. La Guaira ganó ese día, jugaron contra el Caracas. Al ver el fiestón que armaron, el dueño del equipo, Pedro Padrón Panza, los interceptó en la salida y les preguntó si querían seguir asistiendo a los juegos: “le dijimos —Claro que sí. Nos preguntó que cuánto cobraríamos y le dijimos que nada. —Si nosotros somos de Los Tiburones”. Desde entonces, la Macuto Samba Show, no solo ha animado al equipo guairense, sino que ha alegrado a todos los seguidores de la liga de béisbol nacional. No importa si el fanático le va al Caracas, al Magallanes o a las Águilas del Zulia, los ritmos de la samba lo han contagiado.

Los fundadores de la Samba Macuto Show fueron Henry Pirela, Edinnson Verdun, Israel García, Alan Rivero, Riki Pernía, Giobany Silva, Ramón Mustiola y César Barrios, mejor conocido como “Chicho”. Hoy, solo Chicho continúa creando ritmos, y la samba se ha convertido en una escuela para los niños de Macuto y sus alrededores.

“Esta es una aula abierta”

La Macuto Samba Show ensaya en un terreno baldío, al lado de la famosa panadería El paraíso de los Golfeados. Ahí se congregan desde grandes hasta chicos. Cuando las madres le preguntan a Chicho que desde que edad le pueden traer al niño, él les contesta que desde que aprenda a caminar.

Es por eso que en algunos toques vemos niños que todavía les cuesta hablar, pero andan felices jugando con sus baquetas y tambor. Para ellos, la samba no es solo una actividad extracurricular sino la diligencia más divertida de su semana. Así lo declaran varios de ellos, quienes destacan que les encanta los viajes y los paseos al estadio u otras locaciones.

Su participación en la samba tiene un precio módico: No decir groserías y respetar a los mayores.

30 años sin ganar

Cesar Chicho Barrios es de semblante duro, la seriedad domina su rostro, incluso en los hits más provechosos que batea su equipo. Es un fanático en todo el sentido de sus 8 letras, así lo reafirma cuando rememora varios de los momentos vividos en el estadio y junto a su grupo Samba Macuto Show.

«Han sido años duros, y tristes. Uno puede ser muy hombre y muy orgulloso pero o he salido del estadio con los ojos rojos. Pero he aprendido a llevar la frustración. Sobre todo por los muchachos, uno tiene que animar y poner la alegría. Hay gente que me dice: —Chico no vengas más. Pero yo le hice una promesa a Padrón Panza. Yo nunca me he perdido, ni me perderé un juego».