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¿Dónde está el Oscar de Di Caprio?

Para muchos, este finalmente es el año. Luego de ser el favorito en todos los galardones previos, de no ganarse la ansiada estatuilla dorada de la Academia, Di Caprio no sería el único sorprendido.

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FOTOGRAFÍA: REBECCA BLACKWELL | AP

La primera vez que Leonardo Di Caprio estuvo cerca de la estatuilla fue en 1994, cuando fue nominado en la categoría de Actor de Reparto, por la película What’s Eating Gilbert Grape? (1993), en la que interpretó a un joven con discapacidad mental. A sus 18 años, poco pudo hacer al competir con veteranos como John Malkovich o Tommy Lee Jones (quien finalmente ganó). Sin embargo, fue la entrega de premios de 1998 la que pareció haber marcado su desafortunado destino en la Academia.

Para la 70 entrega de los Premios de la Academia, Titanic (1997) igualó el récord de nominaciones de Eva al desnudo (1956), optando por el Oscar en 14 categorías y ganándolo en 11 de ellas (igualando también el récord de Ben-Hur). Pese a todo esto, el gran ausente de aquella noche fue precisamente Di Caprio, quien luego de haber sido nominado ese año al Globo de Oro, no obtuvo la nominación al Oscar. Y estuvo ausente en todo sentido; no se presentó a la ceremonia, lo que provocó algunos comentarios sobre su “malcriadez”.
Ese mismo año, también fue excluido de las nominaciones Al Pacino, por su protagónico en Donnie Braso. La sorpresa de su ausencia, y la de Di Caprio, se explica al considerar que fue un buen año para esta categoría, de grandes actuaciones y con candidatos experimentados. Matt Damon fue el más joven de los nominados, con entonces 27 años, pero el promedio de edad de los otro cuatro competidores –Robert Duvall, Dustin Goffman, Jack Nicholson (ganador) y Peter Fonda- se calculaba en 60 años.

Aún así, la fulgurante estrella del californiano empezaba a dar frutos: la crítica y los seguidores protestaron contra la Academia, y el actor empezaba, a sus 23 años, a cobrar la misma suma que Tom Cruise y Harrison Ford por película. La industria no dudaba de su capacidad de llenar las salas, así que no pasó mucho para que diera el salto de estrella adolescente a un actor digno del elenco de Steven Spielberg o Martin Scorsese.

Desde entonces, ha sido nominado 9 veces más al Globo de Oro (siendo dos veces ganador, el año pasado por The Wolf of Wall Street y este año por The revenant), y solo 4 veces más al Oscar. Fue ignorado en la Academia por sus protagónicos en cinco oportunidades: Catch me if you can (2002), The Departed (ganadora de 4 Oscars en 2006, incluida Mejor Película), Revolutionary Road (2008), J.Edgar (2011) y Django Unchained (2012).

¿Qué ocurrió en esas otras cuatro nominaciones?

En 2005, y después de haber ganado el Globo de Oro como Actor Dramático, parecía que Di Caprio triunfaría la noche del Oscar por su papel en The Aviator. La gran ganadora de la noche fue Million Dollar Baby, de Clint Eastwood, pero ni siquiera fue él, que también competía por el título de Mejor Actor, quien se hizo con el premio. Fue Jamie Foxx, por Ray, quien –dando una sorpresa- le arrebató la ilusión a Di Caprio.

Ese año también fue la quinta nominación para Martin Scorsese, como Mejor Director, y la quinta vez que perdía la estatuilla. Es curioso como el propio Scorsese y otros tantísimos actores –como Brad Pitt (3 veces nominado), Michel Pfeiffer (3 veces nominada), Glenn Close (6 veces nominada) o Edward Norton (3 veces nominado)– no han causado la controversia mediática de Di Caprio al no haberse podido hacer con un premio de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas.

Finalmente, al año siguiente, Scorsese logra su Oscar por The Departed, Di Caprio es ignorado este año y llega el 2007 con una nueva nominación: por Blood Diamond. Esta vez competía contra Forest Withaker, quien –a pesar de ser su primera nominación- ya se perfilaba como ganador, tras haberse hecho con el Globo de Oro, BAFTA y el SAG Award, gracias a su interpretación de Idi Amín Dada, en The last King of Scotland (2006). Se anticipaba que no sería el año de Di Caprio.

Siete años después, en 2014, los seguidores –y el actor- vuelven a tener fe en su nominación. La crítica y la prensa extranjera (en el Critics Choice y Globo de Oro, respectivamente) lo dieron por ganador ese año, a pesar de que ni siquiera fue nominado por sus compañeros en los SAG (que premió a Matthew McConaughey, por Dallas Buyers Club). El BAFTA, al que Di Caprio sí estuvo nominado, lo ganó Chiwetel Ejiofor, por 12 years a slave.

Entonces, no había un favorito unánime, pero la tendencia se inclinaba por este eterno nominado. The Wolf of Wall Street fue tan larga (dura casi tres horas) que dio pie a que Di Caprio se luciera como magníficamente le parecen caer los personajes megalomaníacos, pero en tanto tiempo en la butaca el riesgo es que pases de pensar que es memorable a que fue un tanto sobrevalorada. Los excesos siempre pasan factura.

Por otro lado, ese año McConaughey tuvo algunos ases que suelen, históricamente, deslumbrar a la Academia: una historia real, la descosida de un sensible tema social, una impresionante transformación física (para mal, muy mal, con más de 20 kilos menos) y un co-protagonista que se perfiló como favorito desde el inicio (Jared Leto).

Este año, Di Caprio tiene todos importantes premios previos a su favor –de la prensa extranjera, de sus compañeros, de la crítica-, el clamor de un grupo bastante holgado de seguidores, la admiración por haber soportado inhumanas condiciones durante el rodaje en las agresivas montañas nevadas de Canadá, y sin duda una de las actuaciones más dramáticas y desgarradoras de la contienda.

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