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7 mitos para explicar la derrota del Barcelona

El Atlético de Madrid eliminó al Barcelona de la Champions Lague y, como suele ocurrir con los equipos grandes, se habla más de los errores del equipo blaugrana que de los aciertos del colchonero. Veamos cuáles son los lugares comunes para desmitificarlos. 

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7- Atlético de Madrid ganó porque le puso más «huevos»
La frase es futbolística y proviene de Argentina. En teoría, significa que los partidos se ganan echándole bolas. Falso. Intensidad sin calidad nunca producirá triunfos. El Atlético funciona muy bien en las transiciones. Tiene jugadores maravillosos como Gabi, Saúl, Carrasco, Koke y Griezmann, que igual generan una contra o responden como líberos. Un buen ejemplo fue el de Filipe Luís y su perfecto traslado de balón con superioridad numérica que derivó en el penalti para el 2-0. Nunca se apuró. En lugar de un balón, parecía llevar un disco de vinilo que debía entregar sin rayón alguno. Solo la alevosa mano de Iniesta impidió que llegara al tocadisco. Antes de eso, los de Simeone sufrían muchísimo porque ya no pudieron – por iniciativa del rival y por inercia propia del que defiende – mantener al Barcelona más lejos de su portero. Eso nos lleva al primer tiempo. Allí se definió el encuentro. La necesidad de los locales se veía en cada avance y la pasividad del visitante en cada horizontalización. El 1-0 parte de un mal rechace de Jordi Alba y en un perfecto pase al centro de la zaga blaugrana. Piqué y Mascherano estarían en Periscope porque Griezmann anotó sin marca alguna. Si acaso se vio, detrás de él, a Dani Alves.

6- Al Barcelona lo dejó afectó la derrota contra el Real Madrid
Bajo esa misma premisa, Real Madrid debía golear al Wolfsburgo y no fue así. De hecho luego de la pasada jornada en la Champions, el panorama había cambiado. Después del Clásico se insinuaba que para los de Luis Enrique la caída solo había sido una circunstancia porque «tenían la liga ganada y lo clave era la competencia europea». En la otra esquina, el 2-0 en Alemania era la confirmación de que Zidane seguía sin conseguir un once regular y haberle quitado el invicto al líder no era más que un golpe de fortuna. La realidad es que cada partido es una historia y cada competencia estimula a los jugadores.  Eso lo puede afirmar cualquier director técnico. Creer que el fútbol es «un estado de ánimo», sirve para complacer lecturas preconcebidas y no para acercarse a fenómenos más complejos.
5- El Atlético corrió más
¿Y? También el Barcelona manejó mucho más el balón (78%) y la pregunta sigue siendo la misma: ¿y? Puedes correr más porque al perder el balón, necesitas desplazarte a zonas que, de lo contrario, no deberías poblar por responsabilidades de posición (esquema táctico).
4- El problema del Barcelona es sicológico
De nuevo volvamos al rival de Liga y que sí clasificó: Real Madrid. Al equipo blanco le sobran mediaspuntas, tuvo que cambiar de plan con la salida de Benítez y llegada de Zidane; Benzema se vio afectado por un escándalo sexual y fue apartado de la selección francesa (de hecho se queda sin Eurocopa). Atlético, rival que le elimina, jugó con un menos en la ida por una expulsión más que discutible de Fernando Torres y tuvo que replantearse su planificación luego de que su fichaje estrella, Jackson Martínez, se fuera a China. Esto último es clave porque la oncena que dirige Simeone no se acerca al presupuesto de sus rivales en la Liga y aún así está segundo, precisamente a solo tres puntos del Barcelona. ¿Qué hay de extraño que entre dos rivales tan cercanos se dé una victoria en cada campo propio? Nada.
3- Messi no pesa
El bajón es colectivo, porque si algo demostró la MSN, es que cualquiera podía decidir en los encuentros cerrados. Suárez mejoró muchísimo a sus compañeros. De hecho, la jugada colectiva más clara del partido llegó con un desmarque del uruguayo al costado y un centro. Contra el Real Madrid, Luis se desmarcó de Pepe y marcó a placer. Ese 1-0 parecía precipitar la caída merengue, pero los problemas defensivos permitieron el resurgir de Cristiano Ronaldo. En consecuencia, Barcelona defiende mal y ataca peor. El problema es de funcionamiento, no individual. 
2- Agotamiento físico
Ni el gol en el minuto 35 pareció mosquear al Barcelona que parecía tener un plan demasiado estricto en el Calderón. El balón pasaba de Alba a Mascherano y luego a Piqué y después a Alves…  así se fue el primer tiempo. En el segundo, con un Iniesta un poco más despierto (pero solo un poco), se metió en el partido. Regaló 45 minutos. El viejo cuento de la liebre y la tortuga. Cuando Barcelona quiso alcanzar al Atlético, ya era muy tarde. Para el recuerdo queda la estupenda jugada de Gabi que frena como central un balón enviado por Suárez. Esperaban Alba y Piqué para la igualada.
1- No le pitaron un penalti
Si mi mamá tuviera ruedas fuera bicicleta y si Capriles hubiera ganado no estaría mandando Maduro. Igual Suárez (codazo grabado en el párpado de «Rocky» Godín), Neymar (patada antideportiva fuera del campo) y posiblemente Iniesta, por su mano, debieron recibir la roja. Ganó Atlético porque fue mejor. Punto.

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