Con casi una hora de espera inició el concierto de Yordano. A sala llena y con las luces todavía encendidas el público comenzó a aplaudir pidiendo por la aparición del artista. Entre vítores y flashes parecía que la oscuridad de la sala iba a dar paso a la familiar voz del cantante, pero no, teléfonos en mano y aplausos de los presentes resultaron ser por la presencia de la ex diputada María Corina Machado, quien junto a la rectora de la UCV, Cecilia García Arocha, posó para los emocionados en un momento confuso y enredado.
No fue hasta las 7:53 pm cuando el silencio que suele preceder a la música iluminó el escenario para recibir a Trina Medina, tiempo atrás corista de Yordano, acompañada por unos tambores de la costa que precedieron al homenajeado de la noche.
La familiar figura de sombrero y chaqueta de traje descendió de una rampa en medio de la tarima para cantar Madera Fina, con el fondo de una Caracas iluminada y en movimiento deslizándose detrás.
El nerviosismo del inicio le sacó unas cuantas palabras de agradecimiento: “Muchas gracias por estar aquí. Una vez más y que sean muchas más”, dijo entre susurros mientras comenzaba a sonar Una vez más, la nueva canción que dio nombre al concierto y a la gira internacional que anunció el pasado marzo.
Perla negra, No queda nada, Aquel lugar secreto, Hoy vamos a salir, No voy a mover un dedo, Días de junio, y la nostalgia de Por estas calles fueron algunas de las 26 letras coreadas por los presentes como si el tiempo fuera suspensión en vez de movimiento.
Los nervios de los primeros minutos fueron desplazados por la confianza y la familiaridad del escenario. Aunque algunas lágrimas de emoción se le escaparon en el inicio de la presentación -«creo que hoy va a ser muy difícil que hable», dijo Di Marzo-, el transcurrir de la noche demostró que ese no iba a ser el caso.
Acompañado por el grupo de fusión de música venezolana con jazz y electrónica integrado por Neil Ochoa, Álvaro Benavides y José Luis Pardo, Los Crema Paraíso, Yordano le dedicó una de sus nuevas canciones: «Qué sería de mí sin tí» a su esposa Yuri, y siguió con improvisaciones e invitados especiales como Colina –con quien versionó Querida de Juan Gabriel-, Nené Quintero y Vasallos del Sol.
La conversación fluyó como en una sala con viejos amigos. Parado, sentado, la energía de Yordano, a pesar de lo que muchos esperaban, permaneció hasta el final a punta de aplausos y uno que otro sorbo de Gatorade. Si hay algo que quedó claro es que sus ganas de hacer música persisten luego de cuatro décadas componiendo y un cáncer que se fue para no volver.
