Una iLevitable transgresora boricua en clave bolero

Ileana Cabra no es la misma que conocimos en «La hormiga brava» o «La aguacatona«, temas en los que cantaban bajo el nombre PG 13 junto a sus hermanos en Calle 13.  Un nuevo alter ego fluye en la puertorriqueña, ahora se hace llamar iLe. Sin sarcasmos ni doble sentido, no hay lenguaje incendiario en clave hip hop.

Así debuta en plan solista con el disco iLevitable (Sony Music, 2016), una docena de canciones en la que se encuentran piezas de su autoría, de su abuela Flor Amelia de Gracia, su hermana Milena y su padre Joey Cabra. El álbum fue producido por su pareja, Ismael Cancel, baterista de Calle 13. Un disco al final de cuentas familiar porque Visitante y Residente en escalas no visibles, le aportan a la artista.

Nostálgico, armonioso, cargado de boleros y canciones inspiradores, iLe lleva su voz a un nivel más alto, la sobriedad de su mensaje transpira su esencia. La aparición del fallecido Cheo Feliciano en «Dolor«, tema de su abuela, le aporta una urgencia sentimental entrañable. Este track fue grabado en el 2012 y hasta la fecha es la última grabación que se conoce del legendario boricua.

iLevitable tiene un ritmo trascendental, un aire indie-folk bolerístico que remonta a situaciones de antaño. «Qué mal que estoy» es contemporánea pero «Te quiero con bugalú«, aunque divertida, tiene la esencia cabaret antes de la decadencia nocturna. Acaba de lanzar un video de esta pieza, una pareja mayor flirteando en un bar, bailando al son de la melodía, previo a su lasciva actividad final. Seguro traerá su dosis de polémica.

Punzo penetrante, sin embargo, resulta «Maldito sea el amor«, un título desafiante que se regodea en el desgarrado sentido del sufrimiento. Aquí no siente culpabilidad al entonar las palabras como si quisiera cachetear a alguien.

iLe suelta la única melodía en inglés, se trata de «Out place«, con un estremecimiento que no necesariamente llega el blues pero dentro de su ornamenta pop, captura el folk atormentado alienado a una infame despedida, como el final épico de una drama cinematográfico. «Extraña de querer» aborda la reflexiva soledad con un intro de piano que marca el clima sonoro de la historia.

«Rescatarme» y «Danza para no llorar«, muestran en final de la placa dentro de una atmósfera cálida, abstraída por la resonancia lírica que muestra iLe en todo el álbum. Remata «Aurora y José«, una pieza instrumental como si se tarareara desde un balcón, dejando todo lo vivido o sufrido atrás, esa sensación de calma después de la elocuente vorágine sentimental mostrada.

iLevitable se alza como una gema sonora que a primera vista no intuimos en la carrera de la menor de la casta Cabra. La convierte en el orgullo familiar de estos días con éste álbum. Toda la atmósfera de antaño, la pasión y la necesidad de expresar historias sencillas, reales y arraigadas a su influencia directa, hacen parte excepcional de esta producción.