Cubano usa frutas… y condones para producir vino
A varias cuadras de distancia se percibe el olor de la fruta fermentada que sale de la casa de Orestes Estévez, una vivienda con la fachada cubierta por una parra y a la que cada vez más personas llegan a comprar una botella o sólo un vaso de vino hecho de uvas, guayabas, berros o flor de Jamaica