De Interés

Tres preguntas que deja la huida de Neymar

Al momento en que escribo esto (miércoles al mediodía) ya se puede hablar de huida de Neymar del Barcelona pero técnicamente todavía no de fichaje de Neymar por el París Saint Germain. Se supone que vendrá una negociación económica compleja entre ambos clubes y que el Barsa se pondrá agalludo, pero es casi seguro que el PSG al final se baje de la mula, euros más o euros menos.

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Estas son las preguntas que me deja el “pire” del astro brasileño:

  1. ¿Messi es gente tóxica? Los que hemos vivido esta época hemos visto en plenitud a quizás los dos mejores futbolistas de la historia en simultáneo. La imagen que generalmente se nos ha vendido en los medios de comunicación es que Cristiano Ronaldo es narciso, ególatra, vanidoso, mal compañero y no celebra cuando él no mete el gol, mientras Lionel Messi es una especie de geniecillo algo contrahecho o enano de Blancanieves que fuera de la cancha no le hace daño a nadie y que podría pasar incluso por tonto.

Sin embargo, que yo sepa, ningún titular indiscutible se ha ido corriendo del Real Madrid quejándose de que la convivencia con el ego de Cristiano es insoportable. Los que abandonan el club blanco (por ejemplo, Morata o James) en general es porque no consiguen dar un golpe de Estado en el once principal.
¿Y si la leyenda fuera exactamente al revés? ¿Y si Cristiano, en la distancia corta, es un buen tipo poco enrollado que más bien fomenta el espíritu interno de superación y competitividad y además, de vez en cuando, paga la rumba? ¿Y si Messi fuera un “enano siniestro” alrededor del que se ha creado un club a su imagen y semejanza, y termina robándole el oxígeno a todo lo que intente crecer cerca suyo?
toxico
Por supuesto, el que escribe esto es un simpatizante del Real Madrid con una perspectiva resentida. Pero al parecer, una de las razones que alega Neymar para irse a una liga de menor nivel es que, en temporada de Mundial (Brasil es favorito junto a Alemania entre los apostadores), prefiere ser cabeza de gato que cola de cunaguaro. En el Barsa siempre sería un segundón de Messi.
Lo que deja una subpregunta: ¿a quién traerá el Barsa con los 200 y pico palos que le pagará el PSG? Según este columnista del diario español Marca, será el francés de ancestros subsaharianos Ousmane Dembélé, del Borussia Dortmund. Otros dicen que el argentino de origen polaco Paulo Dybala (Juve).

  1. ¿El futbol francés ahora sí servirá para algo? Mi infancia está llena de preciosas memorias de fútbol, por ejemplo, el Milan de Ruud Gullit, el Madrid de Hugo Sánchezy el Nápoli de Maradona, pero lo único que recuerdo de la liga francesa es que el nombre del club Girondins de Burdeos me parecía espectacular, con sus reminiscencias de la Revolución de 1789.

Cuando el colombiano Carlos “Pibe” Valderrama llegó al Montpellier en 1988, distaba de ser una estrella internacional consolidada. De hecho, a Valderrama jamás le fue bien en Europa, aunque es uno de los grandes de todos los tiempos. O al menos uno que se podrá morir como Charly García diciendo: pero yo tengo personalidad. Y hasta le dio su nombre a una propuesta musical:

Miren: Francia es un país rico. La sexta economía del mundo, según varios indicadores. ¿Por qué su liga es bastante menos competitiva que las de España o Inglaterra? ¿Por qué sólo un club francés ha ganado la Champions League, el Olympique de Marsella en 1993, y tampoco fue un campeón demasiado memorable (jugaba más bien al contragolpe y el ghanés Abedi Pelé nunca fue precisamente un Rei Pelé)? ¿Cambiará esto la llegada de Neymar, ahora sí?
Lancé la pregunta sobre la nulidad de Francia en mis redes sociales y no obtuve una respuesta concluyente, sino un conjunto de factores. Que los franceses en realidad son más amantes del ciclismo y el rugby que del fútbol. Que a los grandes conglomerados trasnacionales de TV no les interesa la Ligue 1, lo que genera un círculo vicioso difícil de quebrar.
Yo tengo mi propia teoría: de la Libertad, la Fraternidad y la Igualdad, la única que sirve para construir un campeón de fútbol es la primera. Especulo que la sociedad francesa (con cierta tendencia hacia el socialismo, pero el bien entendido) no ve con demasiados buenos ojos al típico magnate que gasta un platal en estrellas de fútbol.
De hecho, los que están impulsando las inversiones del PSG y el Mónaco son capitales extranjeros (Qatar en el primer caso y el Principado y Rusia en el segundo).
Los grandes proyectos faraónicos del pasado (el Racing Matra París de los ochenta y el Olympique Marsella en los noventa) fueron encabezados por empresarios franceses y terminaron de manera escandalosa.
Pero aunque no han ganado títulos de Champions, el Mónaco (monarca reinante), el PSG (ganó las cuatro ligas anteriores) y en menor medida el Lyon al menos se han metido en la élite europea. Lo que lleva a la siguiente pregunta, que sólo tiene que ver tangencialmente con Neymar.

  1. ¿Más nunca será posible una sorpresa en la Champions League? La Premier de Inglaterra es un poco más pareja, pero en general las ligas europeas son dominadas por uno o dos clubes mucho más ricos que el resto: Barcelona, Madrid y quizás Atlético (España), PSG y Mónaco (Francia), Bayern y Borussia Dortmund (Alemania) y por ahora sólo la Juventus en Italia.

Súmele a Manchester City, Manchester United, Chelsea y quizás Liverpool y tendrá a los plutócratas que, casi con toda seguridad, se alternarán año tras año como los cuartofinalistas de la Champions League de aquí a la eternidad. Todos ellos están entre los 20 clubes más ricos del mundo. Parece prácticamente imposible que un equipo que no pertenezca a esta élite rompa el monopolio.
A mediano plazo, no es inimaginable que se imponga el proyecto de una liga europea con este G-12 o G-20 y las ligas locales pasen a ser una especie de Copa Venezuela de fogueo.
París Saint Germain tendrá un ataque con Neymar, Ángel Di María y Edinson Cavani, entre otros (se ha especulado con un posible aterrizaje del chileno Alexis Sánchez).
¿Luce ya como capaz de competir con Real Madrid o Barcelona en la Champions? No, pero la apuesta arriesgada de empresarios como el qatarí Nasser Al-Khelaïfi (presidente de PSG) es permanecer en la élite europea año tras año y confiar en que algún día finalmente dará el zarpazo a la primera línea de favoritos.
Aunque nadie vea nunca un partido completo de la Ligue 1. Yo por lo menos jamás lo he hecho, no sé usted.       ]]>

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