La nata venezolana llegó a Buenos Aires
Una pareja de venezolanos inició un emprendimiento gastronómico para mantener las tradiciones culinarias criollas y educar el paladar porteño con tan solo la cremosidad de una nata artesanal
Una pareja de venezolanos inició un emprendimiento gastronómico para mantener las tradiciones culinarias criollas y educar el paladar porteño con tan solo la cremosidad de una nata artesanal
En Venezuela la nata siempre ha sido un complemento. Tradicionalmente los restaurantes especializados en carnes y brasas o la cocina centrooccidental preparan los paladares de los comensales con una entrada compuesta de arepas con nata. Asimismo, durante los últimos diez años, la venta industrializada de esta crema se hizo más evidente en cadenas de supermercados del país, un producto que funge como el perfecto maridaje de otros. La función de la nata siempre ha sido como la de un guardaespaldas: acompañar, porque nunca ha sido el plato principal en una mesa; mucho menos ha sido un alimento de primera necesidad.]]>