¿Qué está pasando en Caracas con la "tos de las perreras"?

“Como médico veterinario, con un consultorio en El Marqués, yo no he visto ningún caso de la tos de las perreras este año”, afirma el doctor Leonardo Ruíz, presidente del Colegio de Veterinarios de Miranda. Él mismo hizo una encuesta con algunos de sus colegas, y la mayoría reportaron no haber tenido casos en lo que va de año.

Con la llegada del frío decembrino y la temporada de lluvias no obstante, puede que haya un aumento en el número de perros que padecen la tos de las perreras. Todos los años es posible que los veterinarios se encuentren con alguno que otro caso, sobre todo cuando los perros viven hacinados o en manada: “La tos de las perreras es muy contagiosa, por lo que si hay varios perros juntos es muy probable que más de uno la tenga”.

En redes sociales se ha especulado recientemente sobre alguna “situación” o rebrote de la tos de las perreras. Sin embargo, ese no es el problema real en este momento. Estas especulaciones quizás estén más relacionadas con el ejercicio ilegal de la profesión: personas que actúan como veterinarios y administran vacunas sin conocer el protocolo. Entre ellas, la de la tos de las perreras.

“La vacuna debe estar adecuadamente refrigerada para surtir efecto; si por alguna razón pierde la cadena de frío, entonces pasa a ser inservible”, explica Rui: “La mascota necesita ser vacunada por alguien que sepa manejar la vacuna, y cuándo y por qué ponerla”.

Otro riesgo se presenta con el contrabando y la falsificación de las vacunas: “A veces, las vacunas se compran en Colombia y son traídas a Venezuela; en estos casos no sabes lo que estás adquiriendo”, explica la doctora Alba Codutti, médico veterinario y asesor regulatorio de Intervet Venezolana S.A. (MSDAH). Con el contrabando se corren riesgos: que se haya interrumpido la cadena de frío o que el producto comprado se trate de una simple copia sin efecto alguno.

¿Qué es la tos de las perreras?

La traqueobronquitis infecciosa canina, más conocida como la tos de las perreras, es un complejo respiratorio. El doctor Mixsael Magallanes, médico veterinario, explica que en esta enfermedad no actúa un único agente etiológico: están asociados virus, bacterias, e incluso algunas levaduras del tracto digestivo. Pero es más comúnmente producida por el virus de la parainfluenza o el adenovirus canino tipo 2.

La patología afecta al sistema respiratorio y suele desarrollarse en lugares donde conviven una gran cantidad de perros, como las perreras: “De aquí viene el popular nombre”. Es altamente contagiosa, por lo que no es sorpresa que en un grupo de veinte canes en un criadero, haya quince con esta enfermedad: “Para hacernos una mejor idea, podríamos decir que la tos de las perreras es similar a la gripe que contraemos los humanos”.

Aunque rara vez se producen complicaciones, como la neumonía, esto varía acorde al estado de salud previo del paciente y las condiciones externas en las que se encuentra: “Por ejemplo, no es lo mismo que se contagie un animal sano, que uno que tenga alguna enfermedad cardíaca”.

Los signos clínicos suelen estar asociados principalmente al tracto respiratorio superior. “Es una tos seca que algunos comparan con un graznido de ganso, que termina por lo general en un esputo, una pequeña cantidad de saliva o moco blanco que muchas veces se confunde con vómito”. Para un ojo no entrenado es fácil confundir la tos con arcadas, y pensar que más bien tiene algún objeto extraño atorado a nivel de la garganta.

En estos casos la consulta con el médico veterinario es indispensable. El doctor Magallanes enfatiza la importancia de no automedicar: “Si bien muchos medicamentos humanos se usan para tratar a los animales, los efectos secundarios difieren y las dosis cambian dependiendo del perro; lo mismo ocurre con los fármacos de uso veterinario”.

La vacuna contra la tos de las perreras no llegaba a Venezuela desde antes de 2017, pero la doctora Alba Codutti asegura que nuevamente se está importando. “Hay que tener cuidado de usar los medicamentos con toda su permisología”, advierte.

Los animales más vulnerables ante la tos de las perreras son los perros de la calle, los que se encuentran hacinados en refugios y los que son dejados por sus dueños en pensiones mientras estos se van de vacaciones. Y, en general, los que no han recibido la vacuna correspondiente. Es probable que la nueva “visibilización” de esta enfermedad esté vinculada a lo que parece ser un auge de refugios o de animales refugiados. Son justamente estos canes los que deberían tener su vacunación anual, puesto que son más propensos a enfermarse. “Vacunar a los animales es una responsabilidad, es la mejor forma de prevenir enfermedades”, alecciona Codutti.