La presencia de una figura paterna es tan importante en la crianza de los hijos como lo es la figura materna. En un mundo en el que los roles de la sociedad vienen cambiando, la paternidad también está en reinvención
Los hombres generalmente comentan que el Día del Padre no tiene el mismo peso que el Día de la Madre. En tono de humor, y a veces un poco más serio, siempre se critica que a mamá los hijos la consienten más en su día que a papá. Entonces, muchas mujeres lanzan algún tipo de justificación o defensa a ser más consentidas con la celebre frase: «es que como mamá no hay dos».
Las canciones lo dicen también. Para muestra un botón: la célebre canción de Néstor Zarvarce, que por más de 60 años viene acompañando las celebraciones decembrinas y que todos hemos tarareado alguna vez, al menos en nuestra mente, nos dice que cuando faltan «cinco pa’ las 12 y el año va a terminar, me voy corriendo a mi casa a abrazar a mi mamá». ¿Y papá?
El psicoterapeuta y profesor de la Universidad de Chile, Jorge Milanés, explica este fenómeno de celebrar muchas veces más a mamá que a papá en su día: «En Latinoamérica hay más mamás presentes que papás presentes, aunque esto no implica que la figura de papá no sea importante. De hecho, la presencia de una figura paterna es fundamental para la crianza y el desarrollo emocional de un niño o una niña«.
Sin dejar de ratificar lo esencial que es la figura paterna, Milanés es enfático al poner la lupa en un asunto: «Hay que estar claros que Latinoamérica no tiene los mejores papás del mundo».
Los datos respaldan esta postura. La Encuesta Nacional sobre Condiciones de Vida (Encovi) 2021, muestran que el año pasado cerca del 40% de las madres adolescentes asumieron la jefatura de su hogar, conformando hogares monoparentales, donde están encargadas solas de la crianza de sus hijos.
Sin embargo, «es importante entender que el papá no solo está presente porque está en la casa. El papá está presente cuando está en la casa y tiene tiempo de calidad que comparte con su hija o hijo», asegura el psicoterapeuta.
Sobre el punto de la presencialidad en casa la Encovi 2021 también levanta unas señales de alerta. En un año donde los niños experimentaron clases a distancia, «la responsabilidad de apoyar a los hijos en la realización de las tareas recayó principalmente sobre la madre, 78%, quien a la par debió atender tareas domésticas y extradomésticas».
Antes que los padres comprometidos con la paternidad que están leyendo este artículo sientan que están siendo excluidos y que se esté hablando otra vez solo de mamá, es necesario que enfaticemos la importancia que tiene el rol del padre en la familia.
Milanés explica que según la teoría evolutiva, desde el momento del nacimiento hasta los dos años la figura materna es crucial, en cuanto al desarrollo de una personalidad con emociones sanas y con seguridad, sin embargo, a partir de los dos años la figura masculina cobra aun mayor importancia porque viene a aportar algunos elementos propios en el desarrollo de ese niño que son fundamentales para su vida.
«Todo lo que ocurre dentro de las personas, el desarrollo de su personalidad, de su autoconcepto, sus valores y la forma como se percibe a sí mismo y el manejo de sus emociones siempre está relacionado con la figura materna y la relación que tenga con esa mujer a la largo de su vida y en especial antes de los dos años. Pero la figura paterna viene a aportar elementos que tienen que ver con la proyección hacia afuera, hacia la sociedad, la forma en la que yo me relaciono con otros, la forma como interactúo con la sociedad, la posibilidad de establecer criterios con la vocación profesional, el desempeño hacia el trabajo. Incluso, en los adultos se ha logrado establecer una relación directa entre la prosperidad económica y la figura masculina que tuviste en tu infancia», asegura.
Aunque los datos muestren que aún hay muchas cosas por hacer, es cierto también que cada vez es más común ver a papás presentes en la vida de sus hijos y más comprometidos con la crianza. Andy Schmucke habla de esto abiertamente en su cuenta de instagram @unbabydaddy_ en la que ya tiene cuatro años mostrando su experiencia dentro de la paternidad. De hecho, se define en su IG como un papá alfa que reinvindica el papel del hombre en la crianza, un papel que muchas veces la misma sociedad excluye.
«Yo recuerdo cuando nació mi hijo ver cómo todas las explicaciones de cómo cambiar el pañal, cómo bañar al bebé, cómo sacarle los gases se la daban a mi esposa sin ni siquiera preguntarme si quería participar, a pesar que yo estaba allí y que también era mi hijo», señala como una anécdota.
Schmucke también señala la etiqueta con la que catalogan a los papás que se comprometen con la crianza activa de su hijo: «un papá que ayuda». En este punto es claro: «Yo no ayudo, yo hago, porque el peso y la responsabilidad es compartida».
Ni es un buen papá quien vive en casa, ni es un mal papá quien no vive en ella. En un mundo en el que el divorcio es el pan nuestro de cada día, no se puede catalogar como buen o mal padre a un hombre solo por el hecho de quedarse junto a mamá. La importancia de la paternidad está en el tiempo de calidad que se dedica.
«Tiempo de calidad se define como aquel espacio en el que papá dedica tiempo exclusivamente al hijo, es decir no tengo teléfono alrededor, no tengo una computadora, no tengo televisor y estoy dedicado escuchando, observando, dirigiendo palabras y teniendo contacto físico hacia ese niño»
Jorge Milanés, psicoterapeuta
Es por esta razón que, según Milanés, el abandono paterno no ocurre porque papá se separe de mamá, sino porque se separe de su hijo.
«Hay que aclarar que la mentalidad de un niño es sumamente flexible y hoy día, a diferencia de los años 50 y 60 donde el tema del divorcio tenia una connotación cultural, ideológica y religiosa muy fuerte, los niños entienden perfectamente que hay varios tipos de familia y que su mamá puede vivir en una casa y su papá en otra. Ya no genera un trauma que los padres estés separados, lo que sí genera trauma es que los padres estén ausentes», puntualiza.
Para Milanés, lo importante cuando hay un divorcio es asegurarse que el niño entienda la separación de sus padres no es su culpa, que no lo van a querer menos, y que papá seguirá presente en tiempo de calidad.
Ningún bebé viene con un manual de instrucciones bajo el brazo, por lo que es importante buscar ayuda cuanto sea necesario. Jorge Milanés recomienda ayuda terapéutica para muchos padres que para asumir este rol necesitan primero sanar la relación que ellos mismos tienen con sus padres.
«Hay un tema importante y es que culturalmente el criterio de cuidar y resguardar a los niños recaía en la mujer, afortunadamente eso está cambiando y entonces el concepto cultural de paternidad también debe cambiar», finaliza.
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