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¿Qué es lo que pasa con la espada de Bolívar y Petro?

En 1974 el M-19 robó la espada del Libertador. Hoy, el exguerrillero Gustavo Petro vuelve a agitar el símbolo

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EFE

El robo de la espada del Libertador Simón Bolívar fue el primer golpe mediático de la organización guerrillera M-19, de la cual formaba parte el hoy presidente Gustavo Petro. El 17 de enero de 1974 a las 5 de la tarde, un grupo comandado por Álvaro Fayad irrumpió en la Quinta de Bolívar, la casa-museo en Bogotá, y se llevó la espada.

En el lugar dejaron un mensaje: «Bolívar no ha muerto. Su espada rompe las telarañas del museo y se lanza a los combates del presente. Pasa a nuestras manos. Y apunta ahora contra los explotadores del pueblo». ¿Esto es lo que ha querido dejar planteado Petro?

Aunque tal parece que ni siquiera sea una espada. Antonio Navarro Wolf, exintegrante del M-19 dijo: «Yo metí la mano en la empuñadura y me apretó, esta es la misma. No es pesada, no es una espada, es un sable», citado por la cadena Caracol TV.

Sable o espada, a partir del día de su robo la prensa colombiana empezó a prestar atención a las acciones del M-19 y comenzó una búsqueda incesante de esta suerte de «reliquia» que ahora adquiría un simbolismo político. ¿Dónde estaba la espada? Nadie sabía, nadie decía. Algunos creían. Y se hicieron allanamientos y persecuciones en vano.

Cuba, como siempre, aparece involucrada en esta historia: Antonio Navarro Wolf cuenta que Carlos Pizarro, el jefe máximo del «Movimiento 19 de abril», le explicó en algún momento que la espada estaba en La Habana. Por aquellos días se negociaba la paz y el plan de Pizarro era entregarla una vez firmados los acuerdos. Pero el comandante guerrillero fue asesinado el 26 de abril de 1990.

Navarro Wolf guardó el secreto sobre el destino del sable de Bolívar -que estuvo 17 años «desaparecida»- hasta la desmovilización del M-19 ocurrida en 1991. En ese momento Colombia no tenía relaciones con Cuba y fue necesaria la participación del gobierno venezolano para triangular el regreso de la espada: Navarro Wolf la recibió de manos del embajador de Cuba en Caracas teniendo como testigos al entonces presidente Carlos Andrés Pérez y a Gabriel García Márquez.

La entrega oficial, explica CaracolTV, fue el 31 de enero de 1991 en la Casa de Bolívar de Bogotá.

Hoy, el sable o espada del Libertador, parece adquirir un nuevo simbolismo político: el mandatario saliente Iván Duque negó la autorización para que la «reliquia» estuviera presente en la juramentación de Gustavo Petro. Pero apenas investido, la primera orden del nuevo presidente fue hacer una pausa en la ceremonia para que Casa Militar le trajera la espada.

Al llegar, se escuchó entre los asistentes un coro que conocemos muy bien de este lado de la frontera: «alerta, alerta que camina, la espada de Bolívar por América Latina». Y Petro sonreía.

Así cambian los tiempos: un símbolo tan importante para el M-19, ahora no hubo necesidad de robarlo. Apenas bastó una orden.

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