Descanse en paz, maestro: falleció Javier Marías

El escritor español Javier Marías falleció este domingo a los 70 años. «Descanse en paz. Su obra le mantendrá vivo en nuestro recuerdo», escribió el ministro de Cultura de España, Miquel Iceta, en Twitter, al reenviar un mensaje en el que se cita que según el diario español ABC Javier Marías falleció «por complicaciones en una neumonía que le ha tenido ingresado y en coma durante un mes». El escritor falleció en la Clínica Quirón, de Madrid, donde atendieron esta complicación derivada de la covid-19.

Marías (Madrid, 1951) ocupaba el sillón «R» de la Real Academia Española desde 2008 y era hijo del que también fue miembro de esta entidad el filósofo Julián Marías.

Considerado uno de los mejores novelistas de las últimas décadas en España, fue además ensayista, articulista y autor de cuentos, durante una trayectoria profesional en la que recibió numerosos premios internacionales, entre ellos el Premio Herralde en 1986 por El hombre sentimental, el premio Rómulo Gallegos en 1995 por su libro Mañana en la batalla piensa en mí y el Library Lion de la Biblioteca Pública de Nueva York, siendo el primer español en obtener este galardón.

Marías -quien ha sido candidato al Nobel en varias oportunidades- publicó novelas como Corazón tan blanco, Todas las almas, Negra espalda del tiempo y Tomás Nevinson, su libro más reciente editado por Alfaguara en marzo de 2021. Su obra ha sido traducida a más de 40 lenguas y publicada en más de 50 países.

El autor adoptó como norma no aceptar premios oficiales: «Creo que el Estado no tiene por qué dar nada a un escritor. Si alguna vez se me ofreciera algún premio de los que llamamos estatales pues no lo aceptaría. Así que tomo por norma no aceptar nada de lo que venga del Estado de mi país, menos aún algo que lleve aparejado dinero», cita sus palabras el diario El Mundo en un texto en el que además se explica cómo pasaba Marías sus últimos tiempos: «Acorazado de libros (algunos en ediciones exquisitas), figuritas de plomo, fotografías dispersas y otros fetiches imprevistos, vivía cada vez más retirado del fervorín literario en su caserón del centro de Madrid, un tercero en una plaza donde el suyo es el único edificio habitado. Allí escribía y dispensaba una mirada sulfurosa sobre el presente de este país».

Marías, fiel a sí mismo, quizás sin saberlo fue un hombre récord: a lo largo de 16 novelas e incontables artículos se mantuvo obstinadamente fiel a su máquina de escribir eléctrica y llegó a los 70 años de edad sin haber trabajado nunca en una computadora.

Descanse en paz, maestro.