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Refugio de Perros El Valle: Adoptando a un amigo

¿Con ganas de adoptar a un perro? En un pequeño refugio en El Valle vivimos la experiencia: 100% recomendada

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Durante mi peregrinación en la búsqueda de un lugar donde adoptar un perro en Caracas, me acerqué a uno cuya cuenta en Instagram inspira confianza. El Refugio de Perros El Valle resultó ser un lugar pequeño y acogedor. Supe que había llegado en cuanto escuché ladridos. Cristina Rincón, encargada del refugio, estaba sacando a los perros de sus jaulas y preparándolos para la hora de la comida.

A pesar de encontrarse distraídos, por obvias razones, en cuanto crucé la puerta me vi envuelta en el primer abrazo del día. Un perro de tamaño medio, peludo y con orejas puntiagudas, se paró en dos patas y me recibió afablemente, moviendo la cola. Poco después otro, más alto y delgado, se acercó tranquilamente hasta apoyar su cabeza contra mi pierna. Y más atrás, una viejita se empujó con las patas delanteras hasta recostarse a mis pies.

“Actualmente tenemos una manada de treinta y cinco perros aproximadamente”, explicó Cristina. “La mayoría tienen menos de un año con nosotros, pues afortunadamente hay mucha gente que sigue adoptando. Esperamos que para final de año muchos de ellos consigan una familia que les provea de amor”.

Cristina Rincón empezó en 2016 como voluntaria en el refugio, que entonces consistía en un terreno donde los animales corrían a sus anchas y una casita pequeña donde un humano tenía que agacharse para entrar. Además, al estar tantos canes de variadas edades juntos, con frecuencia se desataban peleas por la comida o el territorio.

Cuando Rincón notó la necesidad de un cambio, inició una campaña en las redes sociales para recaudar fondos y construir lo que hoy es el Refugio de Perros El Valle: “Fue entonces cuando la fundadora me cedió el control del lugar. Aunque estudié diseño gráfico; vi cuáles eran nuestras necesidades y construí en base a eso”.

Cada vez son más

Hace años los rescatistas del refugio se movilizaban cuando recibían el aviso de un perro abandonado y contaban con el espacio para tenerlo. No obstante, a medida que el refugio fue creciendo en infraestructura, aumentaron considerablemente la cantidad de perros que amanecían amarrados a la reja: “Perros grandes, pequeños, de raza; hasta gatos nos han dejado en la puerta con distintas condiciones de salud”.

Aunque no es sencillo atender algunos casos, Cristina y su esposo no se rinden ante ninguno mientras tengan cómo ayudarlo. “Algunos perros no salen nunca del refugio y hay otros que yo misma me llevo a mi casa porque están enfermos y necesitan más atención”. Por otro lado, señala que hay algunos canes que son demasiado agresivos como para ponerlos en adopción: “Hay uno en particular que lleva años con nosotros; a la única que no muerde es a mí”.

Estos casos son inusuales, la gran mayoría de perros se integra con cierta facilidad a la manada. “Por supuesto, los primeros días son bastante traumáticos; pero al pasar un tiempo se dan cuenta de que no les haremos daño”. Poco a poco se adaptan a su nueva situación cuando descubren que en el refugio son cuidados, alimentados y resguardados: “Los perros son muy fieles y aman a cualquiera que les de amor”.

Las experiencias de adoptar un perro adulto a un cachorro difieren enormemente, pero ambas son igualmente especiales. Mientras que es agradable criar a un cachorro, los adultos se adaptan a las rutinas familiares más rápido. “Además, son seres sumamente agradecidos porque están conscientes de lo que vivieron”. Solo un par de veces han devuelto perros al refugio, y suele ser mientras aún son jóvenes, menores de un año.

Por eso Cristina enfatiza la importancia de considerar la situación económica, alergias y otras enfermedades en la familia antes de adoptar. Son seres que necesitan buena alimentación, atención veterinaria, paseos, higiene y mucho cariño a lo largo de su vida: “Si eres una persona que viaja mucho, por ejemplo, piensa en quién lo cuidaría mientras no estés”. Insiste en que el perro, en caso de no adaptarse bien a su nuevo hogar por cualquier motivo, sea devuelto a ellos: “Así nos aseguramos de ubicarlo en otra familia y no perderle el rastro”.

Acompáñanos

Para mantener a la manada, el refugio trabaja con las donaciones de personas naturales que los apoyan bajo la figura de padrinos. También venden juguetes, mordedores, peines y demás accesorios que ellos mismos construyen. Con frecuencia, organizan jornadas de vacunación y atención veterinaria para cubrir los gastos de la manada o la infraestructura.

“Ahora mismo estamos recabando para acomodar el techo, ya que en estos días nuestra manada se moja con la lluvia, lo que los incomoda”.

Este servicio organizado por Refugio de Perros El Valle se prepara en alianza con médicos veterinarios debidamente colegiados: “Las vacunas no pierden jamás su cadena de frío, somos garantes de utilizar cavas e implementos acordes a traslados para conservar el frío necesario”.

El 19 y 20 de noviembre se hará la primera gran jornada de adopción de perros y gatos, organizada por Refugio El Valle y a la que se sumarán protectoras, refugios y rescatistas independientes. De momento, solo están confirmadas las participaciones de La manada de Beethoven y la fundación Ecopave. “Estamos muy emocionados, porque desde hace años no se realizan estas actividades en Caracas”. Cristina asegura que confía en poder repetirla una o dos veces al año, de manera que sea un evento que las familias esperen con ilusión.

Ahora sí, a casa

El 19 de noviembre iré de primera en el Parque de Mascotas Vizcaya, de El Cafetal, para recoger a mi querida Lucy Del Valle. Tiene menos de un mes, por lo que todavía se encuentra con su mamá y sus hermanitos. Ese día ya tendrá casi dos meses y podrá venirse a casa conmigo. Siempre digo que son los perros quienes te escogen y me mantengo firme en mi creencia.

Conocí a la camada a los pocos días de haber nacido. Estaba tan asombrada por ver a unos perros tan pequeños que no podía ni escoger. Hubiera adoptado a los siete cachorros y a su madre. Desde entonces los he visitado una vez a la semana y finalmente sé quién sería mi nueva compañera. Se llama Lucy, por la canción de los Beatles, Del Valle, en honor a su madre y las personas que la cuidan.

Estoy impaciente por volverla a ver, y aún más por traerla a casa. Disfrutaré enseñándole cosas y aprendiendo lo que le gusta. Sé que la amaré de cualquier manera. Es más, ya lo hago: ese flechazo es inmediato.

Estos son algunos sitios donde podrías encontrar a tu compañero ideal:

APROA – @aproavzla

Refugio El Valle – @refugioelvalle

Fundación Esperanza Animal – @fundacion_esperanza_animal

Fundación Diario Adopta – @diarioadopta

Fundación Santuario Luna – @santuarioluna7

Fundación Rescatando Ángeles – @fundacionrescatandoangeles

Por el amor a las mascotas – @porelamoralasmascotas

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