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Pirateo, nuevas tecnologías e informadores: cómo China espía a Occidente

Desde pirateo informático, hasta el uso de informantes, el espionaje de China a los países occidentales vienen creciendo, según señalan los gobiernos y agencias de varios países. Las alarmas crecen mientras Pekín niega todo

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El arresto este fin de semana en el Reino Unido de un hombre acusado de espionaje por cuenta de Pekín alimenta las preocupaciones de los países occidentales ante las operaciones chinas de los servicios de inteligencia.

Este episodio tuvo lugar unos meses después de que un globo chino fuera detectado sobrevolando Estados Unidos, que pensó se trataba de un aparato de espionaje y lo derribó. Este incidente derivó en una crisis diplomática entre ambos países.

Estos son los principales dispositivos que China utilizó para espiar a los países de Occidente en los últimos años.

Pirateo informático

Según investigadores y responsables de inteligencia de los países occidentales, China se ha hecho experta en el pirateo de sistemas informáticos de naciones rivales, para obtener secretos industriales y comerciales.

Estados Unidos, sus aliados y la OTAN imputaron en 2021 al gobierno chino un pirateo masivo al gigante informático Microsoft, para acceder a correos electrónicos y captar informaciones confidenciales de particulares y empresas.

También se sospecha que piratas informáticos chinos actuaron en Estados Unidos contra el departamento de Energía, servicios públicos, empresas de telecomunicaciones y universidades, según Washington y la prensa.

Nuevas tecnologías

Estados Unidos multiplica sus advertencias contra la aplicación TikTok y el riesgo que sus vínculos con China podría acarrear en la seguridad nacional.

Algunos legisladores temen que la casa matriz de TikTok, el grupo chino ByteDance, pueda acceder a datos personales de los usuarios estadounidenses y transmitirlos a las autoridades chinas.

Washington puso en la lista negra al grupo Huawei, conocido por sus teléfonos móviles pero también como suministrador de equipos para las redes y la 5G.

Sin haberlo probado, Estados Unidos teme que estos productos sirvan de acceso para vigilar las comunicaciones y la circulación de datos, lo que Huawei niega.

Informadores

Pekín se basa en el extranjero en ciudadanos chinos para obtener informaciones y robar tecnología punta, asegura Washington.

Uno de los casos más mediáticos es el del ingeniero chino Ji Chaoqun, que llegó en 2013 a Estados Unidos con un visado de estudiante. Ji fue condenado en enero en Estados Unidos a ocho años de cárcel por haber suministrado a los servicios de inteligencia chinos informaciones sobre científicos estadounidenses que podían ser reclutados como fuentes de información.

En 2020, Wei Sun, un ingeniero chino naturalizado estadounidense que trabajaba para la defensa en el grupo Raytheon, fue condenado a una pena de cárcel tras haber llevado a China un ordenador de la empresa que contenía informaciones importantes sobre un sistema de misiles estadounidenses.

Política

Para obtener informaciones de primera mano e impulsar sus intereses, Pekín también se acerca a figuras destacadas de la política y la economía.

Según el Sunday Times, el hombre detenido en el Reino Unido tenía contactos con diputados del Partido Conservador en el poder de cuando era investigador en el Parlamento. 

En 2020, la página de información Axios aseguraba que una estudiante china había establecido vínculos con una serie de políticos estadounidenses, por encargo de los servicios de inteligencia de Pekín.

Esta estudiante, Fang Fang, se habría ganado su confianza participando en campañas para recaudar fondos y habría ido hasta mantener relaciones sexuales con algunos de ellos, según Axios.

«Comisarías»

China cuenta en Estados Unidos y otros países con una serie de «comisarías» clandestinas, afirma la organización de defensa de los derechos humanos Safeguard Defenders.

Estas estructuras, no declaradas, son susceptibles de vigilar a los disidentes o de presionarlos, según esta organización con sede en Madrid. 

Pekín desmiente estas acusaciones.

Países Bajos ordenó a China en noviembre cerrar dos de estos centros en su territorio. Un mes después, Pekín clausuró dos estructuras similares en Praga.

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