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Niñas de 7 a 10 años son víctimas de explotación sexual en zonas mineras

"Situación de niños, niñas y adolescentes en el estado Bolívar: Sobre la vulneración de derechos y formas de esclavitud moderna. Relatos de una infancia en riesgo" es el informe que acaba de difundir el Centro de Derechos Humanos de la UCAB: un verdadero compendio del horror al que son sometidos los menores de edad en el entorno de la minería

niños
AFP
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El Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello (CDH UCAB) publicó un nuevo informe, titulado Situación de niños, niñas y adolescentes en el estado Bolívar: Sobre la vulneración de derechos y formas de esclavitud moderna. Relatos de una infancia en riesgo.

El reporte es la sexta entrega de la serie sobre esclavitud moderna del CDH UCAB y tiene como eje central la realidad que enfrentan los niños, niñas y adolescentes (NNA) del estado Bolívar y algunas comunidades de estados vecinos, así como la manera en la que enfrentan la migración interna y externa.

La investigación explora las historias detrás del aumento alarmante de casos que involucran desnutrición, abandono escolar, trabajo infantil y diversas formas de violencia, incluyendo la violencia de género.

Para esto, se recopilaron testimonios de expertos en estas áreas, así como de familiares, víctimas, miembros de organizaciones no gubernamentales y la sociedad en general. Los relatos se obtuvieron durante investigaciones de campo realizadas entre el último semestre de 2022 y el tercer trimestre de 2023.

«Durante el tiempo de investigación se logró encuestar a 6.000 NNA de los cuales se pudo constatar que en el caso de 6 de cada 10 encuestados, uno de los padres había salido del hogar en búsqueda de mejoras, lo que significa que – al menos- 3.600 niños experimentaron la ausencia de algún progenitor, en su mayoría e inicialmente, la figura paterna», se lee en el informe.

A través de un estudio cualitativo, que a su vez recopila datos que permiten introducir una perspectiva cuantitativa, el CDH UCAB ofrece un análisis en el que se presentan datos alarmantes, entre los que destacan:

Deserción escolar: Más de 1.300 niños se encuentran fuera del sistema educativo debido a su migración hacia las zonas mineras (Guasipati, El Callao, Tumeremo, Las Claritas, El Dorado y el Km 88) del estado Bolívar. Otros 3.432 infantes carecen de acceso a la educación debido a problemas con permisos y representación legal, tras la migración de sus tutores legales. Además, se documentó la deserción escolar de más de 2.500 NNA en los últimos dos años, ya que la emergencia humanitaria priorizó las necesidades básicas como la alimentación sobre la educación.

«La matrícula aproximada que se corresponde con la muestra de centros educativos censados oscila los 11.441 estudiantes; de los cuales 4.004 (35%) comparten la dedicación entre los estudios y el trabajo. Algunos en compañía de sus representantes o algún familiar, otros por cuenta propia. La situación fue detectada por docentes quienes se alertaron por el alto índice de inasistencias», explica el documento. Y dice «muchos niños que se trasladaron a municipios con actividades mineras, bien para vivir en los pueblos cercanos o los que se encuentran viviendo dentro de las minas, no se reinsertaron en el sistema escolar. Desde el CDH UCAB se logró documentar más de 1.300 niños viviendo dentro de las minas que se encuentran desescolarizados».

Desnutrición infantil: Se encontró que 8 de cada 10 pacientes pediátricos en los principales centros de salud del estado Bolívar sufren algún grado de desnutrición, lo que equivale a aproximadamente 40 casos diarios. Estos índices no incluyen niños mayores de 6 años ni adolescentes, ya que para estos aplica el término de malnutrición y son tratados bajo procedimientos diferentes. Entre las principales consecuencias, se evidencia un decrecimiento en los índices académicos, vinculado a la disminución de las capacidades cognitivas por desnutrición.

Y no solo por desnutrición: «La discapacidad, se constituye en otro elemento que agudiza la vulnerabilidad de niños, niñas y adolescentes. De acuerdo con Funda Iriarte -“Fundairiarte”- en el estado Bolívar han censado 1.278 personas con discapacidad, de los cuales 60% son NNA, es decir 767. Han identificado todos los tipos: auditiva, visual, física y motora, siendo las cognitivas la más frecuente».

«La directora de la Fundación, Gabriela Iriarte, sostiene que hay un aumento importante de los casos de discapacidad cognitiva debido a la alta contaminación de mercurio en el agua; también un incremento de casos de inteligencia límite, dentro del espectro de la neuro divergencia, motivado por problemas de desnutrición. Del mismo modo señala que muchas de las niñas y adolescentes con discapacidad cognitiva son víctimas frecuentes de abusos sexuales, debido a su indefensión».

Embarazo adolescente: Venezuela presenta una alta tasa de embarazos en adolescentes, con un promedio de 97.7 por cada 1.000 mujeres de 15 a 19 años, duplicando el promedio regional. En el estado Bolívar, entre el 23% y el 35% de los nacimientos son de madres menores de edad. Y los expertos afirman que las niñas y adolescentes representan el 50% de las víctimas de mortalidad materna.

«Durante el periodo de investigación, se identificó que en Puerto Ordaz, de 4,566 partos registrados, en 1,066 casos las madres eran adolescentes. Mientras tanto, en San Félix, durante el primer semestre de 2023, de un total de 481 nacimientos, se documentó que en 158 ocasiones la madre era adolescente».

Migración y vulnerabilidad: La migración de familias venezolanas hacia Brasil expone a niños y niñas a riesgos como la falta de acceso a la educación, el trabajo infantil y la falta de documentación. Se estima que el 9% de los niños que cruzan la frontera carecen de documentos de identidad.

Trabajo infantil: Se registró trabajo infantil en actividades peligrosas, como la extracción de material aurífero en minas subterráneas y la mendicidad de niños y adolescentes en las calles.

«En el marco de la investigación el CDH UCAB registró más de 1,300 niños que residen en los campamentos mineros, dedicados a actividades mineras o conexas», se lee en el informe: «En el sector La Esperanza de Cambalache se contabilizaron 179 niños entre 7 y 10 años que participan en las actividades de una cantera, en donde “pican piedras y las cargan para llevarlas en carruchas hasta el sector por donde pasan los compradores”. Esto implica que los niños tengan que recorrer largas distancias cargando elevados pesos».

Por supuesto, hay otras opciones de trabajo en las zonas mineras que son todavía más preocupantes: «Habitantes de los distintos municipios manifiestan preocupación por el aumento de la presencia de jóvenes entre 15 y 17 años enrolados en grupos armados. Desde el CDH se ha podido constatar la presencia de al menos 450 jóvenes en este grupo etario que se dedican a la “vigilancia y supervisión” de la cotidianidad del pueblo: quiénes entran o salen, o si se presenta alguna irregularidad. Estos, conocidos como gariteros, en su mayoría ingresaron a motu propio a los diferentes grupos. También se constató la presencia de jóvenes en actividades de extorsión, específicamente cobro de contribuciones a quienes realizan actividades económicas dentro de las zonas que controlan los grupos a los que pertenecen».

Y la participación de menores de edad sometidas a explotación sexual va en aumento: «Se estima que el porcentaje de niñas y adolescentes víctimas de explotación sexual en el estado Bolívar aumentó a 35%, sin embargo se entiende que este número es mayor, debido a que no se reportan los casos como tal a causa de la naturalización de la situación».

Peor aún, la edad de las víctimas ha disminuido: «Desde el CDH se logró documentar como niñas entre los 7 y 10 años de edad realizan trabajos sexuales en las calles de los pueblos mineros, específicamente en Las Claritas se constató la presencia 10 niñas en la plaza que realizaban actividad sexual con hombres que pagaban entre 30 y 50 bolívares por acto».

Las dinámicas en la región han conducido a «normalizar» la unión de niñas y adolescentes con hombres mayores como una manera de resolver carencias económicas familiares. El informe cuenta el caso de «Rebeca», de 16 años: «De acuerdo con su propia versión, ya tenía una hija de 3 años producto de su convivencia y su pareja para ese momento tenía 63 años. Como la historia de Rebeca se conocieron al menos otras 250 adolescentes en esta situación, cuyas parejas son mayores en un rango superior a los 10 años».

Finalmente, el informe destaca dos desafíos clave: que titula «la universalización y la naturalización, y se refieren a la extensión generalizada de la emergencia humanitaria compleja en toda la población, que imposibilita que se implementen medidas especializadas en NNA, y la normalización de situaciones problemáticas, como lo son las uniones tempranas, la justificación de transacciones físicas por alimentos y la categorización mano de obra infantil, lo que dificulta la denuncia y búsqueda de soluciones.

El informe completo Situación de Niños, Niñas y Adolescentes en el Estado Bolívar: Sobre la Vulneración de Derechos y Formas de Esclavitud Moderna. Relatos de una Infancia en Riesgo, del Centro de Derechos Humanos de la UCAB, está disponible aquí.

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