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Desfile rosa: una iniciativa para celebrar la vida de las supervivientes de cáncer

Por segundo año consecutivo, mujeres supervivientes de cáncer participaron en un desfile de modas con el propósito de empoderarlas, celebrar su vida, conmemorar su lucha contra esta enfermedad y recaudar fondos para el tratamiento de pacientes oncológicas. Aquí te contamos más sobre este evento

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De pequeña Yelsi Savedra soñaba con ser una modelo y desfilar en las mejores pasarelas del país, pero nunca se imaginó que muchos años después cumpliría su sueño como paciente oncológica. La sonrisa de Yelsi es de esas que se contagia, de las que ilumina toda una habitación y poco deja entrever las luchas, los miedos y tristezas que se asoman en la soledad cuando se lucha contra el cáncer.

En el 2021 le detectaron un cáncer de mama en grado 3. Luego de someterse a múltiples sesiones de quimioterapia, radioterapia y a una operación donde le quitaron su seno izquierdo logró ganar la batalla contra la enfermedad. Sin embargo, tres meses después los médicos le informaron que tenía metástasis en los pulmones.

La metástasis no le ha borrado la sonrisa, para ella su diagnóstico no es motivo de tristeza y se enfoca en verlo como una etapa que va a superar aferrada en la fe y en los tratamientos de sus doctores. Yelsi tiene la voluntad y la determinación inquebrantable de curarse no solo por ella, sino por sus dos hijos, de 5 y 9 años, que la esperan en casa.

Yelsi Saavedra, desfile rosa
Yelsi Savedra, desfile Rosa
Foto: Daniel Hernández

El pasado 26 de octubre se llevo a cabo la segunda edición del Desfile Rosa, organizado por Rotarac, en la ciudad de Caracas. El centro comercial Cerro Verde se pintó de rosa y se convirtió en el espacio en el que 52 mujeres supervivientes del cáncer participaron en un desfile para celebrar la vida, la valentía y la resiliencia de quienes han luchado contra esta enfermedad.

En el desfile se representó la historia del cáncer a través de las 4 estaciones del año. Inició con otoño que simboliza cuando las mujeres reciben el diagnóstico (una época de incertidumbre y miedo), siguió el invierno que simboliza la etapa de tratamiento (una época compleja y dolorosa), luego llegó la primavera que simboliza el resurgir (una época de aprendizajes) y finalizó con verano que simboliza la curación de la enfermedad.

Para Yelsi este desfile no solo le permitió cumplir un sueño, también le devolvió los ánimos y le permitió conectar con una red de mujeres que la han acompañado durante este proceso.

Modelos desfilando en el evento
Foto: Daniel Hernández

Un desfile por una vida rosa

El desfile rosa forma parte del proyecto “Rotarac: juntos por una vida color de rosa”, que busca concientizar, ofrecer compañía, colectar y celebrar la vida de las mujeres supervivientes de cáncer. Este año las ganancias recaudadas por el evento se usarán para costear los tratamientos y consultas de las pacientes oncológicas.

El proyecto “Juntos por una vida color de rosa” nació hace 10 años en Maracay, cuando los rotarios notaron que no se les brindaba un acompañamiento emocional, que empoderara y les diera fortaleza a las pacientes oncológicas. Durante el mes previo al desfile, las mujeres recibieron acompañamiento, charlas sobre emprendimiento, manejo de las emociones y herramientas para contribuir con su bienestar de la mano del programa formativo “Sueños y supervivientes” de Rotarac.

Karelys Pieruzzi, directora del Comité Rosa de Rotarac, explicó que en el 2023 les han llegado muchas mujeres solicitando unirse al programa, por lo que en el 2024 Rotarac tiene como objetivo ofrecer acompañamiento a muchas más supervivientes.

Mentoras del programa (también supervivientes) desfilan.
Foto: Daniel Hernández

Un evento que conmueve hasta las lagrimas

Para María Elena Rosi fue imposible contener las lágrimas al ver este despliegue de mujeres sonrientes y empoderadas dando testimonio de que sí se puede vencer la enfermedad. Ella no sabía del evento, su paso por el centro comercial fue casual, pero no pudo evitar detenerse para ver el desfile.

En cada modelo María Elena vio a su hermana, quien es superviviente de cáncer uterino, y recordó el difícil proceso que esta atravesó. Con el «corazón arrugadito» y la voz entrecortada, Rosi reconoció la valentía de su hermana y de las mujeres en el desfile, que aun sin conocerlas, la inspiraron a vivir a plenitud.

Nahiby Acevedo minutos antes de salir al desfile
Foto: Daniel Hernández

Las 52 mujeres que participaron en el desfile se definen como supervivientes y explican que esta palabra es la que más las identifica porque son personas que experimentaron una enfermedad muy compleja y aprovecharon ese proceso para tener un cambio positivo en su vida y ayudar a otras mujeres en su situación.

El desfile fue una fiesta de alegría y esperanza, una muestra de sororidad femenina y cooperación ciudadana. Un evento en el que se unieron empresas, organizaciones, artistas, cantantes y personas de todo tipo para aportar su grano de arena en celebrar la vida y la lucha de estas mujeres.

Entre los asistentes las sonrisas genuinas fueron la norma y los aplausos nunca disminuyeron con el paso de cada participante. En el camerino el ambiente era de complicidad, las modelos se abrazaban, se piropeaban la ropa, la pasarela y compartían entre ellas como se sintieron luego de bajarse de la tarima.

Luego de superar una enfermedad que les quitó la coquetería propia de los cabellos frondosos, las uñas largas y el maquillaje, el desfile rosa fue una oportunidad para que estas mujeres recuperaran su autoestima, para que se sintieran hermosas nuevamente y brillaran bajo la luz de una nueva oportunidad para vivir.

Cada superviviente tiene una vida diferente, una historia distinta, lo único que comparten es la experiencia de haber ganado la batalla contra el cáncer y ese amor entre ellas que les ha permitido consolidar una red de apoyo para afrontar los altos y bajos de un cáncer que solo ellas conocen.

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