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Un importante hallazgo en Canaima puede impulsar la arqueología en Venezuela

Los descubrimientos son parte fundamental del "Proyecto Arqueológico Canaima", encabezado por el arqueólogo José Miguel Pérez-Gómez. Este proyecto cuenta con la participación de un equipo multidisciplinario de renombre nacional e internacional. El objetivo principal es lograr que estos hallazgos sean reconocidos como patrimonio cultural de Venezuela y luego obtener su designación como patrimonio cultural de la humanidad

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La Unidad de Estudios Arqueológicos de la Universidad Simón Bolívar (USB) presentó los resultados de una investigación titulada Proyecto Arqueológico Canaima, que se viene desarrollando desde el año 2010 y es nnovadora en su campo.

La “Tradición Cultural Canaima” – identificada por el arqueólogo venezolano José Miguel Pérez-Gómez, quien lidera el proyecto – representa una profunda herencia cultural manifestada en una serie de yacimientos arqueológicos previamente desconocidos. Esta tradición, creada por antiguos grupos amerindios asentados inicialmente en el Parque Nacional Canaima, se extendió posteriormente a lo largo de diversas áreas del continente, evidenciando una rica y compleja historia de interacción y expansión cultural en toda la región norte del continente.

El arqueólogo Jose Miguel Pérez-Gómez, líder del Proyecto Arqueológico Canaima, presentando los resultados de la investigación en la Universidad Simón Bolívar. Foto: Reybert Carrillo.

El hallazgo arqueológico que podría datar entre 4.000 y 7.000 años antes del presente, se destaca por las numerosas e impresionantes manifestaciones de arte rupestre, que incluye pictogramas y petroglifos, junto con materiales líticos y cerámicos asociados. Estos vestigios han sido localizados en abrigos rocosos situados en las laderas de tepuyes emblemáticos como el Kuyarimpa y Kusari, así como entre los afloramientos de rocas ancestrales a lo largo de las riberas de los ríos Carrao y Caroní. Este conjunto de evidencias arqueológicas brinda una ventana única al pasado, revelando aspectos significativos de las culturas que alguna vez prosperaron en estas regiones y que hasta ahora eran desconocidas.

José Miguel Pérez-Gómez ante el panel principal del Kuyarimpa-tepuy en las inmediaciones de Canaima

El proceso de dispersión de la Tradición Cultural Canaima alcanza el norte de Brasil, el Esequibo, las Guyanas e incluso la Sierra de Chiribiquete y la Lindosa en Colombia, pero el punto focal de origen tiene lugar en lo que hoy se conoce como Parque Nacional Canaima, dentro del territorio venezolano. Los expertos alegan que es Canaima una suerte de zona cero en la que empezó a fraguarse esta cultura entre distintos grupos Amerindios, para luego buscar expandirse hacia otras latitudes.

El “Complejo Canaima”, un tesoro ancestral

“El Complejo Canaima, hasta ahora desconocido, es un testimonio silente de la antigua presencia de grupos Amerindios cazadores-recolectores en esta zona hace miles de años, posiblemente desde finales del Pleistoceno y a lo largo de todo el Holoceno”, señala el arqueólogo José Miguel Pérez-Gómez.

El término “Complejo Canaima” que fuera mencionado inicialmente por el arqueólogo José María Cruxent, a finales de la década de los años 50, se refiere en la actualidad a un conjunto de sitios arqueológicos relacionados entre sí, y recientemente descubiertos dentro del Parque Nacional Canaima, donde los investigadores estiman que se produjo el caldo de cultivo ancestral que dio origen a la «Tradición Cultural Canaima». Los investigadores consideran que solo se ha descubierto la punta del iceberg, pues aunque el bagaje científico en Canaima es muy robusto en cuanto a investigaciones de orden ambiental y ecosistémico, es incipiente desde el punto de vista arqueológico y consideran que todavía hay mucha tela que cortar.

Este proyecto puede representar un impulso para el país en la investigación arqueológica y una convocatoria abierta al realce de nuestra identidad ancestral, la cual posteriormente se disemino por toda la zona norte del continente.

Algoritmos matemáticos aplicados a las pinturas de arte rupestre para evidenciar superposiciones de imágenes, lo cual evidencia ocupaciones a lo largo de miles de años . Foto: José Miguel Pérez-Gómez

Los primeros pictogramas y petroglifos hallados en 2010, en el Complejo Canaima se localizarón en el abrigo rocoso a los pies del Upuigma-tepuy. Cuyos resultados científicos preliminares acaban de ser apenas publicados en noviembre de 2023, en la revista «Rock Art Research», una de las más prestigiosas del mundo, la cual reconoce estas manifestaciones de arte rupestre como importantes contribuciones al acervo cultural de la humanidad. Estos hallazgos fueron el punto referencial para que descubrimientos similares hechos en Brasil, en el territorio Esequibo, Guyana y Colombia ayudaran a contrastar semejanzas y a poner en evidencia que la Tradición Cultural Canaima se extiende más allá de los límites venezolanos.

El tepuy Kusari estuvo bajo el foco mediático hace un par de años cuando un grupo de personas decidió que era buena idea hacer una fiesta en su cima, sin reparar en las repercusiones ecológicas que esto implicaba. Pero mientras eso ocurría, el Proyecto Arqueológico Canaima se desarrollaba en la falda de ese mismo tepuy, y produjo hallazgos que ayudaron a construir una narrativa cada vez más sólida en torno a la Tradición Cultural Canaima como baluarte del acervo histórico y etnográfico nacional.

Metodología de vanguardia

“Aplicando métodos especializados de investigación del paisaje, descubrimos una colección notable tanto de pictogramas como de petroglifos en grabados en roca granítica y de arenisca a lo largo de los ríos Carrao y Caroní. Este descubrimiento único se alinea con manifestaciones de arte rupestre similares halladas en otras áreas influenciadas por la «Tradición Cultural Canaima», detalla Pérez-Gómez. Basados en estas investigaciones los autores de este estudio han sido capaces de otorgar un contexto cultural a los petroglifos que fueron rescatados al momento de la creación del embalse de Guri a finales de la década de 1960, los cuales forman parte de la misma «Tradición Cultural Canaima» y que pueden verse hoy día en los espacios de la Galería de Arte Nacional.

Petroglifo localizado a orillas del río Carorí perteneciente a la Tradición Cultural Canaima y hasta ahora desconocido para la ciencia. Foto: José Miguel Pérez-Gómez

En el proceso de obtención y procesamiento de la información, los investigadores aplicaron distintas prácticas metodológicas como la exploración por triangulación espacial, el uso de imágenes satelitales de radar de alta resolución y apertura sintética (SLAR), así como la aplicación de algoritmos matemáticos para diferenciar el solapamiento de los símbolos, cuyo análisis demuestran una ocupación de estos lugares a lo largo de miles de años.

“Obtener las imágenes satelitales nos tomó tiempo, esfuerzos y logística, pues son productos cartográficos muy novedosos y de difícil acceso. Tuvimos que ir a Alemania, a la sede de la Agencia Aeroespacial Alemana (DLR) para poder conseguir esta información. Además, su procesamiento requiere de la experticia tanto de software como de técnicos especializados en el tratamiento de imágenes de este tipo. El tiempo, la erosión y la intemperie borran los pictogramas, por eso debemos estudiarlos con rapidez y precisión, y la mejor forma de hacerlo es utilizando tecnología de primer nivel”, comenta con entusiasmo José Miguel Pérez.

Un salto para Venezuela

En comparación a otros países de la región, Venezuela está rezagada en cuanto a la investigación de estas manifestaciones de arte rupestre y a la producción de insumos divulgativos que estimulen su práctica. Esa realidad puede cambiar con el descubrimiento de la «Tradición Cultural Canaima», pues los hallazgos que se han producido hasta la fecha suponen que hay todavía por descubrir una inmensa amalgama de elementos enmarcados en este universo ancestral.

Para Pérez-Gómez este hallazgo es una fuente de trabajo e investigación para las generaciones actuales y futuras.

«Nosotros nos vamos a morir y no habremos terminado de estudiar la «Tradición Cultural Canaima», y muchos de quienes vayan a hacerlo en el futuro seguramente todavía no han nacido»

José Miguel Pérez-Gómez

Pero el Proyecto Arqueológico Canaima no solo apunta a dilucidar una nueva forma de cosmovisión regional, sino también a definir nuevos paradigmas en la medida que cuestiona viejos planteamientos que, aún hoy, dictan la narrativa arqueológica regional. Sobre ello, José Miguel Pérez-Gómez explica:

En la vecina República de Colombia, algunos investigadores han reivindicado el origen de la tradición que describimos, situándola dentro del marco conceptual de la «Tradición Cultural de Chiribiquete». Sin embargo, nuestros hallazgos proporcionan una base sólida para cuestionar esta perspectiva. Los enfoques colombianos, ahora considerados obsoletos, necesitan una revisión frente a la emergente evidencia de la Tradición Cultural Canaima. Es imperativo continuar investigando esta tradición para esclarecer la auténtica cronología y origen de estas manifestaciones culturales. Según nuestras investigaciones en curso, es desde Venezuela donde se irradia esta notable tradición geométrica hacia otras regiones, desafiando así las teorías previas.

Arqueólogo José Miguel Pérez-Gómez fotografiando pictogramas

El arqueólogo José Miguel Pérez-Gómez sostiene que estos descubrimientos posicionan a Venezuela como un líder potencial en el ámbito de la investigación arqueológica, tanto a nivel continental como mundial. Estos hallazgos, fruto de más de una década de esfuerzos, no solo colman un vacío en el conocimiento sobre una vasta región, sino que también contribuyen significativamente al estudio global del arte rupestre. Para alcanzar este objetivo, es crucial el compromiso de la comunidad arqueológica y la colaboración de equipos multidisciplinarios que aborden la investigación con dedicación y profesionalismo.

Proyecciones ambiciosas

Este proyecto arqueológico pretende enriquecer la valoración del Parque Nacional Canaima, ya distinguido como Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO en 1994, enfocándose esta vez en destacar su invaluable riqueza cultural a nivel mundial. La iniciativa busca armonizar con el propósito de la figuras de protección al subrayar la dimensión cultural del parque, que se suma a su ya reconocida importancia natural, promoviendo así un reconocimiento global más integral y como ocurre en otros países del continente.

Pérez-Gómez explica a El Estímulo: Un objetivo clave del proyecto es reconocer las zonas de los descubrimientos como lugares de significativo valor patrimonial nacional. Para lograrlo, es esencial desarrollar una iniciativa que inste al gobierno venezolano a fomentar el estudio y la divulgación de estos emplazamientos arqueológicos. En este esfuerzo, las comunidades Pemón locales desempeñarán un papel central, pues son ellos los guardianes naturales de estos legados culturales. Así, el proyecto busca establecer una muestra museográfica permanente en Canaima, cuya importancia redundará en beneficios económicos y culturales para la comunidad Pemón.

En Venezuela, los parques nacionales están bajo la tutela del Instituto Nacional de Parques (INPARQUES), operado conforme a un Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso (PORU). Este marco reglamentario dictamina los permisos y limitaciones adecuados a la diversidad de contextos ecológicos presentes en cada parque. Las zonas que acogen los descubrimientos de la Tradición Cultural Canaima sería clasificados como «Zona he Interés Histórico, Cultural o Paleontológico»

Adicionalmente, la Unidad de Estudios Arqueológicos de la Universidad Simón Bolivar (USB) aspira a que tanto el Complejo Canaima como la Tradición Cultural Canaima sean inicialmente declarados como «Bienes de interés cultural de la nación». Posteriormente, se buscará su inclusión en la lista de patrimonio cultural de la humanidad por la convención del patrimonio mundial de la UNESCO, ya que a diferencia de los demás países de la región Venezuela carece de este tipo de declaratoria cultural.

El «Proyecto Arqueológico Canaima» cuenta con la contribución de un equipo multidisciplinario de varios expertos: Arturo Jaimes, antropólogo con una amplia trayectoria en arqueología paleoambiental y etnoarqueología en Venezuela, actualmente trabaja desde el Laboratorio de Arqueología del IVIC; la Dra. Mariapía Bevilacqua, experta en biología y conservación del Parque Nacional Canaima. Ella lidera la evaluación del impacto ambiental del proyecto en la creación de futuras rutas arqueológicas, además facilitará el enlace entre las comunidades Pemón y el proyecto y la Profesora Ruby de Valencia, reconocida por su labor en el estudio y conservación del arte rupestre. Brindará asesoría clave en manejo y gestión cultural delas manifestaciones de arte rupestre.

Al anterior grupo se suma el arqueólogo Robert G. Bednarik, cuyo trabajo pionero en el arte rupestre y la prehistoria humana aporta una dimensión profunda a la investigación. Juntos, este equipo de especialistas trabaja con el objetivo común de descubrir, proteger y promover el inmenso valor arqueológico y natural del Parque Nacional Canaima, subrayando su importancia como legado patrimonial de Venezuela y de la humanidad.

Este proyecto representa, por tanto, una excelente oportunidad para que la academia, el Estado venezolanos y la sociedad en conjunto contribuyan tanto a fomentar la identidad nacional como al enriquecimiento y reconocimiento del país a nivel internacional.

@proyectoarqueologicocanaima

Nota del editor: reportería y fotografías del geógrafo venezolano Reybert Carrillo

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