Deportes

La liga del dólar 6,30

"No imagino a Venezuela sin beisbol". La frase es de Ramón Guillermo Áveledo, expresidente de la Liga Venezolana de Beisbol (LVBP) y fanático de Cardenales de Lara. La sentencia también se curte de la calle, del político que unió a una heterogénea oposición en la denominada Mesa de la Unidad durante cinco años. Ahora bien, esta fiebre, esta "religión" nacional ¿lo soporta todo, como desplazar a la alimentación y a las medicinas en la pirámide de las necesidades del venezolano?

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«El beisbol tiene un efecto balsámico como mecanismo de escape. Ante las dificultades del país, la temporada es un oasis y se nota porque la gente de menos recursos está dispuesta a pagar por ir a las gradas; contribuye a que las personas sean más felices y su práctica coincide con el último trimestre del año, que es mágico, por la llegada de diciembre», analiza Carlos Valmore Rodríguez, subdirector de Meridiano, periódico que lidera el mercado y que es reconocido por la tradicional relevancia que le da a este deporte.

Williams Brito es jefe de redacción de Líder, diario joven, que compite con el caballito de batalla del Bloque de Armas. Sin embargo, coincide con Rodríguez: «Es el principal pasatiempo de Venezuela, mantiene a la gente ocupada y es la primera fuente en los medios de comunicación. El incremento en la asistencia a los estadios demuestra ese interés. Y no va a cambiar, uno lo puede comprobar con el aumento de público femenino. No hay otro deporte que pueda presumir de ello».

Efectivamente, el crecimiento en la asistencia a la pelota profesional no sabe de crisis. Según las cifras de la LVBP, la campaña 2013-2014 mostró un incremento de 5% con respecto a la 2012-2013. Esto significa que se vendieron 2.536.974 tickets, 139.846 boletos más que en la zafra pasada. Parece poco, sin embargo debe analizarse el contexto: 56,2% de inflación en 2013 y 20,1 en 2012. Son datos oficiales del Banco Central de Venezuela.

«Es como pedir taima ante tantas cosas difíciles», analiza Carlos Feo, narrador de Directv Sports Venezuela y conductor de «La Hora magallanera», espacio que se transmite por Radio Caracas Radio. Esta temporada, el programa que sigue la actualidad del popular club Navegantes del Magallanes, cumple 20 años. «Tengo la impresión que desde el 15 de agosto empieza esa emoción, ese fanatismo de querer saber cómo le va a ir a tu equipo».

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-Todo bien, pero ¿a 6,30?-

El pasado nueve de septiembre, el periodista Rafael Tejera publicó en el diario Líder la noticia: «LVBP recibió dólares a 6,30». Directivos, en condición de confidencialidad, celebraron la medida que les permitía trabajar con antelación en la confección de sus importaciones. Una fuente le aseguró al comunicador que el monto solicitado oscilaba entre 6 y 8 millones de dólares.

«¿Cuánto te dijeron que le otorgaron a la Liga?», pregunta al otro lado del teléfono un directivo que, para variar, declara en condición de anonimato. Cuando se le informa que entre seis y ocho millones de dólares, suelta la carcajada. «¡No chico, estás pelado! Investiga porque fueron más». Dos días antes de publicar este reportaje, un gerente aseguró a @elestimulo que el monto superó los $ 12 millones.

¿Y Por qué se necesitan dólares para la pelota profesional? «Se hace un estimado de gastos porque hay muchas cosas que se cancelan en moneda extranjera. Por ejemplo: las pelotas, los honorarios de los árbitros y jugadores importados, algunos medicamentos del kinesiólogo y mucho más. La liga recibe del Estado el monto aprobado, lo administra de manera equitativa entre los clubes y se queda con una mínima parte para gastos propios. Si hay un excedente, se devuelve», explica Aveledo.

«La pregunta es ¿por qué a 6,30 y no a Sicad I o Sicad II»? Hasta donde sé, la Liga realizó todo el procedimiento para solicitar las divisas, pero en ningún momento exigió un tipo exacto de cambio», analiza la periodista Mari Montes, quien fue la voz oficial de los Leones del Caracas y autora de dos libros que refieren a los bates y los guantes: «Mis Barajitas» y «Lucía, la pelota que quería llegar al Salón de la Fama».

Dos cargas elevaron los presupuestos de los equipos para la temporada 2014-2015: los boletos aéreos y los sueldos de los peloteros extranjeros. «Tuvimos que comprar todos los pasajes afuera del país y eso no se puede pagar en bolívares. Y luego, muchos jugadores no quieren venir a Venezuela por la inseguridad. Entonces, para competir con otros países, necesitas mejorar lo que le ofreces en dólares», comenta una fuente que lleva tiempo realizando este tipo de labores en uno de los equipos de mayor tradición del país.

Ángel Alayón, economista y también caraquista «desde los seis años», se monta en el plato: «Sorprende que se otorguen dólares preferenciales cuando sabemos que hay problemas de vida. El Gobierno ha dicho que la asignación de divisas es para temas prioritarios, como la salud y la alimentación. Entonces no tiene sentido, con respecto a ese discurso, otorgarle una divisa a 6,30 a una actividad que tiene como fin el lucro».

Alayón batea una línea entre dos. El beisbol, en efecto, es un deporte profesional en el que cada participante recibe un beneficio económico. Los jugadores, los equipos, los medios que lo cubren y hasta los revendedores. «¿Por qué debes subsidiar una actividad profesional?», se pregunta el también editor del site Prodavinci.com. «Aparte, no es verdad que sin los dólares a 6,30 no habría beisbol. Lo habría, pero diferente, tal vez con más jóvenes e importados de menos calidad».

«Tiene sentido lo que dice Ángel», reflexiona el escritor Ibsen Martínez, otro fanático melenudo, recordado por haber reflejado en la telenovela Por estas calles, las desigualdades sociales del país. «Hay un dilema moral que nos arropa. Pero al mismo tiempo el beisbol es el único ámbito en Venezuela en el que aún se respetan las reglas del árbitro. Incluso creo que las personas asisten a los estadios porque en ese espacio se mantiene la tolerancia».

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-El ejemplo que Cuba dio-

«Creo que el estado venezolano aprendió de Cuba y no quiero que se vea como una obsesión de doña de El Cafetal», acota Martínez, conteniendo la risa. «Al principio de la Revolución, en la isla había una obsesión por eliminar la pelota porque era vista como una herencia imperialista, un deporte que drenaba recursos».

De hecho, Fidel Castro eliminó el beisbol profesional. «Pero la disciplina estaba muy arraigada, tenía un valor republicano porque mucho antes de Castro, cuando los españoles lo prohibieron, el cubano sentía que jugar pelota era una manera de protestar y entonces bajo el régimen de Fidel se tuvo que inventar un campeonato de carácter amateur».

Martínez se toma unos segundos para finalizar con una picardía: «No estaría del todo mal, un campeonato de puros criollos en Venezuela. Habría mucho morbo allí».

«La manera como ha fluido el tema de los dólares en la Liga está asociada a la experiencia de Ántonio «El Potro» Álvarez como pelotero. Ha sido una influencia positiva», cuenta una fuente allegada a los Tigres de Aragua. «Conoce cómo es el negocio, las dificultades para armar un equipo y todos los gastos de una franquicia. La diferencia, en ese tema, con otros ministros ha sido abismal».

Tan abismal, que, según un diputado opositor de la Asamblea Nacional, el ministro del Deporte estaría buscando repetir la experiencia de Greivis Vásquez, quien recibió permiso de su equipo en la NBA, los Raptors de Toronto, para jugar el Suramericano con la selección de Venezuela luego de que el Estado cancelara un seguro en dólares. «Álvarez desea que actúen la mayor cantidad de peloteros grandesligas en el país y para que eso suceda los equipos deberían cancelar seguros altísimos. El Ministerio asumiría esos costos», confesó el parlamentario.

Extraoficialmente, los medios de comunicación nacionales manejaban que el seguro de Vásquez costaba un millón de los verdes. De repetirse la historia con los criollos que están en la Major League Baseball, la reacción no sería muy bien vista por los seguidores del actual gobierno. «Que viva la regaladera: dólar a 6,30 para el beisbol»  fue el título de un extenso debate en el portal Asamblea Popular Revolucionaria Americana (Aporrea), que se define de «carácter socio-político y cultural con información explicada desde el punto de vista de los simpatizantes del presidente fallecido Hugo Chávez y de la Revolución Blivariana». Es miembro de la Asociación Nacional de Medios Comunitarios Libres y Alternativos (Anmcla).

No obstante, el Ministro Álvarez no contestó las llamadas ni respondió los mensajes de texto enviados por @elestimulo para corroborar o desmentir este punto.

-La pelota es la cura-

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En septiembre, el Ministerio de Salud hablaba de 432 casos confirmados de chikungunya y sospechaba de más de 45.000. La Sociedad Médica, por su parte, calculaba entre 65.000 y 120.000 casos. Para el seis de octubre, la cifra había aumentado. El viceministro para el Desarrollo Social y las Misiones, Héctor Rodríguez, aseguró al diario oficialista Ciudad Caracas que existían 788 positivos.

Puede que no coincidan en cifras, pero sí en el tratamiento: es necesario el acetaminofén, un medicamento más difícil de conseguir que un buen abridor importado. Con un valor de 4,50 bolívares por caja, ¿cuántas podrían comprarse con 12 millones de dólares, a tasa 6,30?, pues 16 millones 800 mil. Ahora, si lo sacamos a «tasa» Mercadolibre.com, serían menos.

¿Se exagera al hacer la anterior conversión? ¿Se debe entender al beisbol como una prioridad independiente, ajena a la realidad social? «Creo que tiene pertenencia el tema. Y es complicado ofrecer una respuesta en un país en el que escasean cosas básicas como el acetaminofén. Si lo ves así, es una bofetada que se otorguen dólares a 6,30. Sin embargo, al mismo tiempo me pongo en los zapatos del mesonero que trabaja en el estadio y necesita las propinas para comprar esas medicinas», reflexiona Montes.

«El control de cambio es una anomalía. Cuando fui presidente de la Liga (entre 2001 y 2007) no había diferentes tipos de cambio. Existía el dólar legal e ilegal», recuerda Aveledo. «Los trámites se hacían por Cadivi (a partir de 2003) y la cifra que solicitábamos era importante. No obstante, siento que no es culpa del béisbol que existan los actuales problemas para conseguir medicinas. Tampoco que se asocie al retardo en las asignaciones de divisas para otras actividades. Es un problema de política general».

-Una máquina de hacer dinero-

Tener un equipo de beisbol no genera ganancias cuantiosas. Esa fue la conclusión del trabajo «El besibol profesional: un negocio de gran tamaño, pero de menor rentabilidad», que publicó Carlos Valmore Rodríguez para el Instituto de Estudios Superiores en Administración, IESA, en 2008. En la investigación se puede leer que «las ganancias netas fluctúan según la ‘clase social’ del equipo. Un equipo rico como los Leones del Caracas puede registrar alrededor de dos millones de dólares anuales en utilidades, mientras que uno proletario como Caribes de Anzoátegui logra enriquecimientos que oscilan entre 70 mil y 200 mil dólares». Eso fue en tiempos de dólar a 2,15 bolívares.

No es el fin de este trabajo examinar los ingresos de los clubes de la LVBP. El anterior párrafo, sin embargo, confirma que existe una utilidad. Entonces, una vez establecida, es necesario mirar la foto completa. La pelota es una actividad que genera un movimiento económico sin precedentes en Venezuela.

«Hay toda una industria que depende del beisbol. Por ejemplo, para nosotros, la temporada representa el 33% de los ingresos del año», cuenta María Medrano, gerente de marca del diario Líder. «Los productos de consumo masivo, de octubre a enero, experimentan cambios en sus presupuestos, pues lo que han guardado durante nueve meses lo invierten en esos tres».

Y los medios lo agradecen: «Ningún impreso, dedicado al deporte, podría subsistir sin el beisbol nacional», asevera Brito. «Todos los anunciantes se vuelcan a los medios y a nosotros nos obliga a una planificación diferente». Esa planificación incluye contratar a más personal, corresponsales en el interior del país, acordar con empresas de estadísticas y pagar guardias extras a quienes cubran los encuentros.

«Las ventas (del periódico) suben y el tiraje aumenta, sobre todo cuando se trata de un enfrentamiento entre Magallanes y Caracas. Es una hiedra de mil cabezas. Genera miles de empleos directos e indirectos. Habría que sumar, por ejemplo desde los derechos de televisión (que benefician a los equipos) hasta a los buhoneros que venden copias de las camisas», reflexiona Valmore Rodríguez.

Debemos sumar también a la televisión. Por primera vez los canales nacionales y regionales podrán transmitir sin mayores dificultades. Todo gracias a un empresario de bajo perfil: Enrique Cuscó. Será una empresa de él, VC Medios, la encargada de levantar la señal para cada una de las transmisiones de beisbol nacional. Se calcula que de los 252 juegos, 212 se verán por la «pantalla chica».

Globovisión y Canal I (Caracas), Telearagua (Valencia y Maracay), Promar (Barquisimeto), Telecolor (Maracaibo) e Isla TV (Margarita), tendrán mayor participación. TVO (Puerto La Cruz), no había confirmado su presencia al momento de escribir esta nota. Tves, Directv y Meridiano Tv sí estaban listos para el playball.

El @estimulo conoció que, por ejemplo, Canal I deseaba la serie de las Águilas del Zulia contra Magallanes y Caracas, en la primera ronda. Por cada encuentro, debía cancelar 300 mil bolívares, sin exclusividad. El paquete mínimo de choques que vende la casa matriz es de 16.

-Como en la MLB-

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«Me contrataron específicamente para la temporada», explica Armando Calderón, quien trabajó 15 años para el grupo que reúne a otros canales como History Channel, A&E, Lifetime y E! Entertainment Television. «Vamos a editar las jugadas después de cada encuentro para un programa que transmitirá Directv y otro para que los canales regionales tengan un resumen diario de lo sucedido».

Calderón explica las ventajas de centralizar los derechos de transmisión: «Creo que van a seguir el ejemplo de MLB. La idea es que en dos años los juegos puedan verse por streaming y que cada quien decida por dónde lo sigue. Eso es algo que no se puede hacer si tienes los derechos regados».

En palabras del Presidente de la LVBP, Óscar Prieto Párraga: «Mientras más masa, más mazamorra».

Queda, sin embargo, una pregunta en el ambiente. Si se le otorgó dólar a 6,30 a la LVBP, ¿Por qué los equipos aumentaron sus abonados en casi 60%? ¿No debería el estado regular una actividad que está subsidiando? La pelota está en juego.

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