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Luis Suárez, el duodécimo uruguayo azulgrana, libre de condena

El uruguayo Luis Suárez ha quedado libre de una condena que le ha dejado inactivo cuatro meses por morder a un rival. Suárez pasa a ser un activo para el Barcelona, que llega al Santiago Bernabéu líder, y saldrá por delante del Real Madrid en la clasificación sea cual sea el resultadoDespués de haber mordido en el cuello a Otman Bakkal en un Ajax-PSV en el 2010, tiempo después, y ya en el Liverpool, hizo lo propio con el lateral Branislav Ivanovic del Chelsea, lo que le supuso 10 partidos de sanción. El colofón a sus desfases contra rivales llegó en el peor de los escenarios, un Mundial, ante la mirada de millones de personas y sin sospechar de cómo se las gasta la FIFA por mucho Luis Suárez que fuese.

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En el Barcelona no se daba crédito a lo sucedido. A pesar de no haberse firmado aún el contrato, estaban todos los números pactados, hasta el punto de que el club catalán no supo echarse atrás ni rebajar ni un euro la llegada del uruguayo, a pesar de saber que no estaría a disposición de Luis Enrique hasta el final de octubre.

Luis Suárez se ha convertido de uno de los fichajes más caros de del Barcelona, que pagó al Liverpool 81 millones de euros, cifra que podría ser la más elevada de la historia azulgrana, a la espera de que los números del contrato de Neymar se acaben de conocer debido al tránsito que están llevado por los tribunales.

Ya en Barcelona, Luis Suárez pasó a ser un apestado, después de que la FIFA le impidiese no sólo entrenarse con su nuevo equipo, sino tener cualquier vinculación pública con el fútbol. Un recurso al TAS permitió a la entidad recuperarlo para los entrenamientos, alinearlo para los partidos amistosos, así como los de la selección charrúa y, sobre todo, ponerlo a disposición del entrenador para que trabajase con sus compañeros.

Luis Suárez está ansioso por debutar y en algunas de sus apariciones pública parece haber espiado ya su pecado de mordedor compulsivo, hecho que por ahora contenta a una entidad que ha hecho una inversión que no le ha reportado ni una sola alegría, por haberse quedado en el cuarto oscuro durante cuatro meses.

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