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Habla el decatleta del 23 de Enero que se inspiró en Caitlyn

Hubiera sido un duelo entre el 23 de Enero y Hollywood, y visto con el cristal del paso de los siglos, una especie de gymkana de La Guerra de los Sexos. Ramón Montezuma fue el decatleta venezolano más destacado en la década en que Bruce Jenner, hoy una guapísima doña de 65 años llamada Caitlyn, dominaba el mundo como campeón olímpico y panamericano, aunque por circunstancias desafortunadas nunca pudo enfrentar al ex héroe de la Guerra Fría en una gran competición internacional.

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“Yo lo sigo admirando. Eso (el cambio de sexo) no me va a quitar mi pensamiento hacia él. Me cansé de aplaudirlo, de ver sus videos. Aprendí con él. Lo único es que yo no voy a ponerme jeva porque soy demasiado feo”, rinde tributo a Caitlyn el integrante del Salón de la Fama del atletismo venezolano y toda una celebridad hollywoodense al menos en el contexto del 23 de Enero, que tiene por lo menos tres teorías para explicar la sorprendente metamorfosis del medallista de oro en Montreal 1976 y futuro padrastro de Kim Kardashian.

“Bruce Jenner es uno de los atletas que yo más he admirado. Era una maravilla, uno de los primeros que subió los 8.000 puntos (en el decatlón). Yo lo veía cómo caminaba, se vestía, como ser humano… Porque yo lo veo como ser humano. Todas las personas no asimilan el éxito. Como era tan grande, el ego y el narcisismo en su máxima expresión, le apabulló la fama. Pudo ser eso. Todos los talentos tienen un loco por dentro. Ha habido otros casos, como Dennis Rodman, Elton John o Juan Gabriel. Michael Jackson también hacía loqueras”.

Montezuma habla no solo como atleta, sino como artista: es un destacado cantante aficionado que hace presentaciones en locales nocturnos como el restaurante Franco de Sabana Grande. “Canto como Tito Rodríguez, que era el papá de los helados. Una vez me invitaron a grabar en Hollywood, pero dije que no porque tampoco es que soy María Conchita”.

Al hoy entrenador de atletismo en la Universidad Simón Bolívar y la Escuela Naval de Catia La Mar no le asombraron las fotos de Bruce transformado en mujer. “Si tú te vas a Brasil, el 50 por ciento de las garotas que te salen en carnaval son mujeres. ¿Entiendes lo que te quiero decir? A lo mejor lo vestían de carajita cuando era pequeño. Hay tipos que sienten eso y aprovechan el carnaval para ser como Ricky Martin. Es posible. También que se haya inyectado vainas (cuando competía en decatlón) y se le hayan desarrollado las glándulas femeninas. Yo estoy imaginándome vainas”, especula Montezuma, al que es posible ubicar en una de las interminables partidas de dominó que se arman los sábados en las rumbas masivas frente al Bloque 4.

El abanderado de Venezuela en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Medellín 1978 dirige una mirada comprensiva hacia Caitlyn: “Yo personalmente, como Ramón Montezuma, creo que no hay nada superior a la mujer. El sexo débil somos nosotros. A lo mejor ese tipo era una jeva disfrazada de hombre. (Jenner) está demostrando la grandeza de una mujer. Yo pienso así, chamo. La mujer es un monstruo. Búscame una cosa que no haga una mujer. Quizás (Jenner) quiere ser mejor que como era y se metió a mujer. La sociedad está experimentando cosas, tú sabes, el cambio climático. Nadie va a borrar sus números como deportista, de la misma manera que nadie puede borrar los méritos de Pete Rose como pelotero o del Inca Valera como boxeador”, concluye.

Un revolucionario crítico de los ministros

El decatlón puede ser considerada la búsqueda del deportista más completo del planeta, y consiste en 10 pruebas atléticas a lo largo de dos días agotadores: 100 metros planos, salto largo, impulso de bala, salto alto, 400 metros planos, 110 metros con vallas, lanzamiento de disco, salto con garrocha, lanzamiento de jabalina y 1.500 metros planos, en ese orden. La de los 70 fue una década de penurias y desorden para el deporte nacional y, en el ocaso de una época dorada de la pista y campo, Venezuela ni siquiera envió una delegación de atletismo a los Juegos Panamericanos México 1975, en los que se habría producido el soñado tope Jenner-Montezuma.

“El decatlón son 10 pruebas en una y todo depende de la mentalidad tuya. El decatlonista, y así lo he analizado siempre después, es un todoterreno. Uno acepta el reto. Es una escuela. Yo siempre digo que el sicólogo mío era el zapato de mi chamo. Yo me llevaba el zapato de mi chamo (a las competencias) y yo me concentraba en el zapato. Algunos se ponen siempre los mismos chores, un escapulario o el rosario de la abuelita. Yo venía con una mentalidad que, el que se me atravesaba, yo le ganaba”, relata el que también fue maratonista autodidacto sin ningún tipo de orientación, equivalente en bicicleta al actual mensajero en moto y defensor central en el equipo Real Guarenas de la primera división de fútbol aficionado.

“No veía el tamaño del rival. Comparado con Jenner, yo era un enano. No hablaba el idioma de los tipos, el idioma mío estaba en la pista. Yo decía: ¿Tú quieres ganar? Gánale a este tipo del 23 de Enero. Yo pensaba eso. Yo arriesgaba la vida. Una vez me reventé la boca en Perú y pedí que no me pusieran anestesia porque era doping. ¿Quién se va a meter un decatlón completo para que después te digan que estás descalificado? Me cosieron mi vaina y terminé la prueba así. Yo decía: si me llevan muerto con una medalla a Venezuela, yo voy a ir muerto de la risa. También competí con un cólico nefrítico en Colombia y con una hemorroide del tamaño de una uva que se me reventó en Panamá. En México pasé tres días sin comer por el picante e igualito hice mis 10 pruebas”, prosigue Montezuma.

El nacido en una familia de 15 hermanos en Maripérez se confiesa revolucionario y admirador de Hugo Chávez (“a ese tipo lo desperdiciamos los chavistas y la oposición”). Sin embargo, es un chavista crítico y cuestiona prácticamente todos los nombramientos de ministros del Deporte: “Ninguno me ha convencido. Hubo una señora que era de la farándula y la pusieron porque le hacía aerobics a la esposa de Chávez (Francis Terán). Hubo uno muy altanero que cuatro veces me anotó en agenda y nunca me recibió (Héctor Rodríguez). La chamita de la esgrima nunca logró agarrar el toro por los cachos (Alejandra Benítez). Y nunca estuve de acuerdo con el último chamo (Antonio “Potro” Álvarez). Un tipo que se casa con puras misses para mí algún complejo debe tener. Un tipo que pretende ser alcalde de Petare no puede cantar reguetón, porque es delincuencia. Si no, escucha las letras, mira el baile. El reguetón no beneficia a los jóvenes y lo discuto con quien sea”.

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