Deportes

Las 5 deudas de la Vinotinto y sus posibles soluciones

Tras los dos partidos de la selección venezolana, son más las incertidumbres que las respuestas que quedan en los fanáticos y en quienes tratamos de analizar, sabiendo que puertas adentros hay muchas consideraciones que desconocemos. Veamos cuáles son.

Publicidad

1- Hay un desgaste emocional.

Los fanáticos piden nuevos jugadores y los «viejos» no terminan de demostrar por qué siguen siendo la apuesta de Noel Sanvicente.

Solución: Intermedia. Alexander González y Juan Falcón demostraron contra Panamá que pueden cumplir con lo que el estratega pide. Sin embargo, son apenas dos jugadores de once. Las desconcentraciones en la defensa continúan, si bien contra los canaleños fueron menos que las vistas contra Honduras. Con el choque contra Paraguay a la vuelta de la esquina, parece una locura una revolución total. Entonces será a cuentagotas con posibles cambios en el segundo tiempo que se puede hacer una diferencia.

2- El mediocampo no genera.

Hay asociaciones pero cuesta ver oportunidades claras, que dejen uno contra uno a los delanteros.

Solución: Trabajo. Lo siento, no hay soluciones mágicas para cambiar esta situación. Venezuela necesita a Ronald Vargas como la tierra al agua. Sin él, es muy difícil la asociación con los mediaspuntas o delanteros, independientemente de quienes estén adelante. Una opción es que Venezuela juegue con un solo «9» y ceda el balón a rival, sin embargo estemos claros: Paraguay vendrá a sumar un punto, es decir, a contragolpear. Entonces no parece viable. Al escribir estas notas, vimos poco de Jeffren Suárez. Está en un buen concepto del cuerpo técnico y Juan Arango anunció su retiro. De nuevo, el  colectivo debe estar sobre lo individual.

3- La finalización. No hay gol.

Solución: Que los jugadores asuman su trascendencia. Los técnicos trabajan en la finalización, pero no pueden disparar al arco. Es decir, en los entrenamientos se machaca muchísimo en la última zona. Y con Sanvicente, se ha incrementado esta labor. Sin embargo, son los presentes en la cancha los que tienen en sus pies cambiar esta situación. Venezuela no es un equipo goleador, no lo fue con César Farías (de quien «Chita» hereda la columna vertebral) ni con Richard Páez. Hay efectivos con gol, así que en algún momento deben aparecer. El primer tiempo contra Honduras y a partir de la entrada de Falcón, contra Panamá, se evidenció este panorama.

4- El mensaje no cala y los jugadores aparecen apáticos.

Solución: Desconocida. Solo Noel Sanvicente sabrá si puede darle vuelta a esta situación. No es lo mismo dirigir a un equipo, en el que tienes a disposición a todos los jugadores día a día, que a una once nacional. Con muy poco tiempo para convivir, más que un técnico, el DT es un sicólogo que debe entender el momento de cada uno de sus dirigidos. Si los que están no compran la idea, hay dos opciones: renunciar o cambiar las instrucciones.

5- La sede. Puerto Ordaz no funcionó.

Solución: variar sin descartar. Ni el calor (desgastó a los propios jugadores contra Honduras) ni la lluvia (no hubo drenaje en el campo) fueron una ventaja para Venezuela. El tema de las entradas está afectado por un montón de situaciones, todas hipotéticas, que merecen un análisis aparte. Como fuere, se deben mirar estadios que respondan a la necesidad de Sanvicente, por el buen estado del césped o por la capacidad para arropar a la Vinotinto. No soy de los que cree que la «12» cambie un partido si los jugadores no tienen la calidad suficiente, no obstante sí creo que se pone en riesgo la identificación con un producto si las gradas aparecen vacías.

Publicidad
Publicidad