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Al Magallanes solo le falta Buddy Bailey

Dios los creó y en los Tigres de Aragua se unieron para armar entre 2002 y 2012 una de las dinastías más pomposas de la historia del beisbol profesional venezolano.

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Tras vivir años de gloria, el destino quiso separarlos y debieron tomar caminos diferentes. Ahora, en 2016, se volvieron a reunir en los Navegantes del Magallanes, equipo con el que quieren recuperar las glorias perdidas…

Alex Romero, Luis Rodríguez, Ronny Cedeño, José Mijares y José “Goyito” Martínez vuelven a juntar sus garras pero ahora en el dugout de los eléctricos. Este quinteto talentoso y jovial tiene todo para guiar a la nave hacia otra corona.

El zuliano Romero tiene 15 campañas de experiencia en el beisbol venezolano y la única vez que vistió el uniforme de los Navegantes antes fue cuando los reforzó para la Serie del Caribe de 2013. Sin embargo, al entrar al clubhouse del lado izquierdo del José Bernardo Pérez en este enero no se sintió ajeno. El ambiente le pareció familiar. Las caras conocidas le trajeron buenos recuerdos…

“Es fantástico volver a compartir con Goyito, Luis Rodríguez, José Mijares y Ronny Cedeño. Ver tanta gente conocida es un punto a favor cuando uno llega a un lugar nuevo. Te ayuda a sentirse cómodo”, expresó el jardinero marabino ante los medios en Valencia, luego de ser la primera escogencia del draft de Adiciones y Sustituciones para la postemporada de la LVBP. “Ellos fueros mis compañeros en los Tigres y vivimos una época maravillosa, con muchas cosas positivas y de muchos campeonatos”, añadió el campeón bate de este torneo.

Esa época maravillosa se traduce en nueve finales y seis coronas celebradas entre 2002 y 2012; lo que convirtió al elenco de la Ciudad Jardín en el club más temido, respetado e importante de dicho lapso. Ellos, junto a peloteros como Héctor Giménez, Alex Núñez, Víctor Moreno, Luis Maza, Horacio Estrada y Francisco Buttó, brindaron emociones a granel a la fanaticada aragüeña, siempre bajo la batuta del manager Buddy Bailey.

“Los peloteros que pertenecieron a los Tigres en ese tiempo y que ahora están con nosotros se la pasan echando broma y siempre están juntos para arriba y para abajo”, cuenta Elio Parra, jefe de prensa de los Navegantes. “Cada vez que ha llegado uno de ellos, se intensifica esa sociedad. No solo ponen su grano de arena en el terreno, también prenden la chispa en la cueva y tratan de inspirar a los demás”.

Cedeño fue el primer miembro de la dinastía bengalí que fue canjeado a Magallanes. Llegó en abril de 2014 a cambio de Argenis Díaz y José Ortega. “Ya me siento en familia”, dijo en aquél momento, pues tenía dos postemporadas reforzando a los turcos. “Yo di todo lo que tenía que dar cuando jugué con los Tigres. Siempre trabajé con ellos con mucho corazón, pero me emociona poder ser parte de los Caracas- Magallanes. Es un tipo de experiencias que todos los peloteros venezolanos deberíamos vivir en algún momento de nuestras carreras.”

El zurdo Mijares fue la pieza que ofreció Aragua a Magallanes en mayo de 2014 a cambio de la ficha de Freddy García, el lanzador venezolano con más victorias en la historia de las Grandes Ligas (156). Luis Rodríguez, por su parte, fue negociado desde los Leones en agosto del año pasado por el derecho Carlos Quevedo.

“Me siento contento por regresar a hacer lo que me gusta”, comentó Rodríguez al sumarse al Magallanes, pues venía de dos zafras irregulares con los melenudos, equipo en el que fue relegado al banco. Esta vez respondió a la confianza de la gerencia turca rememorando sus años dorados, al ligar para .318 con 67 hits y 25 impulsadas. No en vano obtuvo el galardón Regreso del Año.

Goyito se vistió de bucanero hace dos meses, cuando los Tigres lo entregaron para adquirir a Alberto Callaspo. El oriundo de Guacara estaba que brincaba cuando supo la noticia.

“Toda mi familia es magallanera y yo era magallanero cuando era pequeño”, confesó el infielder, que también dijo que antes de unirse a los Navegantes habló por teléfono con Cedeño y Rodríguez. “Me contentó mucho tener la oportunidad de volver a compartir y jugar con ellos”.

El último en llegar fue Romero, quien está “prestado” durante esta postemporada, pues pertenece a las eliminadas Águilas del Zulia. El zurdo ligaba antes del juego dominical para .419 (18 hits en 43 turnos), con un jonrón, 17 empujadas y 11 anotadas en los primeros 10 juegos de los playoffs, demostrando a sus 32 años de edad el mismo talento, capacidad y gallardía que siempre exhibió cuando jugaba con Aragua.

La apuesta de Magallanes es fuerte y clara: Quieren peloteros que los ayuden a ser el equipo más constante y exitoso de la pelota local en este tiempo. De hecho, suman dos títulos y cuatro finales en los últimos seis torneos. ¿Y qué mejor ayuda que la de jugadores acostumbrados a ser campeones?

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