Las 7 conclusiones que deja la clasificación del Real Madrid

7- Siempre hay que contar con el Real Madrid.

Con la Liga perdida, a Zinedine Zidane no le queda otra que gastarse todos los ahorros en la Champions League. Le tocó una serie relativamente cómoda. La Roma es un equipo en transición, que cambió de técnico un mes antes de enfrentar al equipo blanco. Con la salida de Rudi García y el ingreso de Luciano Spaletti ganó en atrevimiento, pero siguió en carestía ofensiva. Con Totti con un pie afuera, el Real Madrid sufrió más de la cuenta. La eliminatoria pudo ser más cerrada, sin embargo los clamorosos fallos de Dzeko, Salah, Manola y Florenzi, en ambos encuentros, permitieron el resurgir de Cristiano, que nunca falta y la aparición de actores extras, como Lucas Vázquez y James.

6- Keylor Navas es la figura

Nada ha cambiado en este Real Madrid a pesar de la salida de Rafa Benítez. Cualquier resultado pasa por la intensidad de Keylor Navas, que es capaz de desbaratar una bazuca. Dos disparos de la Roma fueron repelidos como si fueran balas y él Superman. ¿Por qué sufre tanto el equipo blanco? Pareciera, de entrada, que tiene varios jugadores para que actúen de «8» y d “5”: Casemiro, Kroos, Modric y hasta Pepe. Pero en fase de ataque, el equipo queda tan partido que los delanteros rivales siempre encuentran fuera de posición a los laterales, entonces todo se convierte en un duelo contra los centrales, que regularmente  pierden. Navas, hasta ahora, ha evitado males mayores.

5- Cristiano es la esperanza

Puede ser odiado y decir barbaridades, pero sin Cristiano Ronaldo, Zidane se hubiera quedado sin competencia para competir rápidamente. Una característica de CR7 es que de “9” es letal. Puede que haya perdido vértigo y resolución en el uno contra uno, mas aun es una bomba atómica en el área. En Italia fue asistido por Marcelo para encaminar la victoria y en el Bernabéu destrabó la retaguardia romanista, ahora con la ayuda de Vázquez. Cuando Benzemá y Bale están claros, todo puede ser una fiesta en el Real. No obstante, cuando no, todo se resume a la capacidad resolutiva del portugués. Si su varita no responde, el equipo blanco se queda sin respuestas.

4- El enredo en el mediocampo.

James, Kroos, Modric… Jugadores que podrían tomar el testigo, parecen bloquearse cuando deben convertirse en opciones. Que el rival se cierre no puede ser la única excusa. Eso mismo le hacen al Barcelona y cualquier, hasta Busquets, encuentra la solución. Es una paradoja que de todos los mediocampistas, el más lúcido en los últimos juegos sea Casemiro.

3- ¿Qué pasa con los laterales?

La espontaneidad de los laterales para resolver lo que el mediocampo no puede se ha perdido en el equipo blanco o al menos, la regularidad de ese aporte ha mermado. Salvo Marcelo, el equipo luce encorsetado, posiblemente por la cantidad de volantes y medias puntas o delanteros atrasados. Consecuencia de lo anterior es lo complicado que le resulta a los de Zidane cazar un balón en segunda jugada (aquellas que provienen de los rebotes). Por el contrario, cuando se pierde una pelota en fase de ataque, casi siempre el rival consigue una oportunidad en contragolpe.

2- Cambios a medias

Isco, Jesé, Vázquez… Jugadores con calidad existen en el equipo blanco. Sin embargo, la fortuna solo parece sonreírle a Vázquez, quien sin ser un dechado de virtudes ha aportado en sus ingresos. Le falta mucho para convertirse en una referencia, pero está acumulando puntos. Existe un grave problema de liderazgo en el Real Madrid. Cuando la pegada y el poco juego colectivo desaparece , no hay un volante que se eche el equipo al hombro, como sí lo hizo Zinedine Zidane en sus mejores tiempos o como sí lo hace, para establecer una comparación odiosa pero cercana, cualquiera del Barcelona.

1-  A ligar otro rival accesible

No descubro nada al decir que el Real Madrid no luce para quedar campeón en la Champions League. Por supuesto que hay otro equipos más compactos, como Barcelona (ya lo demostró en la Liga, con el 4-0) y el Bayern de Guardiola. Sin embargo, lo peor que le pudiera suceder a Zidane es encontrarse con un rival de nombre en cuartos de final. Si Roma, con tan poco, le generó un mar de dudas, es fácil concluir que un equipo con mayor efectividad en el ataque podría sacarlos de carrera muy temprano.